Fixed Up (Serie Broken Pieces #2)

Capitulo 21. A man's dream

Un puño golpeo la mesa de la sala de conferencias. Jason no se inmuto solo siguió con su mirada fija al frente. Uno de los hombres siguió caminando por la sala, haciendo movimientos rígidos con las manos en un obvio sermón hacia Jason Evans. Habían elegido precisamente la sala de conferencias porque esta tenia puertas de cristal, así todos podían ver como Evans era humillado. Se escuchan los gritos de la reprimenda pero no se entendían con claridad, la puerta tenía que estar abierta para poder escuchar un poco mejor. Evans tenso la mandíbula cuando el hombre de pie señalo hacia afuera, lucia tan furioso que no dudaba en que se levantara y golpeara al hombre en el rostro. El hombre comenzó a reírse, palmeo a su compañero quien hacía lo mismo mientras se inclinaba hacia atrás en su silla, sin duda Evans no disfrutaba el chiste.

– Están machacando al jefe –dijo con angustia Dawson. Todos nos encontrábamos observando la escena desde uno de los cubículos. Llevaba así dos horas. Afortunadamente hoy empezábamos con el entrenamiento a las 10.

– ¡Joder! Mira que empezar tu lunes con una regañina –Ed tomo de su café.

– ¿Y por qué tienen así al jefe los de asuntos internos? –pregunte.

– No lo sabemos. Solo llegaron y lo citaron ahí, ni siquiera se esperaron a que se cerrara la puerta para empezar a quejarse –Ashley hizo una mueca– era algo sobre una de las misiones.

– No puede ser sobre el caso de Chicago –mire de nuevo hacia la sala– nos fue muy bien ahí.

– No tengo idea entonces –Ashley se comenzó a morder las uñas, lo hacía cada vez que se preocupaba. Le aparte la mano de la boca, sonrió avergonzadamente. –Lo siento.

– Humm... ¿Qué estamos viendo? –Lucy se detuvo junto a nosotros. Usaba una playera blanca con el lema "HAHAHAH. NO" y jeans cortos con una camisa a cuadros amarrada a su cintura además de un gorro de lana, no podrías decir que era madre sino fuera porque sostenía la mano de un pequeño niño su lado. Sus ojos se entrecerraron hacia la puerta de cristal. Ella y Jason intercambiaron miradas rápidamente antes de que él mirara de ella al hombre frente a él.

– ¿Por qué le están gritando a Evans? –pregunto Adam cuando llego.

– Nadie lo sabe –le conteste, hizo un movimiento con la cabeza como saludo, lo imite.

– ¡Aless! –Caleb agito su mano libre hacia a mí.

– ¡Hey, Key! –moví mis dedos en su dirección con una sonrisa. Los demás me miraron con interrogación. Había pasado el viernes y parte del sábado con ellos, viendo maratones de películas y series, durmiendo en uno de los sofás y comiendo comida hecha por cada uno de nosotros, incluso Caleb, quien hacia los mejores sándwich de queso del mundo.

– Key, amor –Lucy le llamo la atención– ¿Por qué no te adelantas con Adam? –Adam la miro.

– ¿Por qué, mami?

– Tengo que hablar con un par de personas, no tardare bebé –se agacho y le beso una mejilla, el niño asintió. Adam lo levanto en brazos.

– ¿Estarás bien? –la voz de Adam fue seria. Lucy le sonrió y lo beso rápidamente.

– ¿Cuando no estoy genial, eh? Vayan –Adam comenzó a caminar pero Lucy los detuvo– Espera, toma esto, cuídalo por mi ¿de acuerdo? –Lucy se había quitado el gorro de lana gris que usaba y se lo había puesto a Caleb, el chico lo sostuvo contra su cabeza con una mano. Adam se fue con Caleb diciéndole que probarían las nuevas máquinas, el niño chillo de emoción antes de entrar al elevador.

– Tienes un hijo muy lindo, Lucy –comento Ashley.

– Lo sé.

Sonrió de lado antes de revolver un poco su cabello y comenzar a caminar por los cubículos.