Nicolle Jennings
• Liverpool, Reino Unido.
24/5/2013Revisaba que todo en mi maleta estuviera en orden. Cepillo dental, ropa, regalos de mamá... Todo estaba listo.
El día recién comenzaba. Apostaba mi sueldo a que si bajaba a la cocina, mamá iba a estar preparándome un desayuno especial en conmemoración a mi último día aquí. Ya era una costumbre típica de ella.
Y ese desayuno constaba de lo mismo.
Jugo de pera, tostada de huevos y un vaso de yogurt de banana.
Eran esos los pequeños detalles de la vida. Aquellos que te mostraban esa relativa conexión entre lo favorito y las personas más cercanas a ti. Aquellos detalles que te vieron crecer y que, en vez de detalles, se volvieron costumbres.
—No tardes mucho tiempo para visitarnos. —advirtió papá, mientras llevaba un pedazo de tostada a su boca.
—Lo tendré pendiente. —sonreí.
—Recuerda llamar a tu vieja madre —mi mamá me abrazó —. Cuando llegues a casa, me dices como te fue, cariño.
—Claro, mamá —la abracé —. Te extrañaré un montón.
Mamá se quedó en el marco de la puerta mientras papá me ayudaba a subir mis maletas al taxi que anteriormente había llamado. Papá me abrazó por última vez, diciéndome que me cuidara. Con eso, el auto emprendió su camino hacia la estación.
Miraba las hojas verdes desprendiéndose de los árboles, por la ventana. Hacía mucho calor. Habían grandes buses hippie repletos de gente. Estos, aparentemente, iban para la playa. En el camino, iba divagando por lo que posiblemente pasaría al llegar a Sheffield. Tal vez Luca me pasaría a recoger. También pensé que tal vez no podría venir. Si eso llegase a suceder, no me quedaría más opción que pagar un taxi para llegar a casa.
Uno nunca sabe lo que pasará. Así que, es bueno tener un plan B.
Y probablemente se daría el plan B.
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Nuestro último suspiro (#1 Bilogía TMSST)
RomanceDicen que después de soltar algo y sentirse desierto por dentro, vienen momentos y personas que cambian radicalmente la forma en la que miras la vida. Dicen que esos momentos y personas pueden ser capaces de despejar cada tormento, cada mal día y ca...