My Princess ╏ SaTzu

Capítulo 13.

Tzuyu se acerca hasta estar a un lado de la cama, Sana sonrió al notar que los ojos de la mayor tenían un brillo.

— Sana... yo... —la alfa estaba nerviosa— ¿Me dejas entrar al nido? —pregunta.

La azabache noto que Sana asentía, así que emocionada, se acerca a la cama, recostandose en esta, dentro del nido. La omega se acerca a la alfa y ella la abraza rodeando su cintura, la omega acerca su rostro al pecho de la mayor, sintiendo calidez por la presencia de la alfa.

Ambas estaban en su mundo, pero repentinamente la puerta es abierta. Un sirviente entro a la habitación, y Sana inmediatamente empezó a chillar por el hecho de que otra persona estuviese viendo su nido. La alfa se empezó a alterar.

Tzuyu le gruño al sirviente al sentir como miraba el nido, solo ella podía estar allí junto a su omega. Tzuyu se acerco rápidamente al sirviente, la alfa estaba furiosa; porque cuando alguien desconocido ve o entra al nido de un omega, desata la gran furia de su alfa y el miedo del omega.

— ¿¡Tú qué haces aquí!? —no pudo resistir a su voz de mando.

El sirviente empezó a temblar, el solo iba a ir a avisarle a la pareja que la cena estaba servida y por eso había llegado a la habitación, pero cometió el grave error de no tocar la puerta.

— Te estoy hablando, ¡Has asustado a mi omega! —la alfa le reclama.

— L-Lo si-sien-to... —el sirviente se encontraba demasiado asustado.

— Has visto su nido —Tzuyu seguía furiosa.

Un chillido captó la atención de Tzuyu, la omega seguía alterada por la presencia del sirviente cerca de su nido y se estaba asustando.

Tzuyu rápidamente empujó fuera de la habitación al sirviente y cerro la puerta. La alfa estaba dispuesta a agredir a aquel sirviente por asustar a la omega; pero antes de que pudiese llegar a golpearlo, sus padres llegaron y la detuvieron.

— ¡Tzuyu! ¿¡Que te sucede!? —su padre la sostuvo por los brazos.

La reina se acercó preocupada al sirviente, revisando que este no tuviese nada. Ambos reyes notan los ojos rojos de la princesa, sabían que algo debió haber alterado a su lobo. La omega le dió la orden al sirviente de que se retirará, y este aún asustado, acato la orden.

Tzuyu empieza a inhalar y exhalar, tratando de calmarse a si misma. De un momento a otro, recuerda a Sana y lo asustada que estaba. Iba a abrir la puerta, de no ser porque sus padres estaban detrás de ella, dispuestos a entrar tras su hija.

— No quiero que entren a la habitación —pidió Tzuyu tranquilamente.

— Primero debemos hablar —dice su padre serio.

— Primero debo ver si mi omega está bien —gruño Tzuyu, entrando rápidamente a la habitación.

La azabache le puso llave a la puerta, para asegurarse de que sus padres no entren. La alfa se acerca a la cama, dónde Sana se encontraba llorando, el hecho de que alguien viese su nido había lastimado de cierta forma a su lobo.

— Sana... —susurra la azabache acercándose a la cama.

La alfa al ver que la omega no le negaba acercarse, decidió entrar nuevamente al nido. La omega seguía llorando, pero el abrazo que le dió la alfa la tranquilizó. Tzuyu libero más de su aroma de café y menta, y la rubia rápidamente posó su nariz en el cuello de la mayor.

Después de un rato, Sana cayó dormida, aquello le dió la oportunidad a Tzuyu de salir del nido aún cuando quería quedarse ahí pero debía hablar con sus padres.

Tzuyu llegó al comedor, era hora de la cena y sus padres y hermana estaban allí. Los reyes inmediatamente posan sus ojos en la mayor de sus hijas, aún estaban confundidos por la actitud de ella hace unos ratos.

— Tzuyu... —llamo su madre cuando la azabache se sentó en su lugar de la mesa.

— Hija, necesitamos que nos digas que fue lo que te alteró hace unos minutos atrás —el rey pidió.

— Es que... yo... —A Tzuyu le incomodaba tener que decirles a sus padres todo.

— Tzuyu, tienes que decirnos que pasó —pidió con tranquilidad su madre.

Tzuyu no quería decir nada, no quería decirle a su familia que Sana había hecho un nido, no quería que los demás supieran aquello. Por otro lado, Chaeyoung veía a su familia con confusión en su rostro, no sabía que sucedía.

— Sana... ella... —la azabache empezó a hablar— Sana hizo un nido en la habitación —suspiro la alfa.

Ambos reyes y la menor de las hermanas se sorprendieron. Ninguno había pensado en aquello y no creían que la omega hubiese hecho un nido, porque los omegas solo construyen los nidos cuando están en celo y ya habían encontrado a su pareja o cuando están en estado.

— El sirviente entro a la habitación y Sana se asusto y yo me enfade —Tzuyu explicó— Quise golpear a ese sirviente... Él asustó a Sana y...y vio su nido.

— Sana... ¿Ella te dejo entrar a su nido? —cuestionó la reina.

— Sí... en su nido había ropa suya y mía —aquello sorprendió a los contrarios.

Después de decir eso, Tzuyu se paró de la mesa, agarró un plato de comida que sabía que le respondía a Sana y se lo llevó, dispuesta a dárselo a la omega que no había comido nada.

Los reyes quedaron sorprendidos, ellos sabían lo que quería decir el hecho de que Sana hiciera un nido con ropa de Tzuyu y que la dejase entrar.

— Tú crees que... —la reina le hablo a su alfa.

— Creo que ellas son pareja predestinada —suspira sorprendido el rey.

— ¿Están diciendo que comprometieron a mi hermana con su destinada? —pregunta Chaeyoung.

— Eso parece... —responde la reina.

— Vaya suerte tuvieron esas dos —ríe la menor para después retirarse de la mesa.

Los reyes sintieron tranquilidad al saber aquello, si eran predestinadas, iba a ser más fácil que ambas aceptarán la boda que venía en camino, solo faltaba que ellas se dieran cuenta que eran predestinadas.

Aunque ambos sabían todo, otra cosa es que no dijeran nada.

Mañana subo otros más uwu