- Vengo en representación de sus dos hijos, Caroline y Thomas, para notificarle que desde este momento y tal como el documento que tiene en sus manos especifica usted no tiene autoridad ninguna sobre esta propiedad.
Ambos estaban tras la figura del abogado contratado por Cody. Su padre no tenía ante sus ojos a sus dos hijos a los durante tantos años había manipulado y humillado para quedar siempre por encima de ellos y actuar a su antojo. Ante él tenía a dos personas adultas e independientes que se habían unido por una causa común: dejarlo a él sin nada.
- No pueden hacer esto, esta sigue es y seguirá siendo mi casa. Tal como está estipulado en mi testamento será de ellos en el momento en que yo fallezca - se quedó serio y callado y les miró fijamente a ambos -, y os aseguro que para eso aún queda tiempo.
- Me temo que en eso está usted equivocado. Como puede ver en la documentación que tiene ante usted hace poco más de dos años en una operación muy arriesgada de su empresa puso su casa como aval. Al perder esa cuenta y negocio, inmediatamente perdió la propiedad de su casa adquiréndola la empresa gestionada por mi cliente aquí presente.
- Van a tener noticias de mi abogado - sentenció con seguridad y acusándolos con la mirada.
- No tenemos ninguna duda de ello pero mientras tanto entrega a Tommy y Caroline las llaves de su casa - esta vez era Cody quien se había puesto delante de todos y le desafiaba con cada uno de los músculos de su cuerpo.
Caroline y Tommy entraron mientras Cody llamaba a la madre de éstos poniéndola al día de los acontecimientos ocurridos y le informaba que podía instalarse tranquila y comódamente en la que había sido la residencia familiar sin ningun percance ni problema.
Sin hacer ruido y pasando desapercibido se metió en su coche y les dejó solos. Conocía a Caroline y la había estado mirando desde hacía días y había estado observando cómo había ido cambiando, volviendo a ser la amiga que el conocía, quería y respetaba.
Tommy y Caroline, por su parte, en el interior de su casa se instalaban mientras el camión de mudanzas contratado por Cody les instalaba las cosas. Cada uno de ellos fue a las que habían sido sus respectivas habitaciones y se quedaron en ellas.
Tommy pasó las horas tumbado en la cama intentando asimilar la manera en que había cambiado todo en cuestión de semanas. Volvía a ser dueño de su vida y estaba con la persona a la que más amaba. No podía pedir más. Solo esperaba el momento en que Caroline se acercase de nuevo a él y volviese a ser su hermana, no la desconocida en la que se convirtió desde que le dijeron la notícia.
Llamaron a la puerta de su habitación y sin vacilación dio la orden de que podían pasar. Caroline abrió con sumo cuidado de no hacer ruido tal y como hacía siempre y se apoyó en el quicio de la puerta.
- ¿Tú sabías algo de todo esto?
- Estoy tan sorprendido como tú, ¿por qué lo ha hecho?
- ¿Recuerdas la noche que Cody y yo salimos a celebrar que habíamos terminado la carrera y vio cómo se comportaba padre con nosotros? Esa misma noche me prometió que nos sacaría de esa casa o que haría lo posible por salvarnos. Me estuve riendo un buen rato porque pensaba que se estaba burlando de mí, haciéndome sentir como una princesa de cuento -Caroline empezó a reir a mandibula batiente al recordar la sensación que la invadió el día que él le hizo la promesa -, pero no pensaba que lo llegase a hacer.
- Hacía mucho que no te oía reirte ni te sentía tan cercana como en estos momentos.
Ambos hermanos se miraron y sin razón aparente rompieron a llorar. Al igual que cuando eran pequeños Tommy se hizo a un lado y se sentó con las piernas cruzadas sobre el colchón dejándole espacio a Caroline. Ésta se sentó con él y lo abrazó mientras las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos.
- Lo siento, he sido una idiota todo este tiempo, no he sido capaz de ver el bien que te hacía y lo feliz que eres con él; pero conocía a Cody mucho antes que tú. Mi rechazo siempre ha sido porqué nunca quise que te hiciese daño.
- Me dijo cómo era, pero él ha cambiado y me lo ha demostrado con creces. No queda nada del Cody conquistador y seductor que tú conociste. Se ha convertido en todo un romántico, en un caballero de brillante armadura.
- No puedo creerte, se me hace imposible verlo.
- Que tú no seas capaz de verlo no significa que las cosas no puedan ocurrir.
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Quien quieras excepto él
RomanceCody nunca se ha planteado el poder tener una historia con nadie ya que no va con él. Caroline se ha hartado de paciencia con las idas y venidas de príncipes azules que han supuesto un fraude. Tommy recién empieza a descubrir quién es y qué es lo...