26._ La guitarra de Lolo.

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-Pensé que solo tenías un hermano menor, mi chupasangre –bromeó el azabache.

Zeldris miró con escepticismo al ex novio de Gelda, ese “ataque” lo había escuchado mil veces en el pasado y nunca le creó complejo, más bien se burlaba de quienes creían que su exigua estatura le resultaba un complejo, por lo que etiquetó al patán frente a él, como un idiota de proporciones del monte Fuji.

La verdad era que, Zeldris conocía perfectamente que era mucho más hombre que otros caballeros que lo superaban en altura, y quien mejor lo sabía era Gelda.

-En realidad, es mi novio –aseguró Gelda con una sonrisa altanera.

-No sabía que te iban los niños de secundaria ahora –se burló Axel.

-Que la altura no te engañe, amigo –dijo el ojiverde entonando con desagrado la última palabra- Si nos guiáramos por eso, tú estarías pisando los cincuenta –bromeó Zeldris con una sonrisa de medio lado.

-Sé que está de moda que los jovencitos busquen una pareja mayor para que los termine de criar, pero nunca creí que la gran Gelda Edinburgh caería en eso –comentó Axel con sarcasmo- Si el viejo Izraf tenía problemas conmigo ¡No me imagino como debe estar con este novio de bolsillo!

Con el último comentario Zeldris tuvo que apretar el agarre en la cadera de su rubia novia, que estaba a punto de ir a desfigurar a Axel a cachetadas. Los ojos verdes del menor observaron de refilón al individuo frente a ellos.

-¿Quieres mi numero? Ya sabes, en caso de que el niño no llene el guante –comentó Axel pervertidamente, escaneando todo el cuerpo de la rubia, especialmente los voluptuosos senos entre los que Zeldris lucia TAN cómodo.

El cuerpo de Gelda temblaba de la rabia, por lo que Zeldris decidió calmarla. El aliento caliente en el cuello de la rubia le hizo apartar la mirada de Axel.

-¿Zel? –susurró ella.

-Muñeca –murmuró el ojiverde sosteniendo el mentón de su amada entre el pulgar e índice de su mano libre- ¿Por qué mejor no vas a ver los estantes que escogí? –inquirió con una sonrisa tranquilizadora.

-¿Estas…?

Zeldris miró los ojos de su amada con determinación y ella entendió. El ojiverde le dio su celular a la rubia y le indicó el pasillo en que vio las estanterías que le gustaron. Gelda besó los labios de su novio y se alejó de aquel sitio.

-Bien, ya que Gelda se fue, no tengo porque seguir aquí –murmuró Axel antes de empezar a avanzar por el pasillo.

-¿Era necesario decir todas esas asquerosidades? –indagó Zeldris con seriedad.

Axel miró fijamente a quien él creía un niño.

-Mira niño, hazte un favor y no metas la nariz en este asunto. Ella está fuera de tu liga…

-Yo diría que eres tú quien está fuera de la liga de ella, eres un don nadie que tuvo la muy buena suerte de salir con la primogénita de los Edinburgh –argumentó Zeldris con sorna.

-Pertenecemos a la misma liga ¿Acaso no sabes quién soy? –cuestionó el más alto con aires de grandeza.

-Un jugador de videojuegos –dictaminó Zeldris.

-El mejor jugador de Mortal Kombat profesional del mundo –aseguró Axel.

-¿Sabes quiénes son los Edinburgh? –cuestionó el ojiverde ignorando deliberadamente la altivez ajena.

-¿Acaso quieres darme clases sobre la familia de mi ex? –preguntó sarcásticamente- Yo sé más de ella que tú, niño. Yo fui su primer novio oficial, su primer hombre, la acompañé a muchos eventos de la elite de este país –se jactó- Dudo mucho que tú llegaras más lejos que yo, y aunque así fuera eres el segundo del ranking, el primero en perder.

Decadence ♥Melizabeth♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora