Deje que el agua fría cayera sobre mí para terminar de despertarme, me quede recargado contra la ducha un par de minutos más después de terminar de ducharme.
–Cariño, sal rápido, el desayuno está listo –se escuchó en la puerta.
–Debiste haber entrado conmigo –le respondí.
–Si entraba contigo, nunca hubiéramos salido –cerré la ducha, abrí la puerta de cristal y la mire recargada en el marco, sus ojos viajaron a través de mi cuerpo con una sonrisa mientras me colocaba una toalla en la cintura.
–Lo sé –me acerque y me agache para besarla cortamente para no mojarla.
–Apúrate o llegaremos tarde a la oficina –se alejó riendo saliendo de la habitación. Me vestí y fui a buscarla, la encontré cantando una canción a la par de la radio mientras serbia un par de tazas de café, dio un brinco cuando la abrace por detrás. – ¡Alex! Casi haces que tire esto, bobo.
–Cantas horrible, Natalie –bese su mejilla y se volteó golpeándome con resentimiento. Me aleje y me senté en un banco del desayunador. Puso la taza y el plato con el desayuno frente a mí con un poco de fuerza de más mientras me observaba con sus oscuros ojos con desprecio, cuando se dio la vuelta pase una mano por su cintura y la senté sobre mí. –Era una broma, rubia, lo sabes –una pequeña sonrisa apareció en sus labios– ahora ve por tu plato, y regresa tu trasero aquí, por cierto, te ves caliente esta mañana –sin rechistar me obedeció. Conocía a Natalie Bristow del departamento del FBI, ella era investigadora por igual, pero no se le tenía permitido el trabajo de campo como a mí y Ed, y a algunos otros cuantos en el equipo. Era pequeña pero llena de curvas como una autopista, su cabello era rubio y sus raíces oscuras, al igual que sus grandes ojos, tenía una amplia sonrisa que mostraba continuamente en sus gruesos labios, siempre era dedicada a su trabajo y sumamente dulce, pero salvaje cuando se lo proponía, era toda una sorpresa verla desarrollarse y destacarse en todo lo que se le presentara enfrente. Llevábamos saliendo un mes y le estaba tomando cariño a la pequeña chica enfundada en un vestido blanco que entallaba su figura con tacones a juego y labial rojo, que estaba sentada en mi rodilla.
-¡Termine! ¿Nos vamos? –di el ultimo sorbo a mi café y asentí. Brinco y se colocó una chaqueta negra, puso los trastos sucios en el lavaplatos mientras yo me colocaba el saco. Tome mis llaves y el celular.
-Vámonos entonces –se puso de puntas y me dio un pequeño beso, tome su mano y bajamos al estacionamiento.
***
Mire a Ed dar vueltas en la silla de cuero mientras lanzaba una pelota al aire. Carraspee para que notara nuestra presencia. Dio tres vueltas más y se detuvo, él nunca cambiaria.
– ¿Qué hay, idiota? –Se percató de la rubia a mi lado –Oh, hola Natalie.
–Hola Edward –le sonrió, se volteó a mí y me dio un corto beso– iré a ver si me necesita Karen, nos vemos al rato chicos –y miramos sus caderas alejarse.
–Hey, salgo con ella –le advertí a Ed mientras me sentaba en el sofá.
– ¿Y? –Respondió con indiferencia– Ni siquiera es mi tipo, ni siquiera recuerda que no me gusta que me llamen Edward, solo ella en todo este maldito edificio lo hace –señalo alrededor con fastidio.
–Solo piensa que Ed es demasiado simple para alguien tan complicado como tú. Además… ¿Cómo esa belleza no puede ser tu tipo?
–Simplemente no lo es –y me lanzo la pelota.
– ¿Quién lo es entonces? –pregunte lanzándosela de regreso. La observo entre sus manos por unos segundos, segundos en los que su expresión cambio.
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Fixed Up (Serie Broken Pieces #2)
ActionHan pasado dos años desde que Alex Ivashkov vio por ultima vez a Lucy Valentine, de la que creyó que estaba enamorado. Ahora como un oficial en cubierto del FBI, Alex tiene todo, desde un futuro prometedor como uno de los mejores en el país hasta un...