Dicen que después de soltar algo y sentirse desierto por dentro, vienen momentos y personas que cambian radicalmente la forma en la que miras la vida. Dicen que esos momentos y personas pueden ser capaces de despejar cada tormento, cada mal día y ca...
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Eddie Dunne. • Sheffield, Reino Unido. 13/8/2013
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Por primera vez en mi vida, estaba experimentando lo que era el insomnio. Esa extraña e incómoda sensación de no poder conciliar el sueño, me atacaba en medio de la madrugada. Quizá leería un libro, escribiría un poema sobre esta experiencia o, simplemente, me quedaría mirando al techo del cuarto. Justo cómo lo estaba haciendo en ese momento.
Pensé en ir a la cocina a calentar un vaso de leche. Mi mamá decía que eso siempre funcionaba conmigo cuando era tan solo un bebé quisquilloso llorando por la presencia de papá, cuando aún no llegaba del trabajo. La vagancia ni siquiera me dejó poner un pie fuera de la cama. Estaba abatido. Estaba allí.
—Así que este es el insomnio, ¿eh? —dije para mí mismo. Estaba hecho de refunfuños internos en aquel momento.
Hoy era mi cumpleaños. Era de madrugada, pero se podía decir que era hoy, porque la hora sobrepasaba de la media noche.
¿Qué me pasaba?
¿Porqué me desvelaba? ¿Tenía alguna razón?
Sí, mi canción.
El tacto de los labios de una persona es mágico. Y más si se trata de esa persona. Lamentablemente, ese contacto de labios no fue donde yo lo esperaba. Aunque fantaseaba por un beso en la boca, no sucedió así. Hace como ocho horas, comprobé que un beso en la frente me podía, hipotéticamente, drogar.
"Cuando besas mi frente y descubro porqué..."
Improvisaba versos en mi libreta. Escribía cosas que me habían pasado con ella. Tenía que completar aquella canción, la que me tiene con la mente en blanco. La que me confundía en estos últimos tres años y algo.
En el trasnocho se hacían muchas cosas.
Entre una de ellas, estaba pensar en todo lo que haz hecho en la vida, haces una recopilación de todo las ocurrencias de la vida.
"Qué curioso. Estoy tratando de completar una canción mientras que son las tres con treinta y cinco de la madrugada. ¿Estás despierto?" Presioné el botón de enviar.
