10. Demasiado pronto para decir te amo

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Desmond Hassler

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Desmond Hassler.
Sheffield, Reino Unido.
18/4/2013

—¡Desmond, ven a desayunar! —llamó Ava lo suficientemente fuerte como para escucharla desde el sofá de la sala

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—¡Desmond, ven a desayunar! —llamó Ava lo suficientemente fuerte como para escucharla desde el sofá de la sala.

Fui a dónde ella con pasos lentos e improvisados para hacerla reír. En cambio, ella giró los ojos y susurró un pequeño «ridículo.»

—Vamos, cariño —suspiré con notoria pesadez —. No te enojes conmigo. Sabes que no estaba en mis casillas al decirte eso. No quiero estar así contigo —mi habla era rápida. Así que hice una pausa —. Me llamas por mi nombre, no me tratas igual, incluso no dejas que te abrace por las noches. ¿Qué te pasa, Ava?

Estaba muy molesta conmigo. Y tenía sus razones.

Hace aproximadamente dos semanas, estábamos justo aquí, en la cocina, discutiendo sobre unos análisis médicos de Ava. Desde que Ava y yo estamos juntos, hemos querido un bebé. Habíamos intentado mil veces y ella no lograba concebir. Al recibir los análisis, nos dimos cuenta que Ava era estéril. Ese día, me sentí triste, decepcionado y desorientado.

—¿Estás preguntándome que qué me pasa? —me preguntó con ironía — ¿Recuerdas aquel día? Sí, el día que los resultados llegaron. No fuiste el único que se sintió mal por no poder tener una pequeña versión de ti, caminando por la casa, Desmond —se acercó a mí, señalándome con su dedo índice —. Pero, eso no te dió el derecho de hablarme así. ¿No puedo tener hijos? ¡No es mi maldita culpa! —sus ojos parecían unos cristales. Unos cristales a punto de estallar en llanto.

Me dolía verla así.

Me dolía saber que yo era el culpable de sus lágrimas.

—Ava, yo...

—No, Desmond —interrumpió —. Desayuna y dejemos el tema, ¿sí? —me dejó en total soledad en la mesa y se fue.

No dije nada más y desayuné de la manera más solitaria y alicaída del universo. Tenía que ir al café para encontrarme con Eddie y los chicos.

Faltaban treinta minutos para salir a la cafetería. El tiempo es oro. El oro es algo codiciado por todo el mundo. Y si a esa persona se le acaba el oro, se va lamentar por no haberlo aprovechado.

Nuestro último suspiro (#1 Bilogía TMSST)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora