Horas después, en un lugar no muy alejado, dentro de la masa continental asiática, un azabache de severa mirada verde, visualizaba algunos mensajes en su nuevo smartphone, como era costumbre su nombre era mencionado en algunas publicaciones sobre economía y actualidad del mundo empresarial.
El hombre de oscuros cabellos, apenas terminaba de desayunar cuando decidió dar un vistazo a los estados de WhatsApp de sus socios y conocidos, pero lo primero que captó su verde mirada fueron una serie de publicaciones hechas por un contacto en específico: "Mirana"
La corta secuencia de imágenes seguida de la frase: "Una noche inolvidable, con amigos inolvidables" lo sacó de su sosiego, el hilo de sus pensamientos se desbocó por un rumbo incorrecto.
-Así que no me equivoqué... -susurró con molestia- Ella estaba con un hombre.
Mientras miraba detenidamente al rechoncho pelirosa que posaba junto a la albina, fue apretando más y más su mandíbula, hasta sentir dolor en sus dientes y un ligero malestar en las sienes. Contuvo sus ganas de estrellar el teléfono contra la pared más lejana de su habitación de hotel, o sería el segundo en dos días, y, en ese momento su prioridad era averiguar la identidad del pelirosado.
Quien, a pesar de no parecer el tipo de hombre con quien su atractiva empleada se enredaría, era la única pista que tenía para llegar a la voz masculina que escuchó el viernes por la noche en su llamada con la ojizaul, la misma voz que apenas se distinguía junto a la algarabía de otras voces en el corto clip de video que Mirana había posteado.
La primera acción de Damián, fue llamar a la responsable de estropearle la mañana, quien no contestó, frustrando aún más al hombre, ya que la peliblanca no tenía la decencia de contestarle las llamadas desde su escueta despedida el viernes por la noche.
Con premura se dirigió al minibar de su habitación de hotel, donde llenó un vaso de cristal con uno de los ambarinos licores que tenía a su disposición, llevándose el vaso a la boca y bajando el líquido por su garganta de un limpio trago, logrando serenarse al instante. Le daría tiempo a la ojiazul, tal vez solo era una salida esporádica.
¡Pero cuan equivocado estuvo!
Durante el resto de la semana, Mirana no se dignó a contestarle las llamadas, solo hablaba con su jefe por mensajes, extremadamente profesionales para disgusto de Damián, quien ya estaba acostumbrado a las breves líneas que su empleada dedicaba para desvelar su preocupación por él; como cuando a ella le llegaba la noticia de que una tormenta de nieve estaba azotando la zona donde él estaba y la albina escribía a su empleador: "Supe que el clima está difícil por donde está, abríguese bien, por favor". No obstante, aquellas atenciones desaparecieron, tan súbitamente como iniciaron.
Así el patriarca Demon llamara a la hora en que fuera a su casa, siempre era atendido por el mayordomo, alegando que Mirana se encontraba lejos para atender el teléfono o que de alguna "mágica" manera ella llevaba pocos minutos de haber salido a quien sabe dónde.
Pero, la paciencia y serenidad de Damián Demon tenía un límite.
-Chandler -pronunció a modo de "saludo" cuando su empleado hubo contestado la llamada- Necesito contratar un investigador privado, averigua quien es el mejor en la zona y envíame sus datos, me comunicaré personalmente con él.-¡Oh! ¡Sí, jefe! E-enseguida -titubeó el hombre de avanzada edad sorprendido por la orden tan extraña.
-Máxima prioridad y discreción, Chandler -acotó.
-¡Cómo usted ordene, señor Demon! -aceptó nerviosamente.
Poco después, el azabache tenía ante sus ojos un correo electrónico con varios nombres, números de contacto y referencias. Escogiendo uno al azar llamó desde su número privado:
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Decadence ♥Melizabeth♥
FanfictionElla no creía en el amor, era partidaria del placer que el sexo le podía brindar, no necesitaba un novio en aquel mundo lleno de máscaras de la alta sociedad. Elizabeth Goddess Liones ama salir a bailar con sus amigas, es creativa con los disfraces...