Como si hubiera retrocedido el tiempo estaba aquí de nuevo como la primera vez que me tomó entre sus brazos, la primera vez que me besó. Y esta era la primera vez que me besaba siendo este Matthew. Estando detrás de la casa del terror besándonos como si fuéramos dos adolescentes escondiéndose de los maestros o de nuestros propios padres.
Sus manos me sostenían con firmeza, no queriéndome dejar ir a ningún lado. El sabor de sus labios era incomparable, era exquisito y lo había extrañado tanto tiempo. Quizá no sea correcto estar haciendo esto, aunque con Damon no hay nada concreto, pero Matthew le ganaba por muchísimo y más ahora que me tenía entre estos inmensos brazos que hacían derretir a cualquier fan loca.
— Matt
— Shh
Me hizo callar de nuevo con el aliento por los suelos, no me dejaba respirar como si quisiera comerme por completo. Subí mis manos a su cabeza al sacarle la gorra que traía y apretar sus cortos cabellos, la adrenalina por dentro corría recordando los buenos momentos que pasaba con él. Me agité y su boca bajó a mi cuello, esto ya estaba rebasando el simple beso de reconciliación, su boca besaba mi piel como si fueran mis labios, apreté sus enormes hombros al sacar el aire por la boca, dios santo si este hombre no paraba ahora haríamos una descaradez aquí mismo.
— Matt…Matt por favor ya para
Su respiración agitada chocó en mi oído y luego corrió su rostro al mío, me miró fijo con ese par de ojos perfectos, me sonrojé y agaché la mirada sintiendo esas malditas cosquillitas en mi vientre y en donde había besado mi cuello.
— Tenemos que irnos…Mateo está allá y…
— Eres tan bonita cuando te sonrojas
Lo miré otra vez a los ojos y si no fuera porque me tenía abrazada, estaría sobre el suelo ahora por mis malditas rodillas que se convirtieron en fideos recién cocidos. Había querido que hiciera esto desde hace mucho tiempo, y ahora que lo hace…me siento confundida ¿Qué espera de mí? En serio esto está ocurriendo o está jugando conmigo.
Se agachó y tomó la gorra entre sus dedos, se la volvió a colocar y estiró su mano esperando que yo la tomara…lo hice y caminamos de regreso a donde estaban todos. Me comportaba como si apenas lo conociera, siendo que lo conozco de pe a pa…conozco su forma de ser, su manera de actuar e incluso físicamente, pero me sentía tan nerviosa que mis mejillas no dejaban de parecer dos jitomates rellenos y gordos, listos para hacer salsa.
— De repente desapareciste – Damon se acercó y Matt no me soltó de la mano
— Si es que…fui a ver algo
— Oh, bien… ¿Me acompañas a comprar algo para Mateo? – sonrió
— Claro
Quise soltarme y Matt apretaba más la mano, lo miré y él miraba fijamente a Damon, si fueran pistolas seguro ya hubiera tenido dos agujeros en la cabeza.
— Matt
— ¿Puedo ir? Digo…es mi hijo al que le van a comprar las cosas
— Valla ¿Ahora si es tu hijo? – dijo molesto Damon
Entonces Matt me soltó de la mano pero caminando pasos cortos hacía Damon. Entré en pánico y sentí la mano de James tomar la mía
