𝑌𝑜𝑢 𝑠𝑎𝑣𝑒𝑑 𝑚𝑦 𝑙𝑖𝑓𝑒. // 𝑇𝑜𝑚 𝐹𝑒𝑙𝑡𝑜𝑛.

35.

03 de Abril.

Becca.

Suspiro nuevamente.

No pasa nada, debe estar ocupado.

Tomo mi celular y vuelvo a llamar. Uno, dos, tres tonos y nada.

—Mierda. —maldigo y tomo las sábanas para volver a taparme—. ¿Dónde está?

Veo nuevamente la hora: 11:57 p.m.

Había estado leyendo antes de caer profundamente dormida, desperté pensando que Tom ya habría llegado de la grabación. Normalmente no me preocuparía pero realmente no entiende mis llamadas, comienza a angustiarme.

No puedo quedarme aquí.

Salgo perezosamente de la cama. —Que frío. —murmuro para mí misma.

Vuelvo a llamar al número de mi prometido pero nuevamente me envía a buzón. Intento enviarle un par de mensajes cuando soy interrumpida por un toque en la puerta del departamento.

¿Quién toca a las 11:58 de la noche?

Decido no abrir, se tiene que ir.

Nuevamente tocan.

Me alarmó, con un poco de angustia voy hasta la puerta y el toque vuelve a escucharse. Abro la puerta encontrándome con nadie.

Así empiezan las películas de terror.

Rápidamente llamo a Tom, el sonido del celular me asusta, suena justo en la cocina.

—¡Feliz Cumpleaños, Mon Cheri! —grita él en cuanto entro a la cocina. Doy un salto, me ha asustado demasiado.

—Vas a matarme algún día. —digo sonriendo y el prende la vela del pastel que está frente a él.

—Solo quería sorprenderte. —se excusa—. Feliz cumpleaños a mi chica. —dice feliz mientras le da vuelta al pastel.

Me acerco a él para abrazarlo.

—Te amo, —presiono mis labios contra los suyos y el aprovecha para levantarme y dar vueltas conmigo en la cocina—. Nos vamos a caer. —río.

—Te amo Big Girl. —sonríe dejándome frente al pastel—. Pide un deseo.

Cierro los ojos.

Quiero que seas eterno, pasar toda mi vida a tu lado.

Soplo la vela y el aplaude.

—Feliz cumpleaños amor de mi vida. —me besa nuevamente.

(...)

—No quiero una fiesta, —le digo a Bia quien está sentada acariciando a Willow mientras el pequeño Will duerme una siesta.

—Nos estamos volviendo viejos Becc.

—Hablaras por ti. —Thiago interviene—. Yo estoy en mi plena juventud.

Ambas reímos.

—Solo quiero pasar el día entero con las personas que amo. —los abrazo a ambos cuando nos vemos interrumpidos por la puerta.

Me dirijo lentamente a ella y al abrir se escucha un grito.

—¡FELIZ CUMPLEAÑOS A LA MENOR DE LA PANDILLA! —Lou entra con globos, bolsas de regalo y mucho ruido. Lo que provoca un lloriqueo en el bebé—. Lo siento pequeño. —murmura acercándose a él.