Always By Your Side ✧⋆ Kookmin

27. "Adiós"

Léanlo con la canción que esta en multimedia.

La nieve caía con mas fuerza cada minuto que pasaba, y eso no ayudaba de mucho en ese momento. 

Sus silenciosas lagrimas caían por sus heladas mejillas sin intenciones de parar mas que sea por un minuto, pero para su sorpresa, lo que menos quería era detenerse.  

Su cabello ya estaba totalmente blanco y sus manos tan rojas que dolían con tan solo moverlas. 

La vergüenza que tenia lo obligo a levantarse de allí al percatarse de todo el tiempo que estuvo ahí solo. La rosa que mantenía en una de sus manos ya estaba blanca por la nieve, así que sin importarle la tiro al suelo, viendo que en menos de cinco minutos ya estaba bajo la nieve. 

Ya estaba por irse cuando un claxon le llamo la atención. Del auto que estaba a menos de diez metros, salió su mejor amigo con una chaqueta directo hacia el, para arroparlo, mientras que Lisa tomaba su rostro procurando que estuviera bien. 

Y de nuevo se dio la oportunidad de romper en llanto, llanto que le partió el alma a ambos, así que sin mas lo abrazaron, repitiéndole que todo pasara y que no se preocupara. 

Ya en menos de una hora estaba en el departamento, acostado en la cama de JungKook, arropado hasta las orejas para que entrara en calor. 

Normalmente el no era una persona que dejara ver sus emociones, pero sentía que esta era una de las ocasiones que realmente lo necesitaba. 

Pero en el fondo, sabia que aquel dolor se iría en menos de un mes, de eso estaba seguro. 

O eso estaba tratando de convencerse a si mismo. 

                                [🍂]

Sus pasos resonaban por el silencioso pasillo de aquel edificio, miro la hora en su reloj 22:33. Avanzo un poco mas y dio un suspiro tembloroso, alzo su puño y toco la puerta frente a el. 

Ruidos  dentro del departamento se escucho antes de que la puerta sea abierta. La silueta del frágil cuerpo se dejo ver. Y algo dentro de su pecho dolió, como una punzada, y es que ver el rostro de su chico enrojecido y sus ojitos brillosos, no precisamente de felicidad, lo sorprendió. 

Jimin estaba igual de sorprendido por su presencia a esas horas de la noche, no se lo esperaba por nada del mundo. Pensaba que con la llamada de hace un rato habia quedado bien y que no vendría. 

-¿Por que me miras así? - Le pregunto el castaño. 

-No te esperaba por aquí. - Susurro, JungKook frunció su ceño, preocupado. Jimin no se escuchaba bien. 

-¿Sucedió algo? - La pregunta salió con cuidado y bajito, levanto sus manos con ademan de tomar su rostro, pero Jimin dio un paso atrás. 

Algo no andaba bien, por lo general Jimin era el que pedía mimos todo el tiempo y que ahora lo rechazara, no era normal. 

Trago saliva, nervioso, presentía que nada aquí andaba bien. Y es entonces que una tercera voz, que provenía de adentro se escucho. 

-¿Quien vino, Jimin? 

Jaebeom, pensó JungKook. 

Su cabeza pronto comenzó a hacer escenarios de ambos para nada buenos. Sus ojos se dirigieron a Jimin, pidiendo una respuesta clara a aquello. 

-Nadie, se equivocaron. - Respondió Jimin, tratando de sonar seguro. Cuando en el fondo tenia un nudo en su garganta y una opresión en la zona de su corazón. 

¿Habia escuchado mal? ¿Qué es lo que hacia? 

La puerta estaba siendo cerrada, pero se apresuro a poner su pie para evitar que fuera cerrada con totalidad. 

Jimin lo miro confundido, pidiendo con sus ojos que se fuera, pero eso no estaba en sus planes. Dejo sus modales de lado y sin pensarlo dos veces empujo la puerta, entrando al departamento. 

Pero sus movimientos se detuvieron, cuando vio a un hombre de traje sentado en el sofá y Jaebeom a su lado. 

Park, pensó. Y entonces todo hizo un click, encajando completamente. 

-¿Que pasa aquí? - Sus ojos miraron a todos los presentes. 

-¿Que hace el aquí, Jimin? - Su padre, claramente enojado con su presencia, se levanto. 

-L-lo siento, entro nada mas, no pude detenerlo. - Contesto, nervioso.

Jaebeom sonrió y se acerco al castaño.  

-Adivina. - Dijo, tomando la mano de Jimin mostrándole un anillo, justo en su dedo anular. 

Su alrededor se detuvo, solo era el y ese anillo. Incluso llego a escuchar sus latidos desenfrenados, su pecho se oprimió, el aire le falto por un segundo. No se sentía bien.

Miro a Jimin sin poder creerlo por completo. 

-¿Por que? - Dijo, tratando de calmarse. 

Jimin simplemente lo miraba, llorando, pero eso no le servía de mucho al castaño. No le servía verlo llorar sin decir nada, son explicar nada. 

Se suponía que aquel anillo debía ser dado por el y no por alguien mas. Pero al parecer alguien mas le habia ganado. 

Sin darse cuenta, una lagrima recorría como quería su mejilla, dándose su tiempo. De esas lagrimas que dolían hasta el alma. Ahora entendía un poco el sufrimiento de su amigo. 

¿Este era el fin de ambos? 

-Al parecer fui mas rápido. - Se burlo, con ladina sonrisa en sus labios. 

Lo único que quería en ese momento era irse y olvidar todo lo sucedido en la ultima hora. 

Pero JungKook no se iría con las manos vacías, así que sin importarle, levanto su puño y  lo estampo con fuerza contra el pómulo de Jaebeom. 

Y con eso se fue, no sin antes darle una corta mirada a Jimin y decir. 

-Que tengan suerte. 

Luego la puerta fue cerrada, con dos corazones siendo distanciados a la fuerza, sin piedad alguna. 

Al parecer, ese era un adiós definitivo.  

Gatita si lees esto, perdón.