ᴇʟ ᴀʀᴏᴍᴀ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ᴅᴇsᴄᴏɴᴛʀᴏʟᴀ |ᴋᴏᴏᴋᴠ•ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀs|

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  Termine de peinar mi cabello, y me volteé a ver al alfa a mis espaldas, quien desde que salimos del baño no a quitado su vista de mí. Le mostré una pequeña sonrisa nerviosa, aún no lo podía ver directamente a los ojos, ya que lo primero que llegaba a mi mente eran las escenas de la noche anterior.

– Ya el desayuno está listo, vamos a comer antes de ir con los chicos  –preguntó el azabache acercándose a mí, asentí y el tomo mi mentón con una de sus manos, para después dejar un corto beso en la comisura de mis labios.

  Jungkook se dirigió a la puerta, para salir de la habitación, yo lo seguí a paso lento, ya que aún sentía molestía en mi entrepierna al caminar. El Alfa me sirvió de comer, preparo hot case con crema y frutas, y café para el, y para mi leche chocolatada.

– Mm~ huele muy bien –aspire el aroma de la comida y empecé a comer, saboreando cada bocado.

– Me alegra que te guste bebé –comenta para luego también comer su creación.

  Desayunamos tranquilamente, de vez en cuando cruzábamos miradas, pero rápidamente yo la apartaba. Si, lo sé soy muy infantil, pero me cuesta mirarlo a los ojos.

  Después de comer, tomamos nuestras cosas, y salimos del apartamento. Mientras el Alfa caminaba con total normalidad a el ascensor, yo me quedaba rezagado. El desde las puertas del ascensor se volteó, y se sorprendió al no verme a su lado.

– Que sucede taetae? –pregunta dando unos pasos hacia mí.

– Es solo que... Me duele –dije lo último en voz baja, pero aún así al azabache se le hizo audible. Al escucharme, se acercó hasta quedar frente a mí, y me levanto del suelo, llevándome en sus brazos.

– Lo siento tae, te lastimé –habla un poco apenado, caminando nuevamente al ascensor, las puertas de este se abrieron, él entró y marcó el número del primer piso.

– Estoy bien kookie –le muestro una leve sonrisa, para calmar su preocupación. Llegamos al piso indicado, y salimos del edificio.

  El me llevo cargado hasta el estacionamiento, donde me subió a su motocicleta, y seguido lo hizo él. Al ponerse en marcha, yo me aferré a su espalda, y en ese momento a mi mente llegó la pregunta; y si los demás notan que Jungkook está en celo?, Si eso sucedía, empezarían a hacer preguntas sobre el tema, y no dudó que a su mente llegará la pasividad de que la razón por la que está tan calmado, es porque yo estuve con él.

  Unos quince minutos después, ya estábamos frente a la casa de Nam, Jungkook se estacionó, y se bajó rápidamente para volverme a tomar entre sus brazos.

– Jungkook, no hace falta. No tienes porqué cargarme, como si no pudiera caminar –comenté mientras él me llevaba a la puerta.

– Silenció precioso –respondió, y tocó la puerta, esperando a que está fuera abierta.

– Bajarme, no quiero que vean cómo me llevas cargado por todo el lugar –segundos después, la puerta se abrió, dejando ver al pálido alfa.

– No voy a preguntar el porqué lo llevas cargado, pero te aseguro que yo no seré el único en pensar mal sobre esta situación –respondió con simpleza, y se movió, para dejarnos pasar.

  Jungkook entró, y al llegar a la sala, pude ver a el beta rubio sentado en el sofá, quien hablaba muy agusto con el omega pelirosa, que estaba a su lado. Ver cómo mis dos viejos amigos se llevan tan bien con mis nuevos amigos, me alegra mucho.

  Al instante llamamos la atención de todos en el lugar. Ah Jungkook no pareció importarle las miradas llenas de confusión que recibimos, ya que camino como si nada hasta sentarse en un sillón, y dejarme en sus piernas.