—¿Aquí vive la humana? —preguntó Abigail observando la casa señalada por su complemento—. ¿No se parece a las construcciones que teníamos antes?
—Sí, se parece, ¿verdad? —dijo Iverette abriendo el periódico para leerlo—. ¡Oh, vaya! Aquí hay algo interesante —dijo Iverette sorprendido.
—¿Qué es? —preguntó Abigail acercándose a ver.
—Hoy es el cumpleaños de Audrey —dijo mostrándole el periódico a Abigail.
—¿Cumpleaños?
—El día en el que celebra el aniversario del día en que naciste.
—Ah, eso.
—Cumples 15, ¿verdad? —preguntó Iverette acercándose a Audrey.
—Ah, sí —dijo Audrey algo avergonzada—. Pero ¿cómo es que mi cumpleaños apareció en el periódico? —preguntó Audrey observando la nota en el periódico que sostenía Iverette.
—Aparentemente, la puso tu familia. Seguro pensaron que no regresarías para tu cumpleaños y querían que recibieras el saludo donde quiera que estuvieras.
—No pensé que harían algo así —dijo Audrey conmovida con el gesto.
—Hay cosas muy interesantes escritas aquí —dijo Iverette—. Si algo útil aprendí de los humanos es a entender la escritura. ¡Feliz cumpleaños, Audrey! Ahora podrás pasarlo con tu familia —dijo con una gran sonrisa.
—¡Feliz cumpleaños, humana! — dijo Abigail.
—Muchas gracias a los dos. Les agradezco mucho —dijo Audrey ruborizándose un poco.
—Espero que la pases bien. Nosotros tenemos que irnos —dijo Iverette.
—¿Qué? ¿No pueden quedarse ni por un momento? —preguntó Audrey decepcionada.
—Lo siento mucho, pero tenemos prisa. En verdad me gustaría quedarme.
—¡Esos mayores! ¡Los tienes muy en alto, Iverette! —dijo Abigail con molestia.
—Además, no nos conviene que nos vea mucha gente. No debemos llamar la atención.
—Ya veo —dijo Audrey cabizbaja—. Supongo que sería mucho pedir. Además, ustedes me han acompañado durante todo el camino de regreso —dijo la chica entre risitas que se apagaron rápidamente.
Los tres se quedaron en silencio mirándose entre sí por unos segundos.
—Supongo que ésta es la parte en la que nos despedimos, ¿no?
—Humana... —Abigail no sabía qué decir. Aunque no lo admitiera se había encariñado con Audrey y le daba pena verla así.
Audrey se acercó a Abigail y lo abrazó con fuerza, sorprendiéndolo a él y a Iverette.
—Los voy a extrañar mucho a los dos —dijo Audrey con lágrimas en los ojos, ocultando su rostro en el hombro de Abigail.
—Yo también te voy a extrañar —dijo Abigail—. Eres una humana especial, Audrey. Nunca olvides eso y nunca cambies.
Audrey levantó la mirada con sorpresa. Era la primera vez que Abigail la llamaba por su nombre. El chico le acarició la cabeza, lo que hizo que ella quedara más sorprendida, pero al mismo tiempo la llenó de alegría, pues sentía que ese gesto significaba lo cercanos que se habían vuelto.
—Sí, está bien —dijo Audrey con una leve sonrisa.
Abigail tomó a Audrey de los hombros y la separó lentamente de él. Audrey pudo ver que Abigail también sonreía.
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En busca de Abigail
Historia CortaHace mucho tiempo, existía un enigmático pueblo al que todos llamaban el "pueblo blanco". Éste desapareció sin dejar rastro tras una gran guerra, quedando como una vieja leyenda. Un día, Audrey, una entusiasta adolescente, conoce a un peculiar chic...