Quien quieras excepto él

Capítulo 8

Ambos permanecían en silencio por el miedo a que si decían algo Tommy huyese de allí como un cervatillo herido. Caroline jamás vio a su hermano tan decaído y vulnerable. A pesar de las ganas que tenía por saber qué era lo que había ocurrido realmente entre él y su padre no tuvo el valor de preguntar. 

Esa misma tarde al salir del trabajo, estuvo hablando con su madre pero las únicas preocupaciones de ella es que su adorado hijo pequeño estuviese feliz y cómodo, cosa que ella le había garantizado al cien por cien. Había tenido la oportunidad de desvelar que había ocurrido pero no fue capaz de preguntarle. Hubiera sido como violar la intimidad de su hermano y por nada del mundo haría esto. Estaría ahí para él y cuando él estuviese preparado para hablar le escucharia, ¿era posible que hubiese llegado el momento? 

Cody miraba al hermano de su mejor amiga anonadado, no sabía si esas lágrimas se debían al conflicto interior que el muchacho tenía, a su nota o a que el capullo de Rob le hubiera dicho o hubiese intentado algo, pero tampoco dijo nada. Se limitó a poner su mano sobre la espalda del chico a modo de consuelo. 

Subieron los tres al coche de Caroline y se fueron a casa. Al llegar Cody se despidió tanto de su amiga como de el hermano de ésta y marchó con un nudo en el estómago que no se iba a quitar hasta que hablara con él pero comprendía que ese no era el momento propicio para hacerlo. 

- ¿Te apetece un té? - Tommy sentado en el sofá no dejaba de llorar desconsoladamente - ¿Quieres hablar de algo?

- Me decepcionó....y mucho - no era necesario preguntarle de quien estaba hablando ya que la respuesta era obvia - Me armé de valor y se lo dije, Caroline. Le dije que era gay - ¿así que todo era por eso? Permaneció callada esperando que lo soltara todo, un miedo irracional en su interior le decía que si hacía el más mínimo comentario él callaría de nuevo - Me mandó callar. Primero pensé que necesitaba tiempo para asimilarlo y lo respetó, pero lo que ocurrió después no nos lo esperamos ni mamá ni yo. 

- ¿Mamá estaba contigo? 

- Sí. Se puso hecho una fiera y empezó a gritar un montón de salvajadas que cada vez iban a más. Que si eres una verguenza, que había criado una abominación, que cómo le faltaba al respeto de esa manera, que si que poca consideración tenía. 

- Tommy, yo....

-...pero es que eso no fue lo peor. Los insultos verbales los puedo aguantar y hacer que me resbalen pero lo que vino después fue peor. Enloquecido vino hacia mí y sin avisarme ni nada me hizo la zancadilla y me tiró al suelo y empezó a golpearme conla punta del pie en el estómago. Lo único que pude hacer fue encogerme para que los golpes no fuesen tan fuertes - Caroline en esos momentos hervía de rabia por dentro y tuve que contener mucho el impulso de coger su coche y presentarse en casa de sus padres. 

- ¿Ella no hizo nada? 

- Lo intentó. Se puso entre los dos y él la apartó de un empujón tirándole al suelo. Me dejó a mí y fue a por ella. 

- ¿Acaso también golpeó a mamá?

- No, a ella no le tocó ni un pelo. La amilanó a base de gritos con acusaciones de qué si ella lo sabía y me había estado protegiendo, qué si siempre hacíamos lo mismo de cubrirnos el uno al otro y si creía que me hacía algún favor. No pude hacer nada en esos momentos por defenderla, estaba acojonado y no quería moverme, pero al ver que le levantaba la mano a ella no me pude contener, me levanté sin saber de dónde estaba sacando las fuerzas y me lancé contra él, lo empujé con todas mis fuerzas y le abatí contra el suelo - las lágrimas volvieron a brotar pero Caroline hubiera jurado que durante unos segundos vio una sonrisa de orgullo en la comisura de los labios de su hermano -, y eso fue todavía peor. Se levantó con una agilidad pasmosa y fue hacia mi cuarto. Mamá y yo nos quedamos en el comedor abrazados el uno al otro. 

- ¿Por qué no salistéis de allí? Dios mío, ¿por qué no me llamaste o me escribiste un mensaje? Me hubiese presentado allí lo más rápido posible. 

- ¿Para qué? ¿Para que te atacase a ti también? Fue suficiente yendo solo a por mí. 

- Lo siento - fueron las únicas palabras que fue capaz de articular. 

- No te has de disculpar por nada, tú no tienes la culpa...

- ...ni tú tampoco, lo sabes, ¿verdad?

- Irrumpió de nuevo en el comedor y me tiró la bolsa - indicó señalando la bolsa que había en la habitación -, me dijo que me largara de esa casa, que para él estaba muerto y que no se me ocurriera volver a aparecer por allí. No sabía dónde ir, de hecho, fue mamá quien me dijo que viniese aquí y me dio el poco dinero que llevaba encima. 

- Puedes estar aquí el tiempo que quieras y por el dinero no te preocupes, miraremos la manera de apañarnos. 

- ¿Qué hago ahora, Caroline? - durante unos instantes su hermana permaneció en silencio pensando que podía responder pues no era nada fácil la pregunta que había formulado. 

- Tommy, de momento has hecho lo más díficil, ahora simplemente preocupate de estar bien. 

- Cada vez que lo pienso me entran ganas de rebentarle la cara, sé que está mal que lo diga por ser papá, pero...

-...ahora mismo - empezó cortándole su hermana sabiendo por dónde iba a ir su discurso - estás hablando desde el cabreo y eso no es bueno. No estás pensando con claridad y lo que quieres es vengarte del daño que te ha hecho. Yo no seré quién te diga lo que has de pensar o no sobre él por mucho que sea papá, solo te pido que te des un tiempo y lo mires con distancia. 

- ¿Se supone que lo he de perdonar y hacer cómo si nada? 

- Yo no he dicho eso niu mucho menos, lo que si que creo que hay algo que deberías hacer, pero cuando tú quieras y es hablar con mamá. 

- ¿Para decirle qué?

- Para que pueda oir de tu propia voz que estás bien aunque sea. Me lo ha contado. Sé que te ha escrito un par de veces e incluso se ha intentado poner en contacto contigo y no le has dado respuesta. Tommy, ella no tiene ninguna culpa y piensa que es la que más lo está sufriendo y la que peor lo estará pensando, ahora esta sola sin ti, y conociendo a papá le estará recriminando cosas cada cinco minutos. 

Tommy permaneció en silencio asimilando lo que le estaba diciendo. Razón no le faltaba en lo que respectaba a su madre, ella siempre había dado la cara por él siendo un apoyo muy importante. De hecho, la primera persona a la que se lo contó fue a ella porque sabía que no iba a haber represalias de ningún tipo y eso le daba mucha tranquilidad y confianza para contarlo. Ella misma fue quien la animó y le dijo que estaría con él en cuanto se lo contase a su padre, y así había sido. Ahora él se había ido ya que si algo tuvo claro al ver la reacción de su progenitor al saber la verdad es que si seguían conviviendo juntos algun día uno de los dos saldría de esa casa con los pies por delante.