Capítulo XLII

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—¡Ya para, no pienso seguir con esto!— le dijo Killian sujetando a Heian para que no diera un golpe más sobre el corazón.

Llevaban una hora tratando de cortarlo pero lo único que lograban era tener a Diamond agonizando de dolor. Ya Killian estaba al borde de la desesperación, no pensaba dejar que siguiera haciéndose daño.

—Déjale continuar, Killian, es necesario— jadeó ella pero él negó, ya no más.

—No, se acabó, no pienso permitirlo— dijo tajante tomando el rostro de ella entre sus manos que estaba pálido—. Sabes que hay otra manera, si te separas de él...

—No, no puedo, necesito tener donde canalizar mis poderes, ¿entiendes?

Killian bufó alejándose y pasándose las manos por el rostro de lo frustrado que estaba. Necesitaba una solución rápida y justo en ese instante la tuvo.

—Dijiste que los tritones usaban a sus parejas como canal de poderes, ¿verdad?— dijo volteándose hacia ella.

—Es cierto, he escuchado de ello— secundó Heian.

—No, no pienso hacer eso— se negó ella aún débil y temblando.

—Diamond, es la única solución...

—¡Dije que no!— exclamó y se recostó de la mesa de trabajo de Heian que tenía enfrente—. No puedo, no tengo con quien.

—Allaric no dudaría en aceptar, Diamond.

—No pienso atarme a Allaric para siempre, Killian— dijo rotunda— ¿Ya olvidaste que los tritones usan a sus parejas? Lo hacen porque luego de ello esa persona estará atada a ti en un pacto eterno.

—Pero si no lo haces no podremos armar la brújula.

—Sí que podemos— dijo—, solo sigue con lo de antes, en algún momento se romperá.

—Ni se te ocurra dar un martillazo más, Heian— le amenazó Killian y se acercó a Diamond quien ya tenía algunas lágrimas recorriendo su rostro. Las secó con denuedo y la miró a los ojos suspirando—. Yo lo haré.

—¿Qué?— ese fue Heian.

—Yo voy a ser tu canal de poderes.

—No, Killian, no puedo hacerte eso— dijo ella alejándose de él.

—Dianne, soy tu mejor opción, estoy dispuesto a eso y más por ti, te lo debo.

—Pero tú quieres a Clarisse, Killian.

—Y tú a Allaric, ¿no?— dijo él y ella bajó la vista—. Confía en mí, Dianne, deja que haga esto por ti, por favor.

—¿En serio estás dispuesto a atarte a mí para siempre?

—Tampoco viviré tanto— bromeó con una sonrisa en su rostro y ella suspiró con pesadez.

—No quiero hacerte esto...

—Tranquila, creo que tengo un plan...

Killian dejó a Diamond descansando en el taller de Heian y fue en busca de su hermana, no creyó que las cosas se pondrían así pero esto le venía de perlas para lo que tenía en mente. De inmediato la encontró en uno de los pisos superiores, sorprendentemente estaba conversando con Clarisse, ya había notado que se llevaban bastante bien y ahora estaba seguro de que mataría dos pájaros de un tiro.

—Ara— le llamó y esta se giró para verle. Sus ojos coincidieron con los de Clarisse por unos instantes pero le ignoró y miró a su hermana—, necesito que me ayudes, debemos separar a Diamond de su corazón de diamante para poder utilizarlo.

Love You in Black & Blue (Dark Angel IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora