Cody se dejó caer sobre la cama completamente exhausto y aunque apenas había bebido durante toda la cena sentía la misma sensación que cuando años atrás bebía hasta perder el sentido y se despertaba en camas de completos desconocidos.
No pudo evitar que una sensación agridulce se apoderara de él las veces que intentaba recordar la forma en que se había despedido de Caroline y su hermano. La cara de éste estaba completamente rota por el dolor y pudo leer en los ojos de su mejor amiga la impotencia de no poder ayudarle de ninguna forma si él no se dejaba.
Se reincorporó en la cama y estiró el brazo para coger el teléfono que había dejado en la mesilla de noche. Deslizó el dedo por la pantalla para desbloquearlo y miró fijamente la pantalla con la esperanza de recibir noticias de alguno de los dos. Miraba el reloj con la sensación de que el tiempo no avanzaba y sentía que éste no lo iba a hacer hasta que tuviese noticias de ellos.
Al dejarlos en casa había sentido un gran impulso de salir del coche y pasar la noche con ellos, aunque no hubiese dicho ni hecho nada por hacer notar su presencia, solo hacerles saber que estaba con ellos. Se frenó en seco, al fin y al cabo, él solo era el mejor amigo de su hermana y si Tommy quería contar algo tenía una sensación en su interior que lo haría conforme más íntimo fuera el espacio.
El sonido del teléfono le sacó de su ensimismamiento y respondió al mensaje de Caroline en el que le preguntaba si aún estaba despierto y si le importaba que lo llamase. Al igual que tantas otras veces fue incapaz de negarse.
- Lo siento por las horas pero no sabía a quien llamar.
- ¿Por qué susurras?
- Él esta durmiendo - Caroline hizo una pausa para coger aire -. Tengo ganas de matar a alguien. Esta vez se ha pasado tres pueblos. No pensaba que pudiese llegar a ser tan cabrón - no hizo falta que le diese más detalles pues sabía perfectamente que se refería a su padre -. Me ha contado lo que ha ocurrido, y disculpa que no te lo diga pero es él quien se lo ha de contar a quien él quiera. Es algo demasiado íntimo - Cody permaneció en silencio a la espera de que le dijese más pues sabía que aquella llamada era para poder desahogarse con alguien.
- ¿Él está bien? - no supo decir porqué pero en aquellos momentos su máxima prioridad era que él estuviera bien.
- Supongo que eso será mejor que se lo preguntes a él, yo no me atrevería a decirtelo - de nuevo esa pausa para prepararse para su siguente frase -. Necesitaría pedirte un favor. No me atrevo a dejarle solo, esta demasiado vulnerable ¿Te importaría venir antes de que yo me vaya a casa y pasar el día con él?
- Será un placer, ¿quieres que vaya ya? - sin que ella le hubiera contestado se había puesto de pie y se disponía a coger la chaqueta y las llaves para ir para allá.
- No hombre, descansa unas horas. Hago el turno de tarde, te importaría venir a comer con nosotros y después te quedas con él, sé que no puedo dejarle en mejores manos ahora mismo - asintió y se tumbó nuevamente en la cama.
Caroline permaneció en silencio sin decir nada pero pudo oír desde su lado de la línia que estaba empezando a sollozar. No cuestionó la reacción en ningún momento. Permaneció callado esperando que ella dijera algo más, aunque al mismo tiempo algo en su fuero interno le clamaba que fuera corriendo a estar con ellos. Contra más se planteaba qué es lo que había pasado, cuál había sido la razón de que Tommy necesitara salir de casa de sus padres, por qué había tantos silencios y secretismos en lo que rodeaba su situación más necesidad tenía él de estar presente. Siguió en la cama a la espera de que su amiga dijera algo más, pero lo único que hizo fue darle las gracias y colgarle con la justificación de que ella también necesitaba descansar.
