Always By Your Side ✧⋆ Kookmin

17. "Celos"

Su cabeza daba vueltas, con recuerdos borrosos de la noche anterior pasando por su mente. Su camiseta estaba pasada a un fuerte olor a alcohol mezclado con tabaco, y eso que él no fumaba.

Tomo su cabeza la que dolía a horrores por la resaca que tenía. Saco las sábanas blancas que lo cubrían de su cuerpo, dejando al descubierto sus piernas que para s sorpresa estaban desnudas. Su ceño se arrugo un poco, confundido. Que el recuerde no duerme sin ropa interior.

Pero un movimiento a su lado lo asusto, saliendo de la cama al instante cuando se percató de un chico que dormía boca abajo.

–¿Qué mierda? – Se pregunto. Entonces algo en su cabeza hizo un clic. Ahora todo tenía razón.

El cuerpo se volvió a mover emitiendo un sonido con su garganta y Taehyung se volvió a asustar al ver el rostro pálido del chico.

–No puede ser. – Murmuro pasando sus manos por su rostro, frustrado.

De pronto el miedo se fue de su mente y la rabia lo consumió, así que decidido se levantó del suelo y tomo una almohada para golpear en el rostro al pálido que dormía, totalmente tranquilo. Pero cuando vio que este solo se cambió de posición, se sentó en sus rodillas y volvió a golpearlo una y otra vez hasta lograr despertarlo.

–¿Qué haces? – Pregunto tomando las muñecas del castaño parando sus golpes.

–¿Qué haces tú en mi cama? – Contraataco. –¿Y desnudo? – Lo señalo, alejándose.

–Tú no estás muy diferente que digamos. – Dijo sentándose, sin importarle mucho estar en esa condición.

La rabia que se hacía notar en sus ojos era clara, y Yoongi estaba al tanto del porque su compañero de cama estaba así.

Bueno... más que rabia era frustración. Haber dormido y quizás hecho algo más con el mejor amigo de su hermano mayor era... raro, o más bien, nuevo. El pocas veces pasaba la noche acompañado y menos con alguien así.

–No recuerdo nada de lo de anoche, despierto y te veo aquí, como si nada.

–¿Nada de nada?

–Nada de nada. – Repitió.

Ahora si entendía mucho mejor.

[🍂]

Un ramo de rosas de pronto apareció frente a él, tomándolo por sorpresa. Las tomo con cuidado y se giró sobre su sitio para poder mirar a un chico alto y de cabello negro. Alguien que de verdad no era el que imaginaba. Con nerviosismo abrió su boca para poder decir, pero nada pudo salir al sentirse observado por los clientes que bebían a gusto sus cafés, jugos y malteadas.

–¿Te gustaron? – Pregunto Jae siguiendo los pasos del rubio. Este dejo el ramo a un lado del mesón y se giró hacia él.

–Están lindas. Gracias por el detalle. – Sonrió, tomando un vaso de plástico para comenzar a hacer una malteada.

–No es nada. – Rasco su nuca con una sonrisa. –Se que te gustan las rosas y quise darte un par de ellas. – Con confianza se apoyó en el mesón mirando cada movimiento del rubio.

Él sabía que haciendo esto solo incomodaba más a Jimin con su simple presencia, pero no pensaba dar su brazo a torcer con él. Tenía solo dos salidas: ser rechazado ganando solo su amistad o ser aceptado e intentar algo. Y aunque veía algo difícil la última opción, no se daría por vencido.

–¿Tengo algo? – La voz de Jimin llamo su atención.

–¿Qué? ¿Por qué?

–Me mirabas mucho.