Capítulo 09.

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Sana se asusta al escuchar el grito de Jeongyeon, y reacciona al notar como había caído sobre la entrepierna de su hermana menor, pero el que le haya dolido solo hace sonreír a la mayor

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Sana se asusta al escuchar el grito de Jeongyeon, y reacciona al notar como había caído sobre la entrepierna de su hermana menor, pero el que le haya dolido solo hace sonreír a la mayor.

— ¡SANA! —exclama Jeongyeon mientras agarraba la mano de la rubia.

— ¡JEONGYEON! —exclama igualmente la rubia.

Sana inmediatamente se aleja de Jeongyeon y se acerca a Tzuyu al notar la mirada que tenía la castaña, la azabache lo único que hace es gruñir como advertencia al alfa para que no se acerque.

— Que intenso... —susurra Chaeyoung.

— ¿Qué hacían las cuatro en la cama? Y más importante, ¿Qué estaban haciendo tú y Sana? —el rey de Daegu apunto a la mayor de sus hijas.

— ¡Papá! Cuando entramos estaban apunto de tener sexo —exclamó la menor de los Chou.

— ¡No es cierto! —grita Tzuyu.

— Yo las ví —dice Jeongyeon levantándose de la cama.

- ¿Antes de la boda? - pregunta sorprendido el rey de Daegu.

— ¡No íbamos a tener sexo! —exclama Tzuyu enojada.

— Solo iba a ser un besito... —susurra por lo bajo la Omega.

— ¡Hijo, me asustas! —regaña la reina de Daegu a la menor de sus hijas mientras frunce el ceño.

— Esas dos están progresando más de lo que pensamos —dice con orgullo el rey de Seúl.

— Como empalagan —dice Jeongyeon con asco— Yo jamás tendré Omega.

[...]

En ese momento Dahyun y Sana se encontraban en el jardín del castillo, estaban platicando un poco de las cosas sucedidas mientras no se habían visto.

— ¿Por qué no me dijiste que te ibas a casar? —Sana le pregunta a Dahyun.

— Fue matrimonio forzado —suspiro la Omega azabache— Mi lobo no quiere a Eunwoo.

Sana se sintió un poco identificada, excepto por la parte del lobo; la rubia sentía como su lobo siempre estaba feliz cuando Tzuyu estaba cerca. Sin querer recordó lo sucedido en el bosque hace algunos días y se sonrojo un poco.

— ¿Y quién es esa alfa con la que estabas? —pregunta esta vez la menor— Se ve que te quiere y que tú la quieres.

— E-Ella es Chou Tzuyu... la princesa de Daegu —dice la rubia.

— ¿Cómo se conocieron? Su amor se nota demasiado —aquel comentario de la menor sorprendió a Sana.

— N-Nosotras también estamos comprometidas a la fuerza —confiesa la mayor.

— ¿Bromeas, no? —pregunta Dahyun alzando una ceja— Ayer en la noche te protegió como si fueras su Omega

Inevitablemente la rubia pensó en esa mañana, en como estuvieron apunto de besarse si no fuera por las hermanas de ambas. También pensó en como el aroma de la alfa la tranquilizaba y como siempre se sentía protegida por ella; nuevamente recordó lo del bosque, como su lobo le gustaba como la alfa lamía su vientre, una zona que los omegas solo muestran a sus alfas.

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