Cody dejó nuevamente el teléfono en la mesilla y se puso el despertador para un par de horas más tarde, despertarse, coger sus cosas e ir a trabajar desde casa de Caroline.
El despertador sonó y de forma automática todo su cuerpo reaccionó con premura al sonido del timbre. Se visitó y se dirigió a la mesa de la sala que utilizaba como estudio, cogió su portátil y la cartera dónde guardaba todo lo del trabajo. Se dirigió a la entrada y cogió las llaves del coche. Condujo concentrado en la carretera a la vez que iba mirando su teléfono por si Caroline se pronunciaba y le decía alguna cosa más, pero nada.
Llegó a la portería del bloque de apartamentos de Caroline y bajó del coche. Inhaló profundamente para armarse de valor antes de entrar. No sabía explicar el porqué pero cada vez que pensaba en que iba a pasar un tiempo largo a solas con Tommy un hormigueo le recorría las palmas de las manos. No tenía ningún sentido que tuviera miedo de estar con él, no era nada más que el hermano pequeño de su mejor amiga. Pensándolo bien, lo más seguro es que se debiera a la inseguridad de no saber que es lo que había pasado ni tampoco conocer el motivo real por el que ahora estaba con su hermana en lugar de con sus padres.
Caroline le abrió con una sonrisa cordial y tras saludarle le hizo un gesto con la cabeza para que fuese al sofá a sentarse con Tommy, y de nuevo ese hormigueo en sus manos.
- ¿Cómo vas? - fue lo primero que se le ocurrió y nada más decirlo fue consciente de lo absurdo que sonaba.
Dio gracias de que aquella situación no se alargó mucho, pues unos minutos después Caroline puso la comida en la mesa. Entre los tres se lo terminaron todo en un silencio sepulcral roto durante escasos segundos por el sonido de los cubiertos o el vaso al dejarlo en la mesa. Al terminar Caroline y Cody se levantaron y se pusieron a recoger los platos mientras Tommy permaneció sentado.
- Gracias - fue lo único que dijo antes de salir por la puerta e irse a trabajar.
Se quedaron solos sentados en el sofá. Cody tenía la imperiosa necesidad de preguntar que es lo que ocurría pero no iba a presionarle de ninguna manera. Se giró reclinando todo su peso en un costado del sofá y pasando su brazo por detrás de Tommy quedando a escasos centímetros de él.
- Bueno, no dijiste nada de lo que te toco en la caja, ¿qué opinas?
Tommy se quedó completamente perplejo pues en lo último que pensó fue en la caja negra con la tarjeta con el regalo que Cody había preparado de forma individual para él. Recordaba que lo habá releído diversas veces durante la cena intentando asimilar que era cierto y que no se lo estaba imaginando.
Estaba delante suyo con una sonrisa pícara en los labios. Tommy le miró con ciertas dudas de si decir algo o permanecer callado.
- Me sorprende que te sigas acordando, pensaba que me estabas gastando una broma.
- Carolina ya te dijo que era una tradición mía, y yo las tradiciones me las tomó muy en serio y no bromeo con ellas.
- ¿Entonces?
- Solo necesito una respuesta.
- Antes necesito decirte una cosa - respiró profundamente. Sabía lo que quería decir en ese momento y lo que su cuerpo clamaba por hacer pero necesitaba una gran fuerza de voluntad por su parte -. Siempre me gustaste, desde hace años siento algo muy fuerte por ti - se inclinó en el sofá y le besó tiernamente en los labios.
- Supongo que eso es un sí - no dijo nada, ni respondió, se limitó a besarle de nuevo.
- Solo dime la hora y el lugar y allí estaré.
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Quien quieras excepto él
RomanceCody nunca se ha planteado el poder tener una historia con nadie ya que no va con él. Caroline se ha hartado de paciencia con las idas y venidas de príncipes azules que han supuesto un fraude. Tommy recién empieza a descubrir quién es y qué es lo...