Capítulo XXXII

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(Arriba foto de la criatura por si no entienden la descripción)

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Una semana después...

—Ya debe estar listo— dijo Diamond a Harlequien mientras salían a la cubierta—. La sílfide dijo que en una luna estaría, así que ya debe estar.

—Ven, ponlo aquí— le indicó Harlequien para que colocase el paquete envuelto en hojas que debía de contener la caja de la brújula, sobre una mesa que estaba puesta en la cubierta.

—¿Eso es la caja?— preguntó Chastian que venía acercándose.

—Sí— respondió Diamond abriendo el paquete.

Las pequeñas hojas de colores ya estaban secas y caían fácilmente sobre la mesa, dejando al descubierto una pequeña cajita cuadrada de color ámbar, algo translúcida con algunos grabados en negro y con una cubierta de vidrio semiesférica con los bordes cubiertos por una especie de ramitas entretejidas entre ellas.

—No es de madera— dijo Diamond mirándola raro— ¿La habrán hecho mal?

—No lo sé, tú fuiste quien le dijo, ¿no?— preguntó Chastian.

—Sí— respondió Diamond mirando la cajita nuevamente—. Ellas dijeron que Clariel no se robó la madera...— comenzó a decir algo dudosa—. Según las sílfides lo que se robó fue la savia del árbol y estoy segura de que la savia es de este mismo color.

—¿Quieres decir que la caja se hace de la savia y no de la madera?

—Supongo que sí, Harle— dijo y miró la caja—. Ellas la llaman brújula de las estrellas ¿Es raro, no?

—Un poco— comentó Chastian y miró hacia el frente. Frunció el ceño porque sus ojos se encontraron con algo a lo lejos, parecía...— ¿Eso es un barco?— preguntó haciendo que ambas levantasen la vista.

Diamond miró hacia donde Chastian les apuntaba y notó que era cierto, parecía ser la silueta de un barco lo que se divisaba en el horizonte.

—Deben ser ellos— dijo alejándose y yendo hasta la punta de la embarcación—. Debemos alcanzarlos, Harle.

—Diamond, es peligroso y lo sabes.

—¡Sí, pero debemos alcanzarles! ¡Si rescatamos a Elizabeth y a Sussan ahora, les detendremos!— dijo algo desesperada.

—Bien, daré la orden de que aumenten el paso.

Harlequin se retiró camino al timón y Diamond de inmediato fue a dar aviso a Joker y a Ken que estaban dentro. En menos de nada todo el barco estaba a toda vela y los marines corrían de allá para acá preparándose porque esta vez no les tomarían desprevenidos, irían a por todas.

Diamond fue hasta su camarote y dejó la caja de la brújula ahí. Tomó de sobre su cama el cilindro y estaba a punto de salir cuando la puerta se abrió dejando ver a Ezra. Ella le miró sorprendida de su aparición, desde su última discución no le había dirijido la palabra y tampoco tenía intención de hacerlo.

—¿Qué quieres?— preguntó seca.

—Hablar.

—Estoy ocupada, Ezra, por si no sabes, divisamos el barco de Clariel— respondió y trató de seguir de largo pero este la sujetó poniéndola de nuevo de frente a él.

—Vamos a hablar, Dianne— dijo imponente y ella alzó las cejas cruzándose de brazos.

—Si vamos a seguir con la misma discución de antes y contigo haciéndote el más macho, te advierto que no acabará bien. Tengo la cabeza en otra parte, Ezra, mejor dejémoslo.

Love You in Black & Blue (Dark Angel IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora