Estaba tirada en la cama, me dolía todo el cuerpo y Matt se había levantado porque llamaron a la puerta, Dios santo, agradezco que James se haya llevado a Mateo y poder disfrutar sin fin de esto que acaba de pasar. La sonrisa en mi boca era tan notoria que me estiré sobre la cama al descobijarme y dejar mi cuerpo desnudo a su vista, sentí que la puerta se cerró y Matt regresó conmigo al mirarme, entonces la sonrisa se borró.
— ¿Qué te dijo? – me alarmé
— Victoria está en el hospital
— ¡¡¿QUÉ?!!
Lo miré asustada y abrumada, enseguida busqué pantaletas nuevas, me las puse, el sostén, pantalones, camiseta y mis tenis, encima la sudadera y miré a Matt listo también…estaba por irme cuando recordé a Mateo.
— No te preocupes, Johnny me dijo que se quedó con las chicas
— Ok
Bajamos lo más rápido que pudimos las escaleras y subimos a la camioneta que nos llevaba a todos. Matt manejó algo rápido y yo me mordía las uñas, no era la primera vez que pasaba si es que pienso, si es la razón que estoy pensando ahora.
Llegamos en seguida y Brian estaba afuera tomándose la cabeza y fumando como si no hubiera un mañana, me miró y sonrió suave al sacarse las lágrimas.
— Lo siento…siempre me pongo nervioso en los hospitales
— ¿Puedo verla?
— Si
Caminé despacio adentro del hospital y llegué con la señorita de recepción, ella me dio las indicaciones necesarias para llegar al piso donde estaba y el número de cama. Por suerte estaba en una habitación donde se encontraba sola, abrí la puerta y muchos tubos de suero y sangre pasaban por las venas de sus delgados brazos, al escuchar la puerta abrirse, ella giró para verme.
— Ay Lois, no quería preocuparlos
— No te apures por eso… ¿Cómo te sientes?
— ¿Por qué tiene que pasarme esto a mí? A veces siento que no doy el ancho como la esposa de Brian
— No digas eso – acaricié su mejilla y sus lágrimas comenzaron a salir — eres la mejor para él…no digas esas cosas
— No puedo darle un hijo
Me quedé callada. Entonces si era lo que yo estaba pensando. Victoria ha tenido algunos abortos espontáneos, creo que este ya era el cuarto, no me imagino pasando por esto, mi primer intento y ahora tenía a Mateo, pero ella…ella tenía años intentándolo y su cuerpo seguía rechazando la invasión de una creatura en su útero.
Apreté su mano que estaba helada y sus lágrimas seguían saliendo, sentía un dolor inmenso aunque en mi caso no hubiese pasado, ella amaba a los niños, Brian los adoraba y se notaba en como cuidaban de mi hijo, como esperaban con ansias la llegada de Leila, la hija de Naty y James, acaricié sus mejillas sacando esas lágrimas, y ahora me quedé en silencio. No podía decirle cosas como “todo estará bien, no te preocupes” “quizá pronto puedas tener un bebé” ¿Cuántas veces ellos iban a tener que soportar una pérdida de esta índole?
