Capitulo 9. A Little of She

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Llevaba un par de minutos aun sosteniendo el volante en mis manos, usando un par de bermudas y una camisa sin mangas, preguntándome a mí mismo si realmente debería de entrar, o debería sacar el auto del estacionamiento e ir por la chica con la que estoy saliendo y dar una vuelta por ahí como se supone que los ‘novios’ hacen. Mi celular vibro, así que lo tome viendo que había recibido un mensaje.

De Ed O’ Brien: Trae tu culo acá, estamos en la piscina (;

Bueno, yo no había concordado que me llamaran ‘novio’.

Camine por el vestíbulo y me dirigí a la piscina pidiendo un par de indicaciones. Sin duda el lugar era sensacional, tenía ese toque urbano llamativo, además de estar en una zona llena de lugares de entretenimiento. La piscina en el techo estaba rodeada por tumbonas de un lado, y sillones intercalados con tumbonas del otro con un bar al fondo de todo esto, con grandes vistas sin duda, vistas como la de Lucy en un bikini color amarillo con sandalias y lentes de aviador tomando el sol en una tumbona. No sé qué odiaba más, si el que fuera tan hermosa o que todos la estuvieran mirando. Volvió su cabeza hacia mi cuando apenas me comenzaba a acercar sonriendo mientras se sostenía con los codos.

– ¿Qué te tomo tanto tiempo, chico grande? –me senté en uno de los sillones a su lado.

– No sabía dónde estacionarme –me encogí de hombros, rio entre dientes.

– Mentiroso –sonrió acusadoramente, pero lo dejo pasar– ¿Haz comido algo ya?

– No mentía cuando dije que no me había movido de mi cama.

– Me parece estupendo. Comamos entonces, yo tampoco lo eh hecho, temo que mi estómago ahora pueda hablar en otro idioma para que lo atiendan –hizo un puchero y justo su estómago rugió, reímos ante el sonido.

– ¡Joder, creo que habla español! Eso sonó como que quería tacos. Oye ¿Dónde está Ed?

– Fue a cambiarse a mi habitación hace un momento, no creo que tarde –observe el celular de Ed junto a ella.

– ¿Sabías que estaba aquí? –Asintió una vez– ¿Cómo lo sabias?

– De la misma manera en que tú sientes cuando entro a una habitación –su voz fue suave, casi delicada, como si esa frase fuera a destruir todo un mundo, pero creo que era una de las mejores frases que había escuchado desde hace algunos años.

– ¡Dios, mujer! ¿Quieres matarme? –exclamo Ed llegando.

– Lo eh intentado por años… no funciona –fingió estar enojada cruzándose de brazos y recargándose.

– Créeme… funciona. Me sorprende que vinieras ¿no era fin-de-semana-de-Natalie? –se sentó junto a mí, poniendo uno de sus brazos en el respaldo.

– No es como si fuera un niño bajo su custodia, Ed –rodee los ojos.

– A veces no lo parece –me respondió. ¿Por qué demonios se estaba comportando tan hostil?

– ¡Estoy jodidamente famélica! Nos conseguiré comida –se levantó de su asiento y se dirigió al bar con su hipnótico balanceo de caderas, se apoyó en la barra de este y mis ojos no pudieron dejar de mirar lo bien que se veía su trasero en ese bikini amarillo o como el tatuaje de las alas en su espalda se veía realmente impresionante.

– ¿Te molesta que haya venido? –mire a Ed.

– No lo sé, no sé porque reaccione así, lo siento hermano.

– No hay problema, solo no vuelvas a mencionar a Natalie, no ha dejado de molestar con que me reúna con ella.

– ¿Están teniendo problemas?

Fixed Up (Serie Broken Pieces #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora