El silencio se había adueñado de la habitación aunque las preguntas se acumulaban en la boca de Cody y las dudas y preguntas no dejaban de acechar una tras otra a la mente de Tommy ¿Cómo había sido capaz? ¿De dónde había reunido el valor para besarle? Ni el mismo podía creerse que se hubiera declarado, que había estado por Cody desde casi el mismo día en que lo conoció era uno de sus secretos mejor guardados que ni tan siquiera su hermana conocía, y eso que era alguien a quien se lo contaba prácticamente todo.
Levantó la vista para ver a un Cody perplejo ante él. A pesar de que éste siempre había sido un conquistador nato y un rompecorazones ni él mismo se esperaba ni esa declaración ni ese acto de atrevimiento. Si bien era cierto que des del momento en que lo recogió en la estación de autobuses y lo tuvo frente a él dejó de verlo como el adolescente que le inspiraba cierta ternura para verlo como un hombre apuesto y que le generaba cierto interés. No se lo había dicho a nadie ya que ni él mismo se lo había planteado de ese modo, pero ahora si que después de ese acto tenía más que claro que sentía algo por el hermano de Caroline.
Era plenamente consciente que se estaba metiendo en la boca del lobo pues siempre que oía a su mejor amiga hablar de su hermano pequeño lo hacía dejando ver la protección que ejercía sobre él y lo mal que llevaba que éste hiciera ciertas cosas. No es que no aceptara su condición sexual, es solo que para ella siempre sería el renacuajo con el que dormía bajo las mantas las noches de tormenta.
Cody se lo quedó mirando fijamente a la espera de cual sería el siguiente movimiento de Tommy. Cuando escribió la tarjeta en el que le pedía una cita para estar los dos solos esperaba un tímido sí o incluso las evasivas con las que le había respondido ya que durante toda la cena de su aniversario lo estuvo evitando. Para nada esperaba ese acto de espontaneidad y atrevimiento que acababa de tener. Tommy le mantenía la mirada sin ni tan siquiera pestañear.
- Si tenías tan claro lo que sentías por mí, ¡¿cómo es que me rehuiste durante toda la fiesta?
- No lo sé, me daba miedo el quedarme a solas contigo y no poder controlarme.
- ¿Qué hubiera habido malo de ello? - le preguntó sin dejar de sostenerle la mirada y se atrevía a apoyar su mano sobre la pierna de Tommy a quien no le pasó desapercibido el gesto pero no hizo absolutamente para evitarlo.
- Estando mi hermana cerca hubiese supuesto la muerte para los dos - tras ponunciar esas palabras esbozó un tímida sonrisa.
- Supongo que estando en su casa y estando tan cerca corremos los dos la misma suerte si entra en estos momentos.
- Hasta dentro de unas horas no termina de trabajar así que tenemos un poco de tiempo para estar los dos solos.
Tommy se inclinó lentamente sobre el sofá hasta recostar todo su peso sobre su lado izquierdo. Inclinó la cabeza levemente y separó sus labios al mismo tiempo que los acercaba a los de Cody deteniéndose un momento para ver cómo reaccionaba éste. Con los ojos entrecerrados le miró y vio que no se echaba para atrás ni hacía ningún gesto para rechazarlo, permanecía en la misma posición que cuando se había sentado, expectante de ver que hacía él. Sin pensárselo ni un segundo más se abalanzó sobre los labios de Cody para disfrutar de su tacto y dulzura. Cody separó los labios y con un suave mordisco agarró el labio inferior de Tommy para a continuación introducir levemente su lengua dentro de la cavidad bucal del chico. Durante unos segundos sintió miedo de haberse propasado y que eso fuese más de lo que el otro esperaba.
Al ver que no retrocedía sino que le correspondía, un calor empezó a recorrer todo su cuerpo. Aquella sensación la había tenido otras veces y se traducía simplemente en que se estaba empezando a poner cachondo. Se conocía lo suficiente cómo para saber que si empezaba con eso no iba a poder parar, y no quería hacerlo, al menos no de esa forma y no con él.
- Lo siento - dijo retirándose para atrás de un salto - esto no está bien, tú eres el hermano de mi mejor amiga y no podemos hacer esto.
Tommy no entendía para nada esa reacción pero no quiso insistir. Se quedó sentado en el sofá mientras Cody no dejaba de ir de un lado al otro de la sala dando vueltas sin dejar de murmurar cosas en voz baja. ¿Qué es lo que acababa de pasar? ¿Acaso había hecho algo mal? De acuerdo que era el hermano pequeño de su mejor amiga, pero también era mayoricito para poder hacer lo que quisiera sin tener que rendir cuentas a nadie. Hizo el amago de levantarse e intentar hablar con él pero al hacer el intento Cody le miró fijamente y prefirió quedarse sentado.
