15.

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Becca.

—En realidad no me lo esperaba, Tom es tan impredecible. —Dije sonriendo. Los nervios ya habían pasado, la madre de Tom es la mujer más dulce que he conocido en mi vida. Desde el primer momento que cruce la puerta me trató de una manera tan cálida, justo ahora estamos hablando de la propuesta de matrimonio.

—¿Y ya tienen la fecha?

—De hecho mamá, Becca estará en tratamiento para sentirse bien y después de ello sucederá. —Habló Tom.

—¿Estás bien, linda? —Me preguntó tomando mi mano por encima de la mesa, Asentí débilmente—. Bueno de cualquier modo, si algún día necesitas hablar o simplemente estar con alguien puedes llamarme, ahora eres como una hija para mí. Eres la indicada para mi hijo, de eso estoy segura.

Sonreí y quería evitar las lágrimas pero una se resbaló por mi mejilla. La madre de Tom lo notó levantándose de inmediato de su asiento me abrazó, correspondí el abrazo, ella olía a dulce, sollocé en silencio mientras ella susurraba:

—Los días a veces son malos, pero solo son eso, mi niña te espera una vida maravillosa.

Después del abrazo nos invitó a comer, gustosos aceptamos y mientras ella se arreglaba para salir, nosotros estábamos hablando en la sala.

—De verdad tu madre es maravillosa. —Dije.

—Ella te amó, casi tanto como yo. —Respondió—. Nunca había hablado de matrimonio frente a ella.

Lo abracé, las emociones se apoderan de mi muchas veces. Al salir de la casa de la madre de Tom nos llevamos una sorpresa, había distintas chicas esperando fuera por Tom, el se tomó el tiempo de responder y tomarse fotos, muchas chicas se acercaron a mi para preguntarme cómo estaba, como era la vida con Tom, la mayoría fueron muy amables. Al terminar subimos al auto en dirección a un restaurante que ellos recurrían bastante.

La comida pasó entre muchas preguntas, bromas y halagos, me sentí realmente bien, al fin era como tener una familia.

Al terminar pasamos un rato más con la madre de Tom, hasta que dieron las 3 de la tarde, nos despedimos saliendo de la casa y subiendo al auto. Antes de que Tom arrancará le di un beso.

—Crees que antes de ir a casa podamos pasar a ver a Dilan. —Pregunté suavemente—. Creo que debo comenzar la terapia, es lo ideal.

—¿Estás segura amor? —Preguntó él—. No hay presión.

Asentí tomando su mano.

—Quiero sentirme bien.

—Vas a tener ganas de vivir.

—Si es contigo, siempre será asi. —Respondí sonriendo. Arranco el auto en dirección al psicólogo que habíamos dicho, al llegar estaba bastante nerviosa, todo se veía vacío, Tom tomó mi mano y entramos. Dilan era amigo de Tom, había asistido un par de años con el y con ello ahora yo.

—Dilan McMillan. —Dijo en cuando entramos, estrechando nuestras manos—. Que agradable sorpresa Tom. —Dilan era un tanto mayor, usaba gafas, una bata blanca que resaltaba muy bien su tono de piel.

—Dilan, cuanto tiempo. —Tom estrecho amigablemente su mano.

—Lo se Tom. Ahora amigo mío. ¿Qué es lo que te trae por aquí? —Preguntó viéndome.

Comenzamos a hablar sobre la situación y el me felicitó al tomar la iniciativa por querer sentirme bien, comentó que muchas veces las personas no asisten a terapia por pensar que era una perdida de tiempo o no quieren aceptar que tienen un problema, también felicito a Tom por haber tomado la decisión de aconsejarme y nos dijo que muchas parejas tienen la idea errónea de que los traumas solo se curan con el amor, nos explico que cuando eso pasa normalmente al inicio todo es felicidad pero después no se sabe cómo tratar con los problemas, lo que lleva a qué las parejas se disuelvan. Hablamos de muchas otras cosas y determinamos que la terapia comenzaría al día siguiente, las primeras sesiones serían individuales ya que estaríamos hablando de cosas privadas, en algún punto mis padres también debían asistir si es que querían mejorar y sanar, además también algunas sesiones serían en compañía con Tom para poder hablar y que las cosas tomarán un curso adecuado.

𝑌𝑜𝑢 𝑠𝑎𝑣𝑒𝑑 𝑚𝑦 𝑙𝑖𝑓𝑒. // 𝑇𝑜𝑚 𝐹𝑒𝑙𝑡𝑜𝑛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora