Capítulo 7

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Cody sabía que estaba jugando a un juego muy peligroso que le podía estallar en la cara en cualquier momento. Era muy consciente de que iba a traerle problemas pero un deseo irrefrenable en él le había impedido detenerse en cualquier momento.

Lo que sentía por Tommy era algo más que una simple atracción física. Se trataba de algo que no podía definir, solo sabía que estando cerca de él se sentía vulnerable. Tuvo que plantearse muchas veces si lanzarse o no, ya no desde el momento en que lo fue a buscar a la estación de autobuses sino incluso de antes. Las veces que viviendo con Caroline en sus años de universidad había ido a casa de los padres de ella y le había visto. 

Teniéndolo cerca se sentía vulnerable y desprotegido. Todas las veces que había estado con otros hombres siempre desprendió un aura de masculinidad y de poder que según lo que decían Edward, Charlie, Pete y Rob era lo que le hacía atrayente y que cualquiera que él se propusiera cayese a sus pies. 

No podía dejar de mirarle con cierto disimulo y sin que él se diese cuenta cada vez que se giraba a hablar con su hermana o se quedaba mirando al techo muerto de verguenza por sentirse completamente fuera de lugar. Pensó en que el motivo por el que había llegado tarde a su propia cena de cumpleaños fue por tener que haber llamado al restaurante y dar nuevas indicaciones de las tarjetas. Que lo hubieran incluido en el último momento para Adam no supuso ningún problema, pero para él si que lo fue al tener que volver a hacer todas las tarjetas. Era una forma discreta y en cierto modo atrayente de decir lo que no tenía miedo a decir en persona por respeto a las represalias.

Le había visto abrir la caja y cómo había reaccionado ante ello, como si hubiese visto un fantasma. No perdió detalle en ningún momento de sus reacciones. La había mirado en el momento en que había leído la nota esperando una confirmación o algo que le dijera que las palabras que ponía en ese pedazo de papel eran verdad. Le había costado mucho atreverse a dar el paso, pero por otro lado, pensaba que es un paso que debería haber dado hace mucho tiempo pero eran demasiadas cosas las que se lo estaban impidiendo, para empezar él mismo. 

Con paso decicido se levantó de la silla, la cogió con su mano y la arrastró hasta dónde estaban Caroline y Tommy. 

- ¿Disfrutando del cumpleaños?

- Como todos los años, ¿no?

- ¿Qué te parecen los locos de mis amigos, Tommy?

- Se les ve muy majos. 

- ¿Te sientes cómodo? - Tommy observó que tanto su hermana como el amigo de ésta le miraban fijamente - ¿Hay algo que te esté incomodando? Si es así, no dudes en venir a buscarme y lo hablamos. 

Se dirigió hacia los chicos con la esperanza de que Tommy hubiese relacionado su comentario con el contenido de la nota. Giró con la cabeza con sumo cuidado de que apenas se apreciara el movimiento y vio como Tommy le miraba con cierto aire interrogatorio en la mirada. 

Teniendo en cuenta que habían terminado de cenar, los camareros habían recogido todas las mesas y habían dispuesto el espacio con una zona de bar y una de baile Cody fue hacia la barra a pedirse una consumición. Estuvo esperando unos minutos hasta que ocurrió lo que él estaba esperando. Tommy se colocó a su diestra. 

- Oye... - la voz le temblaba y los nervios se habían apoderado de camino a la barra. No sabía explicar porqué pero estaba temblando de solo tenerlo cerca apenas a unos centímetros de él - ¿me pedirías una cerveza? 

- Sí, claro, aunque no te imaginaba tan rudo. 

- ¿No me digas que creía que era de esos que tomaban gin tonics, caipirinhas y sex on the beach?

- Oye, cada uno que le beba lo que le viene en gana - y tras esas palabras el camarero le entregó dos botellines de cerveza bien fría. 

- Así que, ¿hay alguien o algo que te haya hecho sentir incómodo? - a Tommy no le pasó desapercibido que aquella pregunta era una indirecta clarísima por la nota que le dejó dentro de la cajita pero no estaba seguro de querer entrar en ese terreno de modo que optó por quedarse callado mientras con los dedos dentro del bolsillo del pantalón jugueteaba con el trozo de papel que había sacado de la caja. 

- No, de momento todo bien, gracias. Está siendo una fiesta estupenda. 

Tommy se dio la vuelta y fue a la pista de baila con su hermana dónde sonaba una canción que antes escuchaban siempre juntos y más de una vez en el comedor de casa se habían imaginado haciendo un concierto con I Told you That de Whitney Houston y George Michael. Entre la alegría de estar con su hermana y lo rápido que le subió el alcohol de la cerveza en menos de cinco segundos se vino arriba y sin darse cuenta había pasado de hacer lipsync a estar cantándola a pleno pulmón. Cuando la canción terminó durante unos segundos la sala se quedó completamente en silencio y todos los asistentes a la fiesta le estaban aplaudiendo cosa que hizo que se viniera más arriba y empezase a hacer reverencias y dar las gracias por los aplausos. 

- Desconocía que cantaras tan bien - Tommy se giró esperando que quien estuviese a su espalda fuese Cody pero al verle fijamente era Rob quien le miraba y estaba tan cerca de él que podía notar su respiración acelerada. No supo por qué pero la voz de Cody advirtiéndole sobre ese amigo en concreto resonaba en su cabeza. 

Hizo amago de marchar pero en todo momento se cruzaba en su camino impidiéndole el paso con una sonrisa de seductor que por mucho que él luchase contra ella no podía evitar que hiciera que le temblasen las piernas. Se dirigió hasta uno de los taburetes situado al fondo de la sala dónde el personal del restaurante había colocado todos los abrigos y bolsos de los asistentes. Hurgó en su chaqueta buscando su teléfono y fingiendo que marcaba un número consiguió salir fuera. En ningún momento fue consciente que su hermana y Cody se quedaron rezagados en una esquina, ocultos por las sombras y al verlo salir se dirigieron fuera quedándose a unos pocos metros de donde estaba él.

Desbloqueó su teléfono y vio que ahí seguía la notificación del mensaje de su madre con el añadido de que vio que le llamó repetidas veces esa misma noche. Se armó de valor y abrió por fin el mensaje de su madre. 

HE ESTADO HABLANDO CON TU HERMANA. SÉ QUE ESTÁS BIEN CON ELLA Y ESO ME RECONFORTA. TE QUIERO MUCHO. 

Caroline nunca le había escondido nada, siendo así porque le ocultó que había hablado con su madre ¿Quería decir que le había contado todo lo que había ocurrido? Si era así, ¿por qué no le había dicho nada en ningún momento? Oportunidades no le habían faltado. Se dio la vuelta con un cabreo bastante importante encima dispuesto a hablar con ella echándole toda la caballería por encima pero no hizo falta ya que los tenía pegados a su espalda. Ambos hermanos se miraron sin decirse nada. ella le abrazó con todas sus fuerzas mientras él se deshacía en un mar de lágrimas. 

-¿Podemos irnos? 

Quien quieras excepto él Where stories live. Discover now