- Tal vez no debería... - todo el valor y arrojo que había tenido unos segundos antes se había desvanecido por completo. Sentado en el sofá cabizbajo se encontraba muerto de la verguenza. Había hecho la declaración más grande de toda su vida y compartido su mayor secreto y sentía cómo si le hubieran pisado y humillado públicamente.
- Tommy, no... - no le salían las palabras, era incapaz de poder decir nada. Tan solo quería que él no se sintiera culpable. Su intención no fue en ningún momento hacer ver que no sentía nada por él, si no todo lo contrario, lo que sentía por él era tan fuerte que no quería hacerlo de esa manera. Si lo hacía lo haría bien y no empezando la casa por el tejado. Lo primero que necesitaba era que ambos tuvieran esa cita, que estuvieran los dos solos y se pudieran conocer mejor y que Tommy le diese la oportunidad de poder conquistarle y dejar que se enamorara de él. Durante el momento del beso tenía claro que no iba a tener ningún problema con ella, pero con su reacción dio un gran paso hacia atrás -. Espera... - con cada intento que hacía por intentar explicarse se sentía más rídiculo. Como no le salían las palabras decidió demostrarselo con hechos. Inspiró profundamente y se sentó frente a él cogiéndole de las manos, con ligero roce Tommy sintió un escalofrío por todo su cuerpo pero no se permitió que él se diera cuenta -. Te propuse una cita en la tarjeta y con el gesto que has hecho me has dado a entender que si quieres que la tengamos. Así que haremos lo siguiente - hizo una pausa para armarse de valor y medir bien las palabras que iba a usar a contiuación, pues no quería malos rollos o que interpretara algo que no era -. No digo que finjamos que esto no ha pasado, sino que seamos sinceros y no ha pasado cómo ni cuándo debería haber pasado. Tengamos nuestra cita, conozcámonos mejor de lo que ya lo hacemos y permitámonos que las cosas sucedan cómo vayan a suceder en ello y no frenarnos.
- Está bien - no quiso decir nada más. Comprendía lo que Cody le estaba proponiendo y la idea le encantaba, pero se negaba a mostrar más efusividad de la necesaria. No quería arriesgarse a volver a sentirse pisoteado - ya que la idea ha sido tuya que tal si me dices el dia, la hora y el lugar y allí estaré, ¿qué me dices?
Cody permaneció en silencio mirándole extrañado como no aparentaba ninguna emoción ni respuesta a la propuesta que le había hecho. Sabía que se debía al cambio de acitud tan repentina que había tenido.
- Perfecto - se acercó a él con intención de darle un beso per se frenó a sí mismo, disimuló como pudo mirando el reloj -, madre mía, se ha hecho bastante tarde y Caroline tiene que estar a punto de terminar. Bajo a comprar cuatro cosas y me quedo a cenar con vosotros, ¿sí?
Tommy se dio cuenta de que era una excusa para salir de la situación incómoda que él mismo había creado. No era tarde en absoluto y aún quedaba bastante tiempo para que su hermana llegase de trabajar, pero aún y así no dijo nada y se quedó en silencio. Asintió con un gesto de cabeza y se quedó mirando fijamente a la puerta por la que Cody salió a la calle para ir a comprar según él. No pudo evitar derramar un par de lágrimas, aunque sabía que no había sido con intención, sentía que había pisoteado sus sentimientos. Hizo de tripas corazón y asimiló que no era nada más que otra hostia que le daba la vida.
Mientras tanto Cody abajo hacía las llamadas pertinentes y pedía los favores necesarios para poder preparar la cita perfecta tal y cómo el la tenía planeada en su mente. No podía negar que lo que sentía por Tommy era un sentimiento demasiado intenso. Nunca se había permitido mantener una relación estable ni duradera, pues él nunca fue de esos que lo dejaba todo por amor. No podía describirlo con palabras pero con él era completamente diferente. Era la primera vez en mucho tiempo que se atrevía a tener algo serio con alguien y aún no terminaba de creerse que fuese con el hermano pequeño de su mejor amiga. Durante unos segundos se sintió tremendamente culpable, pues sentía cómo si la estuviese traicionando tantos años de amistad. Una vez tuvo todas las confirmaciones se dio cuenta de que era absurdo, ella lo entendería, estaba seguro de eso, solo era necesario escoger el momento idóneo para poder decírselo.
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Quien quieras excepto él
RomanceCody nunca se ha planteado el poder tener una historia con nadie ya que no va con él. Caroline se ha hartado de paciencia con las idas y venidas de príncipes azules que han supuesto un fraude. Tommy recién empieza a descubrir quién es y qué es lo...