Había dormido plácidamente junto a mi bebé, Mateo sonreía no sé porqué, pero me estiré sonriendo…entonces en mi cadera sentí algo muy pesado.
— ¡¡Papá!! Papi depieta
— Tu papá no está aquí, Mateo
— Shi mami…
Entonces volví a darme cuenta de ese peso sobre mi cintura y unos dedos apretar mi vientre…la sangre comenzó a hervirme, no sé si de nervios o de rabia, me giré algo rápido y miré a Matthew pegado en mi espalda y con la boca abierta soltando algo de baba, recordé esas noches donde dormíamos juntos, pero ahora no era momento de sentimentalismos.
— Amor… ¿Por qué no vas a despertar al tío Jimmy y le dices que te prepare un hotcake? Mientras yo despertaré a papá
— ¡¡shiii TÍOO!!
Salió corriendo el pequeño al gritar y Matt se despertó. Lo miré frunciendo el seño y soltando un enorme golpe en su mejilla al empujarlo haciéndolo caer de la cama.
— ¡¡OYE!!
— ¡¡¿Qué rayos haces en mi cama?!! ¿Cómo te atreves a meterte en mi recámara sin permiso?
— Porque si te lo pidiera me lo ibas a negar
— ¿Te piensas que esto es divertido, Matthew?
Sentía mis lágrimas en la punta de mis ojos. Aquella oleada de sentimientos encontrados, donde me hacía sentir tan bien haberlo encontrado a mi lado y en donde me llenaba de rabia por saber que quizá estaba jugando conmigo.
— ¿Por qué lo haces? – se quedó callado — ¡¡CONTESTAME!!
— ¿Por qué te pones de esa manera?
— Al parecer nadie te ha dicho…o al parecer no te das cuenta que te amé más que a mi vida y que para mí…esto es una puta burla, sal de mi habitación
— No
— ¡¡AAAHHHHRRRGGG!!
Salí de la cama y al llegar con él le metí una patada fuerte en la espalda…era un idiota, un idiota al que amaba con todo mi corazón. Tomé mi ropa y me metí al baño para quedarme ahí sentada sobre el inodoro, sentía mis lágrimas escurrirse por mis mejillas y miraba mis manos jugar sobre mis rodillas, debía pensar en algo para salir de esto, tomé mi celular y enseguida pensé en marcarle a Damon, pero no lo se…en verdad amo a Matt y…¡¡NOO, es un idiota!!
— ¿Lois?
— Largo de mi cuarto, Matt
— Ni siquiera es tuyo
— Como sea…quiero que te vayas de esta habitación
— No me voy a ir
— ¿Por qué actúas como un niño pequeño? Hasta Mateo es más maduro que tu
— Si, como digas… ¿Qué te parece llevar al niño hoy al parque de diversiones?
Me quedé callada ¿Por qué metía al bebé? Ese era golpe bajo, meter a mi bollito en medio era duro…