Capítulo 32. The First Hit

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Yo no estaba nervioso. Estaba ansioso.

En algún momento de la noche, mi cuerpo y mi mente rugían por eso. No sabía por qué quería tanto esto. Y eso comenzaba a asustarme. Ahora todos estábamos moviéndonos por pasillos diseñados como un laberinto que olían a moho, polvo y sangre. Habían pintado grafitis en las paredes de estos diciendo cualquier tipo de cosas, dibujando cualquier tipo de cosas. Uno de ellos me recordó al tatuaje que ahora llevaba en la espalda y parte del brazo, esperaba convertirme en esa misma ave que escupía fuego. La música retumbaba entre las paredes, pero era como si el ruido fuera contenido por las mismas, creando un silencio sonoro entre todos nosotros. Lucy rompió eso.

– Alguna vez ustedes... alguna vez ustedes, como yo, se sienten tan jodidamente calmados acerca de esto ¿lo hacen?

– Si –respondieron algunos cuantos, los demás asintieron.

– Me da un poco de miedo ¿saben? Lo bien preparada que estoy para joder a otras personas. Lo bien que se me da recibir la gloria gracias a eso. Lo bien que se me da el no tener corazón. Eh trabajado muy duro para conseguir ese miedo... y ustedes también. Van a ganar, porque incluso ustedes tienen miedo de sí mismos.

Se detuvo recitando la última frase. Se giró y nos dio una mirada a cada uno, depositando ahí la confianza que tenía en nosotros. Y sabía que mi corazón no era el único que se había encendido tal cual antorcha. Ella había activado la mecha que mis cenizas necesitaban.

Giro de nuevo hacia el frente y entrelazo sus dedos con los de Adam. Nos dirigíamos a nuestro fin. Nos dirigíamos a nuestro inicio.

Adentro, era una réplica del lugar en San Diego. Descendía hacia un ring en el centro, rodeado de un sinfín de asientos, divididos siempre por categorías. Aquí por igual, tenía distintos puntos de salida, los cuales suponía llevaban a mas laberintos que al parecer solo los que habían pasado tiempo aquí conocían el camino. Esta vez había menos espectadores, los cuales se quedaban en la parte de arriba, conforme ibas bajando te encontrabas con peleadores, inversores o celebridades.

Todos ellos con sus ojos sobre nosotros.

Corrección, con los ojos sobre los Dioses de Raw Blood. Y tenía que admitir que lo eran.

Ambos vestían totalmente de negro, con lycra que les cubría del cuello hasta los talones. La única diferencia era que Lucy usaba unas botas militares y Adam unas deportivas. Bajamos hasta las primeras filas, ya había dos de ellas desocupadas para nosotros.

– Junto a mí –indico Lucy mirándome por un breve momento, llevándome hacia la primera fila. Tenía a Raúl de mi lado, después se encontraban Lucy, Adam y Elia. Atrás teníamos a los gemelos, Chaze, Harvey y a Jesse. En un segundo, teníamos a una de las guapas camareras frente a nosotros.

– Es un placer tenerlos a todos ustedes esta noche, soy Missy, como ya algunos de ustedes saben –dio una mirada sucia a la fila de atrás, por mi hombro vi que se trataban de Chaze y de Harvey, quienes la saludaron con la cabeza complacidos– y estaré a sus órdenes.

– ¿Es esa una promesa? –Chaze se inclinó hacia adelante interesado. Ella levanto una ceja.

– Sabes que lo es –Chaze regreso a su lugar asintiendo mientras golpeaba su puño con el de Harvey. – De todas maneras ¿hay algo con lo que quieran empezar?

– Tu... sobre mí –Se unió Jesse.

– Tu, contra una pared –Añadió Theo.

– Tu, amordazada –le siguió el otro gemelo, Branden.

Fixed Up (Serie Broken Pieces #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora