21. Las recaídas no son de mentira

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Eddie Dunne

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Eddie Dunne.
• Sheffield, Reino Unido.
19/7/2013

No podía pasarme esto

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No podía pasarme esto. Mucho menos a las una de la madrugada. Bueno, casi las dos. Abrí la puerta y Nicolle cayó en mis brazos. Reía como una psicópata y decía demasiadas cosas que estaban fuera de lugar como para estar en su sano juicio.

—Hola, Eddie —dijo sin dejar de carcajear —. ¿Sabes? Estoy muy sobria y quiero besarte.

Mis ojos se abrieron como dos órbitas. Mi nariz pudo detectar un fuerte olor a licor. Estaba muy confundido como para preguntarle porqué demonios estaba aquí. Quería creer que no le había pasado nada que me pudiese angustiar. Estaba en un muy mal estado y quién sabe que bastardo pudo hacerle algo a su frágil cuerpecito.

—¿Q-Qué haces aquí? —fue lo único que salió de mi boca.

Ella siguió riéndose y se lanzó al mueble.

—No lo sé. Cuando bebo mucho me pongo divertida, Bunne. —respondió. Fruncí mi ceño al escuchar esa información; sin duda, no quería escuchar eso.

—Espera... ¿Bunne? —alcé una ceja.

—Ese es tu apellido, ¿no? —levantó la mano en forma de ademán.

—No, Nicolle. Tú sabes muy bien como me llamo. Tú no estás bien, Nicolle. Se supone que tú no tomas y aquí estás... En mi casa, teniéndome confundido —gruñí —. ¿Que diría Luca? Si él supiera dónde estás ahora, estuviera muy preocu...

—El amor de Luca abandonó mi corazón hace dos meses. ¡Casi serán tres! —sonrió.

Ahora todo tenía razón. Todo concordaba con los escenarios de ayer. Luca y Nicolle ya no bailaban en el mismo hilo. Me empezaba a sentir mal por todo esto. ¿Cómo me podía sentir mal por una situación que ni siquiera me incumbía?

Estaba allí, acostada en el mueble. En cambio, yo estaba al límite de la curiosidad.

—En realidad, ¿qué fue lo que pasó? —me volteé a mirarla, pero ya era muy tarde.

Nuestro último suspiro (#1 Bilogía TMSST)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora