22

1.1K 42 16
                                    

- ¿Qué quieres Rob? -Achicó la mirada Francesca-. Por qué no lo sueltas ya –Soltó con tono amenazante, pero Paul, se interpuso en medio.

-En serio –Apoyó cada mano en un hombro de ellos-, vamos a volver a aquella idiota rivalidad. Os recuerdo que sois adultos, no los críos de antaño.

-Por mí no hay problema –Se alzó Rob de hombros-. Siempre y cuando, ella, baje su semi-automática de la lengua –Señaló risueño y con guiño de ojos.

-Imbécil –Siseó Francesca girándose y metiéndose de nuevo en el probador.

Mientras que afuera, los dos hombros se descojonaban de la risa. Dándoles a entender a ellas, que les esperaba un día insoportable.

Eran las cuatro y media pasadas, cuando el camarero les traía el segundo café. Y Janna, sabía que ya no quedaba nada para alargar más el tiempo allí, y así, poder evitar el volver a casa con Paul.

Y creía, que por el brillo que le había captado alguna vez, durante toda la comida, cuando sus miradas se cruzaban, él también lo sabía. 

-Yo debo volver ya –habló Francesca, con cierto pesar dirigido a Janna-. Debo ir a recoger a Tim.

-Sí, mejor volver ahora y poder así, establecerme bien, sin que me den las tantas –Señaló Rob, de manera tranquila, pero sin ver como la mirada de la mujer se tornaba oscura.

Janna, conociendo también la situación de ella, la miró sonriente.

-Después te llamo para que me expliques cómo sería lo de ése curso-. Escupió, esperando que no se le notara la mentira, porque no sabía cuánto era el límite que tenía con Paul, sobre sus gestos, y que ella, supiera seguir lo dicho.

Pero claro, aquello despertó la curiosidad de Paul, quién las miró con el ceño fruncido.

- ¿Un curso? –Las miró de forma alternativa, para dejarla caer con un guiño sobre Rob, antes de clavarla en una apurada Francesca.

-Sí –Asintió energética con su cabeza, para agarrar su café y darle un trago, apurando todo su contenido, incluido un pequeño trozo de hielo, que comenzó a morder sin ganas alguna, pidiendo que aquello la refrescara y evitara que sus mejillas se ruborizaran.

- ¿De? –Preguntó Paul con arrastre mirando a las dos chicas.

-Pues de qué va a ser tonto –recuperó la voz, tras masticar aquel frío e intentando mostrar naturalidad-. Cosas que vosotros ni fu ni fa –Dijo, rompiendo acto seguido en una carcajada.

-Pues fíjate, que el ni fu ni fa, suele implicar en muchas cosas, según mi experiencia –Intervino Rob.

-Siempre tienes que tener la puntillita –Lo fulminó con la mirada.

-Gafes del oficio querida –Le guiñó el ojo-. Me sale de forma automática, cuando me chulean.

-Lástima que el anticongelante de coches, ya tenga sabor –Siseó con sonrisa ladeada-. Ahora, que vamos a vivir bajo el mismo techo.

-Chicos... -Demandó calma Paul-. No me hagáis que tenga que ir controlando, que los dos respiráis cada día, por favor.

-Por el momento no debes preocuparte –Se alzó de hombros Francesca-. Pero una vez que Sandra, no entre en la ecuación, puede que otro gallo cante.

-Quien sabe si por ése entonces, nuestras pulsaciones se entienden –Chinchó Rob con tono de voz ronco. Causando que su amigo riera por lo bajo, mientras negaba con la cabeza, esperando la réplica de ella...

-Solo fue una vez Rob –Recalcó con tono seco y duro, golpeándolo en el pecho con su dedo-. Y creo, que la causa fueron los gases de tú moto, porque me llevaste a casa y recuerdo que no te iba bien el tubo de escape. Obvio que me intoxiqué, dejándome sin oxígeno en el cerebro por un rato.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 14, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Inocencia Robada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora