My Princess ╏ SaTzu

Capítulo 38.

Mark bajaba hacia donde la armada de Busan se encontraba con todos los guardias de Seúl y Goyang a sus espaldas, el capitán de la guardia de Goyang estaba a  su lado para ambos dirigirse hacia el campo de batalla.

Las tres reinas se habían quedado en el castillo, donde vigilarían que todo estuviese en orden, por lo que los capitanes de la guardia debían ser los que arreglaran los asuntos.

— Capitanes Mark Tuan de Seúl y Lee Taemin de Goyang —dijo el capitán de Busan. 

Ninguno de los dos contrarios estaba feliz de tener que toparse con el capitán de la guardia de Busan, quien tenía una sonrisa burlona en su rostro.

— ¿Por qué no solo detenemos esto? —Cuestiona Mark.

— Lo siento, aunque quisiera no soy yo quien detendrá a toda esta armada. Tengo un rey que me ordena —suspira el contrario.

— No debemos hacer esto, hay cachorros en el pueblo y hasta en el castillo —dice casi desesperado el castaño— Te lo imploro, Hoseok. No empecemos algo de lo que nos arrepentiremos más tarde —pide Mark.

— ¡Solo denme a la princesa Nayeon debe estar con su padre! —exclama furioso Hoseok.

— ¡Ella debe estar con su alfa, es con quien pertenece! —hablo Mark— ¡Esta es una guerra, algo que se puede detener, mataremos a muchos si no lo hacemos!

— Lo siento tanto, Mark —dice cabizbajo el capitán de Busan— Mi rey me pidió no detenerme bajo ninguna circunstancia. 

— ¡Hoseok, no! ¡No lo hagas, hay cachorros que se involucraran en esto! —Mark trata de hacerlo razonar.

— Perdóneme por esto... —susurra para después levantar su espada por lo alto.

Ante ese movimiento, los guardias de Busan se alistaron y cuando el capitán levanta la vista, se le ve con lagrimas en los ojos. Este hace su último movimiento, apuntando su espada hacia enfrente.

Los guardias de Busan empezaron a moverse al frente y Seúl junto a Goyang no tardaron en defenderse. Hoseok y Mark se miraban con tristeza, por haber empezado algo que no acabaría bien, algo que asesinaría a miles de personas.

Mark furioso agarro su espada y trato de atacar al guardia de Busan, pero este se supo defender bien. Ambos luchaban sobre sus caballo, mientras Taemin mataba a todos los guardias de Busan que trataban de acercarse a la pelea de los capitanes de Busan y Seúl.

Cuando Hoseok empieza a perder fuerza, decide salir rápidamente de allí. Estaba escapando, pero cuando los tres capitanes voltearon hacia su campo de batalla, notaron que Busan iba ganando.

— No... —susurra Mark.

— ¡Mark, ve por Bang Chan y dile que los guardias de Daegu deben venir rápido o perderemos! —exclama Taemin aun peleando.

El castaño asiente y con su caballo se dirige a las afueras del bosque, donde los guardias de Daegu yacían escondidos. Chan se acerca al reconocer a Mark.

— Los necesitamos, Busan esta ganando —confiesa Mark.

— ¡Ya escucharon todos, vamos a ayudar a Seúl y a Goyang! —exclama.

Mark y Chan se acercaban a donde la batalla se estaba dando. El castaño vio con dolor  como mataban a uno de sus hombres que lucho con valentía por su pueblo.

— No podemos distraernos —dice Bang Chan.

El castaño asiente y va hacia donde Taemin luchaba con Hoseok. Mark pensó que este ya se había ido, pero al parecer estaba equivocado.

Con Daegu en el campo, Busan empezó a perder fuerzas. El capitán de Busan veía con pánico aquello, le había fallado a su rey.

— ¡Vámonos! —grita con fuerza tras darle una triste mirada a los otros tres capitanes de la guardia.

Todo Busan empezó a retirarse tras haber escuchado el grito de su capitán. Los pocos guardias que quedaron vivos de Seúl, Goyang y Daegu volvieron al castillo. 

La noche ya había caído en lo que todo aquello sucedía. Los guardias heridos fueron llevados inmediatamente a la enfermería del castillo. Mark, por otro lado, había logrado salir de allí ileso, pues no por nada era el capitán de la guardia.

— Lo hicieron bien... —dice Jeongyeon cuando llega junto a Mark

El castaño sonríe agotado para después desmayarse, estaba demasiado cansado. Jeongyeon preocupada se acerco a su mejor guardia y con ayuda de Chan y Taemin lograron llevarlo a su habitación, donde lo posaron en la cama. 

Jeongyeon llego con Tzuyu y Momo a la entrada del castillo, donde Dahyun cargaba y arrullaba al cachorro de Sana.

— Nayeon y Sana quedaron dormidas —dice Dahyun y las alfas de las omegas mencionadas asienten— Traje a Minju conmigo para que Sana pudiera descansar bien —le dice a Tzuyu, quien asiente comprensiva. 

— ¿Y los sirvientes? —pregunta Jeongyeon.

— En sus habitaciones, no se les dejo salir de allí durante el ataque —Dahyun hablo, entregándole la cachorra a Tzuyu y las acciones de la peligris fueron seguidas por la mirada de Momo.

— ¿Podrías prepararme un té? —pregunta amablemente la menor.

— Esta bien... —suspira la omega, sabiendo que los reyes estarían cansados— ¿Ustedes quieren algo? —le pregunta Dahyun a las otras dos reinas.

— Yo también quisiera un té —pide Momo.

— Yo no quiero nada, voy a ir arriba con Sana —dice Tzuyu y se pierde de vista.

Tzuyu abrió la puerta de la habitación donde vio a Nayeon y a Sana abrazándose mientras dormían. La azabache se acerco a la cuna que estaba a un lado de la cama y allí coloco con cuidado a su cachorra.

La puerta se abrió y Jeongyeon entro, la castaña observo a su omega en la cama y sin dudar se acerco a esta, cargándola para después dirigirse a hacia su propia habitación.

Sana despertó cuando sintió la cama vacía, pero se alivio inmediatamente cuando vio a Tzuyu allí junto a la cuna.

— Tzuyu... —susurra la rubia.

Tzuyu inmediatamente se acerca a su omega y la abraza. La azabache besa con amor a su omega y esta sonríe entre el beso.

— Ganamos —y tras decir eso, la azabache beso nuevamente a la rubia.

después de tanto tiempo xd