6

2.4K 299 80
                                    

Ambos cuerpos estaban bañados en sudor, el olor a sexo se percibía por toda la habitación, el cuerpo débil y agitado de Hoseok aún debajo del cuerpo de TaeHyung, siendo embestido de una manera brutal, sintiendo su cuerpo flojo, dejándose a disposición de Kim, dejando que este hiciera cualquier cosa con el.

-Señor Kim ~- gimio Hoseok cuando este dio justo en su punto sensible, haciéndolo ver las estrellas. Temblando en anticipación cuando sintió su orgasmo llegar, manchado su abdomen y el de TaeHyung con el líquido espeso y caliente.

Gritando el nombre contrario cuando sintió la liberación de este dentro de él, siendo llenado hasta las entrañas, casi cayendo inconsciente por tan placentera sensación.

Y con TaeHyung no fue lo contrario, cuando se liberó dentro de Hoseok sintió tocar las estrellas, su cuerpo temblando de pies a cabeza como un chiquillo puberto acabando de experimentar su primer orgasmo.

Bajo su vista al pequeño cuerpo bajo el, quien tembloroso sollozaba quedito, balbuceando palabras que no podía llegar a comprender.

Se desplomó sobre él sin llegar a lastimarlo, anhelando tanto algo que no podía hacer, acerco su boca a la sudorosa frente de Hoseok y le dio un pequeño beso, susurrando palabras que a Hoseok le aceleraron el corazón, no llegando a comprenderlas del todo.

- Eres mío Hoseok, y no pienso compartirte con ningún hijo de puta- dijo acercando sus bocas anhelando tanto poder besarlo, rozando sus labios saboreando los finos labios sin siquiera haberlos probado.





Kim TaeHyung era quizá uno de los más peligrosos mafiosos de la ciudad de Seúl, era considerado como el asesino más experimentado y profesional, no dejando evidencia ni testigos en sus actos ilícitos.

Aunque ahora mismo se encontraba condenado a cuatro años de prisión por portación de armas -(puesto que no podían confirmar nada más)- su reputación seguía siendo intachable, su clan el más respetado, siendo ahora mismo dirigido por su mano derecha y pareja Min Yoongi.

Quien al principio se veía reacio a llevar tal carga, había hecho hasta ahora un buen trabajo con la exportación de sustancias ilícitas y armas.

Min Yoongi, un simple chico de pueblo quien había llegado a la ciudad en busca de una mejor oportunidad de vida, había caído en las manos de la mafia, siendo su astucia, destreza e irremunerable belleza su mejor arma, llegando a cautivar al señor Kim, padre de TaeHyung, quien había pensado que casar a su hijo con dichoso chico le llevaría a la cúspide del poder.

Y así fue, pues ahora gozaban del poder de casi todo Corea.

Yoongi no era más que un señuelo, un arma letal que, a decir verdad era necesario en la vida de TaeHyung quien se había negado a casarse, alegando que no pasaría el resto de su vida con un simple mojigato como solía llamarle antes.

Pero allí estaba, ya a cinco años de casados, cinco largos y tediosos años donde aprendió que unas simples palabras pueden arruinar la vida de una persona volviéndola fría y oscura.

.

- Yoongi está actuando raro en estas últimas visitas- dice TaeHyung dirigiéndose a Namjoon quien se encontraba recostado en la mohosa pared.

- ¿Porque? ¿Acaso ya no quiere tener sexo contigo? - pregunta Nam sonriendo burlón - que pasa hombre ¿ El mojigato ya se entero que hay un mejor culo en el cual te corres eh?.

CONJUGAL VISIT (VHOPE)+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora