3.

483 38 0
                                    


Becca.

Estábamos en la estación de tren esperando para tomar nuestro tren. Mientras estaba en la fila me puse a recordar cuando éramos los 5 haciendo este tipo de viajes siempre la pasábamos tan increíble; íbamos a dónde él corazón nos guiará, sentí mi pecho ablandarse y sabía que no debía llorar pero era inevitable a todos nos había cambiado su partida.

Sabía que algún día no estarías conmigo pero no creí que ese día fuera tan pronto.

—¿Lista Bec? —Habló Lou, me límite a asentir mientras subíamos al tren. Habíamos reservado los asientos en la parte de atrás para tener comodidad pero al parecer el tren estaba más vacío que lleno.

—¿Estás seguro que es un buen lugar? —Bia le pregunto a Thiago y este asintió mientras se acomodaba para dormir.

—No te puedes dormir, solo viajaremos media hora. —Reprimió Lou.

—33 minutos. —Corrigió—. Y claro que puedo, estoy cansado.

—Como siempre. —Murmuré acomodandome sobre el hombro de Lou para dormir también, él me comenzó a acariciar el cabello y en cuestión de segundos quedé dormida. Recordé que hace tiempo no dormía pero últimamente estoy durmiendo más de lo normal y aún así sintiéndome cansada.

(...)

—Es hora. —Suspiré viendo hacia abajo, los carros pasaban a alta velocidad.

—Becca no. —Oi su voz. Di la vuelta y lo ví parado cerca de mi con nuestro pequeño. Las lágrimas corrían por mí rostro mientras el aire comenzaba a tornarse frío.

—Te extraño. —Dije mientras estiraba la mano hacia él—. No puedo. —Solloce.

—Claro que puedes. —Me dedico una sonrisa—. Princesa eres más fuerte de lo que crees.

—¡No! —grité—. No entiendes. —negué—. Nada tiene sentido, no soy feliz aquí.

—Princesa. —Dio pasos hacia mi extendiendo su mano, la tomé y el me jaló hacia el formando un abrazo cálido—. Te amo.

—Te amo. —Repetí entre lágrimas—. Por favor, no me dejes.

—Siempre estoy contigo. —Se separó de mi—. Siempre te cuidare, pero deberás seguir. —Negué.

—La vida no es nada ahora que estoy sola. Todo lo que tenía se fue. —Mi respiración comenzó a hacerse continua y pesada—. Ustedes se fueron.

—Siempre estaremos aquí. —Señaló mi corazón—. Además te falta mucho, aún—.

—No quiero, me niego. —Grité—. Te quiero a ti, a ustedes.

—Princesa, los chicos aún te necesitan, los necesitas.

—Ellos estarán bien sin mi.

—Oh no, claro que no. —Murmuró—. Además—.

—Te quiero a ti. —Lo abracé nuevamente.

—Y yo a ti. —Acarició mi cabello—. Pero aun—.

—Becca. —Oi una tercera voz.

(...)

—Becca. —sentí que me movían—. Becca, despierta, llegamos.

Abrí lentamente los ojos y me percaté que el tren estaba vacío solo estábamos nosotros 4.

𝑌𝑜𝑢 𝑠𝑎𝑣𝑒𝑑 𝑚𝑦 𝑙𝑖𝑓𝑒. // 𝑇𝑜𝑚 𝐹𝑒𝑙𝑡𝑜𝑛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora