ᴇʟ ᴀʀᴏᴍᴀ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ᴅᴇsᴄᴏɴᴛʀᴏʟᴀ |ᴋᴏᴏᴋᴠ•ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀs|

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- Querés otro pedazo de pizza Kookie? -pregunte mirando al mayor, mientras esté yacía acostado en el suelo como si estuviera dormido.

- Solo si tú me lo das -responde sentándose y apoyando su espalda en el mueble de la sala, a lo cual yo reí levemente y me acerque más a él, tome un trozo de pizza y se lo empecé a dar en la boca, como si fuera un bebé.

- Así pareces aún más un niño mimado -hable entre risas mientras el seguía comiendo.

Sonríe, termina de comer y toma mi cintura para moverme y así hacer que me siente en sus piernas. A lo que yo accedí con gusto.

- También eres un bebé mimado -comenta agarrando mi rostro entre sus manos-, Mi hermoso bebé mimado -se corrige a sí mismo, con una linda sonrisa en sus labios. Hizo que me sonrojara.

Yo sonreí y me escondí en su pecho, escuchando su respiración, y apreciando cada momento que vivimos juntos. Y así nos quedamos unos minutos, el abrazaba mi cintura mientras yo me aferraba a su pecho.

- Tu eres mi bello alfa celoso y sobreprotector -dije suavemente dibujando con mi dedo corazoncitos en su camisa, el soltó una leve risa.

- Yo no soy celoso -yo lo mire-, bueno tal vez solo un poco -hace una pausa-. Pero es que no me agrada la idea de que otros alfas se enamoren de ti, y después ya no quieras estar conmigo -y ví en sus labios formarse un pequeño y un poco gracioso puchero, a lo que yo reí y tome su rostro entre mis manos.

- Como te puedo hacer entender que tú eres mi alfa, y jamás me enamoraré de otro alfa -le aclare y dejé muchos besos sobre sus labios.

- Y.. ya terminaste de seleccionar las fotos que usarás para el trabajo? -hablo llevando su mirada a mi.

- Bueno, creo que sí -respondí mirando las fotografías que yacian en el suelo, no tan lejos de nosotros.

- Que bien -dice con una sonrisa.

Unas horas después, cuando por fin termine de elegir y ordenar las fotografías, los dos limpiamos todo, y nos preparamos para dormir, ya que era tarde. Yo tomé una ducha, me puse mi pijama y camine directamente a la habitación mientras Jungkook entraba al baño. Suspiré y me acosté en la cama, con intenciones de descansar.

Mis ojos se cerraron, y me empecé a quedar dormido, hasta que sentí los fuertes brazos de mi alfa rodearme, y pegarme a su pecho.

- Descansa Taetae -escuche su voz en un leve susurro, y aún medio dormido le respondí.

- Igualmente descansa Kookie.








Estaba en un campo de flores, todo estaba lleno de paz, lo único que escuchaba era el cantar de las aves, y el sonido de la brisa al mover las hojas de los árboles.

Camine entre las flores, llenando mis fosas nasales del aroma de estás. Pase mis dedos por el delicado pétalo que aquel tulipán blanco, mi favorita, viendo lo hermosa que es aquella flor.

Había un muy buen clima, y el sol brilla haciendo que me sintiera a un más agusto.

Seguí caminando por el lugar, creo que buscando algo, hasta que lo ví. El chico de cabello azabache yacía acostado en el césped, con su antebrazo sobre su rostro, tapando sus ojos.

Sin poder evitarlo, una gran alegría me envolvió. Yo me acerque a él, y me acosté a su lado. Este quito el brazo de su rostro, llevo su mirada a mí, sonriendo me miro a los ojos, llenando mi alma de calidez.

En ese momento supe que estaba soñando. El sueño perfecto, porque podía estar junto a el. Tome su mano y nos quedamos allí, mirándonos fijamente. Hablando sin hablar.