Capítulo III

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El manto de la noche había cubierto todo y aunque fuese increíble, el lugar estaba en completo silencio. Nadie dentro de aquel navío se imaginaba que por la mente de nuestra joven capitana pasaba el apoderarse de él y convertirlo en su joya más preciada. Por debajo de las maderas del muelle venían nadando Diamond y ocho de sus hombres en completo silencio. Se habían dividido exactamente como ella les ordenó y estaban a punto de poner en marcha el plan.

Comenzaron a salir justo al frente de la madera de la embarcación que robarían. Diamond fue la primera y estaba esperando a que todos estuvieran en posición. La señal de Sussan se hizo presente y ella dio la orden de invadir la nave.

Silenciosamente tiraron las cuerdas con ganchos que llevaban encima y las engancharon en el barandal de la popa del barco para trepar por ellas. Diamond fue delante y cuando estuvo arriba silenció al que estaba vigilando esa parte para luego lanzarlo por la borda. Para entonces sus hombres ya estaban arriba y ella comenzó a hacer señas de que se dispersasen por la nave.

Diamond saltó silenciosamente, agarrándose del piso perteneciente al segundo nivel y subió a este. Se trepó a un mástil y logró divisar a Sussan detrás de unas cajas en el muelle. Hizo brillar sus ojos para que esta notara que debía dar inicio al plan.

Los hombres que estaban debajo de las cajas salieron y comenzaron a cortar las cuerdas que ataban el barco al muelle mientras la pequeña Pica hacía que el ancla se elevara. Todo aquello había sido en completo silencio, debían sacar el barco del muelle para así deshacerse de sus tripulantes luego.

—¡Nos invaden! ¡Nos están invadiendo!— escuchó Diamond que gritaban desde abajo y rápidamente buscó al maldito soplón que estaba echando a perder su plan tan silencioso.

Logró divisarlo a unos metros en la cubierta de la embarcación y haciendo aparecer su arco, acabó con él, pero ya las cosas se habían complicado. Tendría que encargarse de los tripulantes y sacar el navío de puerto al mismo tiempo, eso sería toda una hazaña.

Diamond tuvo que bajar rápidamente del mástil y hacer aparecer una espada para la lucha. Inmediatamente comenzó a dar órdenes para que subieran al barco los que quedaban en el muelle. Sussan ya había terminado de subir el ancla y los tres que venían en ella treparon rápidamente a la cubierta.

Hombres comenzaron a salir de entre las puertas y para su mala suerte, los enemigos eran más.

—¡Pica, haz que este maldito barco se mueva!— ordenó Diamond enfrentándose a dos que venían hacia ella. Uno de ellos trató de rajarle el cuello pero ella esquivó el espadazo echándose hacia atrás y en un movimiento le agarró del brazo haciendo que el hombre quedara de espaldas a ella y sirviera de escudo humano para el otro que trató de atacarla. El hombre fue atravesado por su compañero y ella aprovechó para tirarle cuerpo encima. Uno de sus hombres que estaba a unos pasos de ella atravesó al tipo acabando con él.

—Bien hecho, marinero— dijo ella burlándose y abatiendo a otro que trató de atacarla. Le tiró fuertemente contra la madera de la embarcación y se apartó el cabello del rostro bastante divertida.

Uno venía desde atrás y Diamond se giró y le pateó la cara haciendole caer a un lado. Tomó su arco en manos y le disparó a ese para después hacerlo al de antes que venía con nuevas intenciones de agredirla.

En ese momento Sussan hizo que el barco se moviera a toda vela, como si de veras el viento estuviese soplando, y luego subió a la nave volando. Con sus poderes lanzó a unos cuantos por la borda y siguió su labor de mover el barco.

Diamond para ese entonces ya caminaba en dirección al timón mientras se deshacía de sus contrincantes. Subió rápidamente las escaleras y llegó hasta el mismo comenzando a girarlo precipitadamente. Unos cuantos perdieron el equilibrio y cayeron por la borda, Sussan se encargó de que solo llegaran al agua los enemigos y que sus hombres volvieran dentro.

Love You in Black & Blue (Dark Angel IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora