Capítulo 07.

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Era la hora del desayuno y tanto Sana como Tzuyu estaban en el comedor, la tensión se podía notar, y de eso Chaeyoung se pudo percatar

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Era la hora del desayuno y tanto Sana como Tzuyu estaban en el comedor, la tensión se podía notar, y de eso Chaeyoung se pudo percatar. Ninguna de las dos princesas se atrevían a mirarse, aún se sentían apenadas y avergonzadas de lo sucedido la noche anterior.

— ¿Y a ustedes que les pasa? —pregunto la menor de los Chou.

— No te importa —gruño levemente la mayor.

— Uy, pensaré que tuvieron sexo —dijo bromeando, sonrojando a las dos contrarias— No me digan que si tuvieron... —dice al notar el sonrojo de ambas.

— ¡No! —exclaman los dos al mismo tiempo.

La menor de los alfas pudo respirar tranquila— Ya me había asustado, no quería ser tía tan pronto —dice para después suspirar.

— Ni siquiera ha sido la boda, cálmate un poco —regaña la mayor.

— Pues no me hagan pensar cosas erróneas —dijo mientras frunce el ceño.

Sana y Tzuyu siguieron comiendo, tratando de ignorar los comentarios que daba la menor de las alfas. La mayor solo gruñía de vez en cuando, un poco irritado por los comentarios de su hermana menor.

— Entonces, ¿Cuando tendrán sexo? — aquel comentario salió de la boca de Chaeyoung.

Antes de que Tzuyu pudiese regañar a su hermana, la puerta del comedor es abierta, entrando por allí los reyes de Daegu. Sana al notar eso se levanta de su asiento y hace una reverencia, que corresponden ambos reyes.

— Chaeyoung, ¿Qué clase de preguntas le haces a tu hermana y a Sana? —cuestiona el rey, haciendo que la sonrisa de la menor de las alfas se desvanezca

— Este... pues yo... ¡Creo que debo irme! —dice para después salir corriendo.

Ambos reyes niegan con la cabeza debido al comportamiento de la menor de sus hijas. Después de aquello, los reyes se acercan a Sana y a Tzuyu.

— Tzuyu, nos ha llegado una invitación a una boda, ¿Querrás ir? —cuestiona el rey.

— ¿De quién es la boda? —pregunta ella.

— Kim Dahyun y Cha Eunwoo —responde y aquello le sorprende a la Omega.

— ¿Dahyun? ¿Princesa de Incheon? — pregunta Sana con un brillo en sus ojos.

— Sí, ¿La conoces, Sana? —cuestiona con una sonrisa la reina.

— E-Es mi prima —dice Sana mientras juega con sus manos.

Ambos reyes se sorprenden por la información, y la joven alfa también; ninguno sabía que Sana era la prima de Kim Dahyun.

— Pues está decidido, iremos los cinco a la boda —dice la reina.

— ¿Cinco? —pregunta confundida Tzuyu.

— Chaeyoung también irá, no la dejaré aquí sola —responde la omega.

Sana estaba feliz, volvería a ver a su prima Dahyun. Lo que le confundía es que no sabía que ella estaba comprometida con alguien.

[...]

Pasaron tres días, y las tres princesas y ambos reyes ya estaban llegando a Daejeon, dónde se llevaría acabo la boda. Sana se sentía ansiosa de ver a su prima, pero tenía miedo de que Jeongyeon estuviese allí.

Por fin llegaron al castillo, dónde notaron que los reyes de Daejeon y la princesa junto a su prometido que ya los estaban esperando, habían llegado un día antes de la boda.

Del carruaje primero bajaron los reyes, y tras ellos Sana y Tzuyu junto a Chaeyoung. La rubia omega lo primero que hizo fue buscar con la mirada a Dahyun, la cual se encontraba sorprendida al verla con los reyes de Daegu.

— Muchas gracias por venir —se inclina el rey de Daejeon.

— Muchas gracias por la invitación —el rey de Daegu también se inclina.

Los cuatro reyes se empezaron a adentrarse al castillo y tras ellos iban las princesas. Todos llegaron a una sala, dónde los reyes se dispusieron a dejar a las chicas, mientras ellos se iban a algún lugar más tranquilo. Cuando los reyes se fueron, Dahyun y Sana se miraron con una sonrisa.

— ¡Sana unnie! —exclama la menor.

— ¡Dahyunnie! —exclama la mayor.

Ambas se abrazan con fuerza, hace mucho que no se veían. Y ambas estaban felices de verse, que se la pasaron ignorando a los tres alfas que estaban allí.

— ¿Es tu Omega? —el príncipe de Daejeon se acerca a Tzuyu.

— Pues... estamos comprometidas — sonríe con nerviosismo la azabache.

Antes de que cualquier otro pudiera hablar, la puerta se abre; y cuando Sana nota quién está allí, se queda petrificada y siente como el aire escapa de sus pulmones.

— Oh... miren quien está aquí —sonríe quién acaba de entrar.

Sana frunce el ceño al notar que tal alfa de acercaba a ella. Tzuyu simplemente veía fijamente a aquella alfa que se acercaba a Sana, sin saber quién era.

— ¿No vas a darme un abrazo, Sanita? — se burla ella abriendo sus brazos.

— Aléjate de mí —reclama la rubia.

— No estás en la posición de ordenarme algo, Omega —se ríe aquella castaña.

Los demás en esa sala veían con sorpresa el odio que se tenían aquellas dos, excepto Dahyun; que ya sabía quién era aquella alfa y el porque Sana le tenía tanto miedo.

— Vamos, Sana. ¿No me has extrañado desde que te fuiste? —dice haciendo un puchero.

— No, he estado más feliz en Daegu que en Seúl, sin ti —reclamo la omega.

— Yo si te extrañe, no me divierto tanto como antes —añadió con una sonrisa burlona.

De un momento a otro, ambas princesas se encontraban viéndose fijamente y con odio en sus ojos; Sana ya no le tenía miedo a esa alfa, se sentía extrañamente protegida con Tzuyu en el mismo lugar que ella, además de que no estaban completamente solas.

La castaña se acerca a Sana, pero una mano se lo impide, Dahyun estaba impidiendo que la chica se acercará más a Sana. No quería que ambas se pusieran a pelear con gente viéndolas.

— Dahyun, déjame darle un abrazo — mientras agarra la mano que le impide acercarse a la rubia.

— No se pondrán a pelear aquí —regaña la Omega menor.

— No peleare con ella, simplemente la abrazaré —dice frunciendo el ceño.

— ¡No te quiero cerca de mí! —exclama la rubia mientras le daba la espalda a la castaña.

— Vamos, solo te quiero dar un simple abrazo; después de todo eres mi hermana —en aquel momento Tzuyu entendió porque Sana odiaba tanto a esa alfa.

— Vamos, solo te quiero dar un simple abrazo; después de todo eres mi hermana —en aquel momento Tzuyu entendió porque Sana odiaba tanto a esa alfa

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