Capítulo 12.

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 Sana sintió el dolor aumentando y soltó un pequeño quejido

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Sana sintió el dolor aumentando y soltó un pequeño quejido. Tzuyu se sobresalto al notar como Sana se volteaba, sosteniendo su vientre y con rostro de dolor; inmediatamente se preocupo y al pensar que le había hecho daño a la rubia.

El aroma de la rubia empezó a sentirse por toda la habitación. Sana sintió lubricante en su entrada, y allí es cuando supo que el celo se le había adelantado.

— ¿Estás b-bien? —la mayor se le dificulto hablar debido al fuerte aroma de la rubia que le estaba atrayendo.

— M-Mi celo...s-se adelanto —habla con dificultad la omega.

Tzuyu no piensa otra cosa más que en posicionarse entre las piernas de la rubia, la cual simplemente se deja llevar. La alfa estaba excitada, el aroma de la rubia ya le había dado un problema en sus pantalones. La azabache solo se deja llevar por su lobo, sus ojos se volvieron rojos, dando a entender que lobo interior dominaba.

Sana veía con lujuria a la mayor, se dejaba llevar por el celo. La azabache va desabrochando la blusa de la rubia y pasa sus manos por toda la cintura descubierta de la rubia, quién gimió por el toque. La alfa se quitó su propia camisa y estaba quitándole el pantalón a la rubia, cuando la puerta se abre.

Tzuyu gruño al sentir el aroma de dos alfas en la habitación; su padre y su hermana menor estaban allí junto a su madre. Los tres se sobresaltan al ver lo que estaban haciendo ambas y reaccionan rápidamente al sentir el aroma de Sana.

— ¡Tzuyu, aléjate de Sana! —exclama el rey.

No —Tzuyu se sienta apoyándose en el respaldo de la cama.

La alfa atrajo a Sana a su pecho, quedando la rubia entre sus piernas y con su espalda pegada al pecho de la mayor. La azabache se encontraba alerta al sentir a otros alfas cerca de la omega en celo.

— Tzuyu, por favor. No es tiempo aún —su madre suplico.

La azabache siguió gruñendo, aún abrazando a Sana, quien se sentía intimidada por aquellos otros dos alfas. Chaeyoung trato de acercarse a la pareja, pero la omega chilló levemente y aquello fue suficiente para que Tzuyu le mostrará sus colmillos a Chaeyoung mientras gruñía con fuerza.

— ¡Tzuyu, eso no se hace! —su madre regaño a la mayor.

Chaeyoung tuvo miedo, por lo que salió corriendo de la habitación. La reina se acerca a la pareja, sabiendo que Tzuyu no le haría nada al ser omega, y así fue. La azabache dejo de gruñir al notar que era su madre la que se acercaba.

— Tzuyu, por favor —su madre susurra.

Jihyo toca la puerta de la habitación, y Tzuyu se pone alerta nuevamente, pero se relaja al ver qué era una omega.

— S-Su majestad, a-aquí está el s-supresor que me p-pidió —la omega se encontraba asustada por Tzuyu.

— Gracias, Jihyo —agradece la reina y la joven omega se retira rápidamente, no sin antes hacer una reverencia.

La reina se acerca a Sana y le extiende el supresor líquido en una pequeña botella. La rubia lo agarra y lo traga rápidamente, sintiendo como el dolor en su vientre disminuya. La alfa al notar que Sana ya no estaba vulnerable, la soltó, pero ninguna de las dos se separo, hasta que la reina y el rey se retiraron.

— Y-Yo lo siento —susurra Tzuyu.

— N-No importa, y-yo me deje llevar por el celo —Sana se separa de la alfa y recoge su blusa que estaba en el suelo.

Sana va hacia el armario y saca un vestido sencillo color amarillo, junto a unos zapatos bajos blancos para después dirigirse al baño y poder cambiarse de ropa.

Tzuyu en esos momentos se puso a pensar en lo que estaba apunto de hacer, pero un dolor en su entrepierna la saco de sus pensamientos; aún tenía un problema que resolver.

La azabache noto que Sana salía del baño y después se retiró del cuarto, dejando a la alfa sola, y esta aprovecho para poder atenderse así misma.

[👑]

Tres días pasaron desde aquel acontecimiento, el celo de Sana aún no terminaba y aquello tenía loca a Tzuyu. Cuando despertaba por las mañanas podía sentir el aroma de la rubia, pero esta despertaba y tomaba su supresor rápidamente.

Aquel día Sana decidió quedarse todo el día en la habitación, pues su celo estaba en el punto máximo y no quería toparse con algunos guardias alfas por allí.

La omega tuvo la gran necesidad de dirigirse hacia su armario, y así lo hizo; agarró unas de sus ropas y tuvo la necesidad de agarrar algunas camisas de Tzuyu junto a algunos pantalones, así que los tomó. La rubia puso todo en la cama esparciendo las prendas por toda la superficie.

Sana fue al armario y agarró más camisas de la alfa y las puso en la cama, después cerró el armario y se dirigió sonriente a la cama, acomodando todo como ella quería. Antes de acostarse, se dirigió a la ventana y cerró las cortinas dejando la habitación a oscuras. La omega se acostó en la cama hecha un ovillo mientras abrazaba la almohada que usaba la alfa al dormir.

Sana durmió un rato así, hasta que escucha como la puerta es abierta, inmediatamente se pone alerta para ver quien era el que entraba, pero se tranquilizó al notar que era Tzuyu la que estaba ahí.

Tzuyu había decidido ir a ver cómo se encontraba la omega, pero jamás se imagino que al entrar encontraría a Sana en la cama, la cual había convertido en un nido. La alfa se acercó lentamente, pero su sorpresa incremento cuando vió que la rubia había puesto prendas suyas en el nido.

La azabache se sintió feliz, notando como su lobo interior agitaba su cola, orgulloso de lo que veía. La alfa se da cuenta de la mirada que Sana le da, ella estaba siguiendo todos los movimientos de la alfa.

Tzuyu sentía una gran necesidad de querer entrar al nido y abrazar a la omega, pero sabía lo recelosos que podían ser los omegas con sus nidos. Así que debía preguntar.

¿Quieren otro capítulo, aprovechando que no tengo nada que hacer? Jsjs

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