Love You in Black & Blue (Dark Angel IV)

Capítulo V

Todos ellos venían caminando por el muelle del Mar del Sur, ya habían pasado dos días luego de la boda y todos se habían decidido a acompañar a Diamond. Después de despedir a los invitados y de que Baltazar partiera nuevamente en el Sanctuary  fue que acordaron zarpar en el Blackblood.

—Vaya, nunca creí que pasaría mi luna de miel en un barco— comentó Anagashi a Pica a quien traía abrazada.

—Nadie les obligó, Ken— respondió Diamond desde más adelante.

—Pues mi esposa ejerció sus poderes y aquí me ves— le dijo y todos rieron.

—Eres un exagerado, Ken, ni siquiera pusiste resistencia— dijo Sussan rodando los ojos.

—Lo sé, mi amor, solo bromeo— respondió y le dejó un besito rápido en los labios.

En ese momento llegaron junto al Blackblood y comenzaron a subir. Diamond iba adelante con Allaric, Elizabeth y Joker. Killian iba hasta más atrás de Anagashi y Pica.

—¡Hey, Ric, ya volviste!— exclamó James desde el timón y se acercó corriendo a ellos. Cuando estuvo cerca, miró a los invitados bastante sorprendido, no reconocía a ninguno, excepto a Ken, que ya era un viejo conocido.

—Tenemos invitados, James, y vamos a ir de viaje, así que empieza a levar anclas cuanto antes— dijo Allaric, este asintió y fue corriendo a dar las órdenes del capitán.

Allaric entonces les guió a todos hasta dentro de la nave y les repartió sus respectivos camarotes en los cuales pasarían los dos días de viaje.

—Y este es el de ustedes— dijo a Anagashi y a Pica  abriendo la puerta de un camarote—. Es uno de los últimos, así no molestarán a nadie— le comentó por lo bajo a Ken guiñándole un ojo.

Él solo rodó los ojos ante su comentario— Tú como siempre, ya vete de aquí, anda— le echó del lugar y cerró la puerta en su cara.

—¡Oye, Ken, aún es muy temprano para esas cosas, al menos déjala descansar!— le dijo haciéndose oír mientras reía divertido.

—¡Lárgate ya, Ric!— respondió Anagashi desde dentro y Allaric solo negó con la cabeza para luego marcharse satisfecho por su broma que pocas veces podía hacerle a Ken.

Cuando estaba a punto de salir a la cubierta vio a Diamond saliendo de su camarote.

—Dianne— la llamó y fue hasta ella— ¿A dónde vas?

—Iba a buscarte— respondió con una sonrisa y él acarició su cabello.

—¿Para qué?

—Uhmmm, pues es que quiero un cambio de camarote— dijo haciendo ojitos y Allaric arqueó una ceja.

—¿Y eso por qué?

—Porque un pajarito me contó que el camarote del capitán es el de al lado— dijo señalándolo con una sonrisa pícara—, y según he escuchado, las noches dentro son agitadas— susurró como si fuera un secreto de estado—. Necesito dormir ¿Sabes?

Allaric pintó una sonrisa ladeada cuando escuchó eso y comenzó a acercarse, ella caminó hacia atrás aunque no estaba amedrentada, solo jugaba con él. Este la dejó acorralada contra la pared de la embarcación y recostó su antebrazo a un lado de la cabeza de ella quedando solo a centímetros.

—Pues no me molesta hacer el cambio— susurró y sus labios casi rozaban. Ella miró la boca de él y luego levantó los ojos sonriendo.

—Creí que te negarías— comentó y Allaric negó con la cabeza.

—Si te molesta el ruido dentro de la habitación del capitán, entonces podrías venir a dormir con él y encargarte de que sea silencioso— dijo pícaramente pasando una de sus manos a través del cabello de ella. Iba a besarla pero Diamond se le escurrió de entre los brazos.