Capitulo 01

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─Que decepción.

Mascullo Hawk Moth al ver qué su plan fracaso, y todo por la culpa de Chloe, ahora cargaba a Mayura mientras rogaba que nadie siga al Sentimonstruo, o está vez si que serían descubiertos, la de azul tosió y automáticamente su transformación termino, el Sentimonstruo se esfumó con ella y ambos cayeron al suelo, por suerte estaban cerca del auto que Gabriel dejo como vehículo de escape por si las dudas.

La mujer respiraba de forma extraña, como si sus pulmones estuvieran obstruidos, el enmascarado abrió la puerta trasera del vehículo, depósito a su fiel asistente ahí, se destransformo y se dedicó a observarla desde arriba.

─Mi querida Nathalie, no encuentro palabras para decir cuánto lo siento, volví a fallar. . .y tu usaste tus últimas energías por nada─ se lamentó

─No, no por nada, hay una versión decifrada del grimorio en la tablet del guardián, podemos reparar el miraculous.

Gabriel sonríe, acaricia las mejillas de la mujer, cierra la puerta, se sube al lugar del conductor y arranca, a mitad del viaje mira por el espejo retrovisor y ve como Nathalie se había dormido, Gabriel suspiro aliviado, aunque la preocupación por esa mujer era grande, casi la expone al mismo final que su amada esposa.

Al llegar a la mansión, la tomo en brazos y entro con ella, camino por los largos pasillos de la casa, pateó una puerta, entro en la habitación de la dama y la depósito sobre la cama, al hacerlo sintió como algo vibró desde uno de sus bolsillos, la revisa y encuentra su celular, Nathalie había recibido un mensaje de Adrien pidiendo permiso para ir a una reunión con sus amigos, al diseñador no le gustaban este tipo de encuentros, pero con el estado de su asistente, prefirió por un rato, tener a su hijo fuera de casa, por lo tanto, contesto de forma afirmativa y dejo el dispositivo sobre la mesa de noche.

Un sonido extraño despertó a Nathalie, la mujer mira a su alrededor y se percata que era de noche, se levanta de la cama, se acerca a la ventana, cierra las cortinas, toma su celular y revisa la hora, faltaba poco para que sea momento de cenar, preocupada se acercó a la puerta, la abrió y un fuerte mareo la inundó, tirándola al suelo.

Gabriel escucho el golpe desde su atelier, dejando sus diseños de lado decidió salir a investigar, encontrándose con la peor escena, la dama de negro, arrastrándose por el suelo buscando ayuda.

─Nathalie, ¿que fue lo que hice?─ la levanta y la lleva hasta su cama ─No me perdonaría si algo te sucede, jamás debí involucrarte

─Deja de culparte, fui yo quien quiso hacer ésto─ tose

─Sera mejor que reposes, le diré a Anabel que te traiga algo de comer.

El hombre dejo la habitación, Nathalie suspiro, se quitó la chaqueta, acomodo su suéter y se libero de sus tacones, luego se cubrió con la manta y se acomodo en la cama, se sentía terriblemente mal, deseaba que todas estas sensaciónes se terminarán pronto o no sabría cómo continuar.

Después de la cena, Nathalie se durmió rápidamente, Gabriel aprovecho este momento para bajar a la guarida y comenzar con su plan de reparar el broche de pavo real, después de unas largas horas ahí abajo, logro conseguirlo.

─Como nuevo─ sonrió viendo la joya, era la misma pero por alguna extraña razón lucía como si fuera nueva y jamás hubiera estado rota

Cansando por su largo trabajo, el diseñador volvió a la superficie, se preparó un café y antes de ir a su habitación, chequeo el estado de su asistente, está dormía plácidamente abrazada a una almohada, parecía que en algún momento se sintió mejor, puesto que ahora vestía un pijama negro con detalles dorados, en vez de su característico traje.

─Descansa vieja amiga─ susurro y abandono el lugar

Nathalie se giró y abrió sus ojos, la verdad no podía conciliar el sueño, su cuerpo dolía, aunque prefería eso antes que estar tosiendo todo el tiempo, hoy había dado un gran esfuerzo, pero al mismo tiempo no había hecho nada, su situación era la misma que hace tantos años, solo era un pilar de apoyo y una buena amiga para Gabriel, un hombre que ante sus ojos era algo más que un jefe o un amigo de la infancia, era su más grande amor.

Miraculous: No Quiero Decir AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora