Aunque hacia rato que le había dicho a su hermana que se iba a dormir seguía con la ropa de la calle y tumbado encima de la cama con la vista fija en el teléfono abierto por la agenda de contactos. De forma automata y ya sin pensarlo sus dedos se iban desplazando del número de su madre al de Cody.
Desde el último mensaje que ella le había mandado al cual él no había respondido no había vuelto a dar señales de vida y eso en ella era bastante extraño. Le preocupaba que la situación en su casa se hubiese complicado y estuviese ella sola ante el peligro. No le extrañaba que por su mente estuvieran pasando las situaciones más inverosimiles, pues siempre hacía lo mismo pensando en la peor situación posible para no llevarse ninguna sorpresa. Abrió la aplicación de los mensajes y leyó el que desde hacía horas, por no decir días, seguía en la bandeja de borradores.
"NO TE PREOCUPES, TODO BIEN. CAROLINE ME TRATA
GENIAL COMO SIEMPRE. ¿CÓMO SIGUE PAPÁ?
Aunque de todas las veces que había hablado con su hermana ésta le insistió en que no debía sentirse culpable no podía evitarlo. Se había marchado de casa con lo puesto y con el dinero que llevaba encima que tuvo la suerte de que fue el justo para poder coger el autobús. Aunque si que es verdad que una vez dentro del autobús y buscando por los bolsillos se dio cuenta de que su madre, otra persona no podría haber sido, le había puesto un poco de dinero más.
Abrió su cartera y vio que ya no le quedaba casi nada del dinero y aunque Caroline no le había dicho nada en ningún momento no iba a estar con ella a la sopa boba. No pudo negar que uno de los pensamientos que le pasó por su cabeza al pensar en llamar a su madre fue el de pedirle dinero, y ese mismo pensamiento es el que le hizo pensarlo para no hacerlo. Si la llamaba no solo quería que fuese para que sonase interesado y le prestara dinero sino también para saber cómo estaba ella. Las manos le temblaban mientras sostenía el teléfono entre sus manos a la espera de que su hermana entrase y le transmitiera las fuerzas necesarias para llamarla.
Al ver el contacto de Cody lo primero que sentía era un hormigueo en todo su cuerpo, en especial al recordar la oche que le habían hecho la cena a su hermana y desde entonces no había sabido nada de él. Tampoco es que esperase un contacto constante con él pero si que es verdad que deseaba alguna llamada o algún mensaje. Una mínima señal de que pensaba en él igual que él mismo lo hacía o una muestra de que no solo había sido un calentón sino que había sentimientos de por medio, o al menos él lo sentía así.
Había estado tentado en más de una ocasión de marcar su número para llamarle o incluso mandarle un mensaje pidiéndole que diese señales de vida pero no quería comportarse como un adolescente histérico y enamoradizo. Estaba convencido de que Cody estaba curtido en ese tipo de chicos y él necesitaba impresionarle, quería dejar huella en él. En cuanto se ponía a imaginar y fantasear con todo lo que podría pasar entre ellos se quedaba completamente anodadado y no se daba cuenta de nada de lo que surgía a su alrededor y en los últimos días lo estaba haciendo de una forma demasiado asidua, tanto que Caroline incluso le había llegado a robar alguna foto.
- ¿Otra vez vuelves a estar en las nubes? - Tommy se sobresaltó cayendo de la cama y dándose en la cabeza con la mesita de noche.
- Haz el favor de no darme esos sustos, ¿quieres? - la vista de Caroline se fue hacia la cartera que estaba en el suelo.
- ¿Esto es todo lo que te queda? - preguntó cogiendo los pocos billetes que le quedaban.
- Sí, mamá me dio algo de dinero antes de ir, pero me lo he gastado todo.
- Tommy, por el dinero no te preocupes - su hermano levantó la vista y vio esa mirada de lástima en los ojos de su hermana que tanto conocía - me apretaré más el cinturón y...
- ...no pienso ser un mantenido - estalló Tommy en un grito - Es más, estaba pensando en llamar a mamá para saber como está y pedirle un poco de dinero.
- ¿No sería mejor que la fueses a ver en persona?
- No quiero correr el riesgo de encontrarme con él, hermanita - Caroline notó cómo le temblaba la voz.
- No irías solo sino que yo te iría contigo - al terminar de pronuciar esas palabras Tommy se levantó del suelo prácticamente de un salto y abrazó a su hermana a la altura de la cintura debido a que en su intento de levantarse sus piernas le habian fallado y se había quedado arrodillado.
- ¿De veras harías eso por mí?
- Pues claro, no pensarías que después de darte la idea o aunque hubiera sido idea tuya te hubiera permitido ir solo. Es más, estoy convencida de que incluso si se lo pedimos a Cody no tendrá ningún problema en darnos su apoyo - esas últimas palabras su hermana lo dijo con un tono de voz que incluso cogió desprevenido a Tommy y al levantar la vista vio que ella le guiñaba un ojo de forma cómplice cómo esperando una respuesta por su parte.
¿Era posible que Caroline se hubiese dado cuenta de algo la noche de la cena y se hubiese estado callando todo ese tiempo? ¿Era posible que su hermana fuese tan retorcida? ¿Si es que se había dado de cuenta de algo o lo sabía todo por qué no había dicho nada ni había reaccionado ya fuera aprobándolo o oponiéndose? Las ganas de ponerse en contacto con Cody aumentaron drásticamente. Necesitaba saber si había hablado con su hermana o le había hecho saber algo que él desconocía antes de decir nada y meter la pata hasta el fondo. Permaneció callado y no indagó más. Simplemente se sintió agradecido de poder contar con su hermana en en el que sabía seguro que iba a ser uno de los días más duros de su vida.
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Quien quieras excepto él
RomanceCody nunca se ha planteado el poder tener una historia con nadie ya que no va con él. Caroline se ha hartado de paciencia con las idas y venidas de príncipes azules que han supuesto un fraude. Tommy recién empieza a descubrir quién es y qué es lo...