Capitulo 15

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El único beneficio que tuvo Adrien de la salida inoportuna de Nathalie, fue que su agenda fue disminuyendo al punto de que tenia una o dos sesiones de fotos al día, todo gracias Julia quien cumplía por demás sus caprichos y a Gabriel, el cual por estar preocupado ante la ausencia de la pelinegra dejo de sobre exigir a su hijo.

El modelo miraba la TV, llevaba mucho tiempo sin poder verla tranquilo, hoy miraba un programa el cual fue interrumpido por un boletín informativo, hoy, a las afueras del Luvre se celebraba una galería de arte, los artistas y pintores más famosos del mundo hacían su presentación y por eso el canal decidió darle prioridad.

─Señores ahí viene Trevor LeBlanc, el pintor más famoso de la ciudad─ hablo Nadja con entusiasmo mientras la cámara lo ponchaba, pero, la cara del artista no fue lo que llamo la atención del rubio, sino quien lo acompañaba ─Vaya sorpresa, pero si está acompañado de Nathalie Sancoeur, la asistente ejecutiva de Gabriel Agreste, ¿será que la señorita no estaba de licencia sino que se cambió de celebridad?, no sé muevan en un instante responderemos está y otras dudas

La transmisión volvió a la normalidad, y el programa que Adrien veía retomo transmisión, el rubio apagó la televisión, bajo las escaleras, camino hasta el atelier y sin pedir permiso de adentro, tal acción sorprendió a Gabriel, y ahora que Nathalie no estaba decidió que debía ponerle llave a esa puerta o algún día su secreto más grande podría ser revelado.

─Padre tienes que ver el canal de noticias ya mismo─ mencionó el de ojos verdes, el contrario decidió ignorar su actitud y hacerle caso

Cuando la transmisión se abrió en su pantalla, lo primero que Gabriel vio fue al tonto que estuvo hace unos días en su casa, y a su fiel asistente parada detrás suyo, tal y como solía hacer cuando trabaja para el.

Señor LeBlanc, disculpe la impertinencia, ¿acaso usted tiene nueva asistente, o la señorita Sancoeur es algo más en su vida?.

Nadja, siempre tan oportuna. . .debo confesar que en otras épocas de mí vida, si compartí rumbos con la señorita Sancoeur, pero hoy, no es nada más que mí nueva asistente ejecutiva.

─¿¡¡¡Cómo!!!?─ grito Gabriel enfurecido, Adrien lo calmo diciéndole que si seguía así podría volverse a akumatizar ─Nathalie es mí asistente ejecutiva─ bufo

¿Que hay del señor Agreste?─ se escucho preguntar a la reportera de fondo ─Habra sido difícil quitarle a su mano derecha, el señor Agreste no es alguien que deja ir así de simple sus cosas.

Nathalie no es una cosa, y después de tantos años al lado del mismo hombre decidió cambiar horizontes, la entiendo, ahora está en un buen lugar, donde es respetada, valorada y por supuesto dónde es libre de elegir lo que quiere hacer.

De un puñetazo Gabriel rompió su pantalla, Adrien lo miraba atónito, jamás en toda su vida, ni siquiera durante el velorio de su madre, había visto a su padre actuar así, estaba fuera de si y lucia más que furioso.

─Aqui siempre se respeto a Nathalie, siempre hizo lo que quiso y la valoro más que cualquiera─ hizo berrinche ─Estupido sin vergüenza─ maldijo sin importarle que su hijo estaba presente, por su parte el rubio empezó a mirar a sus alrededores para tratar de evitar que un Akuma ingresé al atelier ─Ahora va aprender─ camina hasta la puerta, la abre y se aleja a los gritos

─Debemos estar listos Plagg─ susurro Adrien abriendo su camisa

─Tienes razón chico, el coleccionista podría volver y está vez dudo que ganemos─ se esconde

Mientras tanto Gabriel abordo su automóvil personal, está vez iba solo con la compañía de Gorilla, el carro arranco y a gran velocidad de dirigió hasta el Luvre, Gabriel no solía salir de su casa, asique cada vez que lo hace llama por demás la atención, Nadja dejo a Trevor con la palabra en la boca, cuando todos se dieron cuenta que el platinado llego al lugar, corrieron hasta el para entrevistarlo.

─Por favor amigos, tranquilos, cada uno tendrá su momento─ dijo calmado ─Ahora disfrutemos del evento─ empezó a caminar hasta el sector vip, y a pesar de no estar invitado entro de todas formas, después de todo es el gran Gabriel Agreste, nadie le puede negar nada ─Señor LeBlanc─ musitó en tono tranquilo, Nathalie desvió la mirada y el castaño se poso delante suyo ─Escuche sus alagadoras palabras camino aquí, mí asistente no me envió aún su telegrama de renuncia asique técnicamente sigue siento asistente─ sonríe ─Buenas tardes Nathalie, me alegra que estés bien, que seas respetada, valorada y elijas lo que quieres─ sobre pasa a ambos dejándolos con la palabra en la boca

─No sé cómo soportaste a este maldito─ se quejo el artista

─Calmate o podrías atraer un Akuma─ el hombre respiro ondo ─Quiere provocarte, mantente tranquilo y verás como se desespera, se ira en cuanto no pueda sacarte de tus cabales─ aconsejo

─Eres la mejor, me agrada tenerte en mí bando, espero que envíes ese telegrama cuánto antes.

─Lo haré, ahora vamos que es tu gran día.

Mientras tanto en la mansión Agreste, Arlo y Adrien veían la escena, si bien no pudieron escuchar de que hablaban, la transmisión televisiva fue más que suficiente para deducir que no fueron nada bonitas las palabras que intercambiaron.

─El señor A rockea─ musitó el pelinegro con algarabía

─Jamas lo vi así.

─¿No?, y dices que fue al enterarse todo eso departe de mí tía─ el rubio asiente ─¿Estás seguro que la tía Nath es solo la asistente de tu papá?─ el vuelve a asentir ─Bueno, no soy rico, no se lo que se siente tener una asistente, pero creo que nadie actúa así, mí tía puede ser considerada familia, pero si se fue, tu padre debería reemplazarla con alguien nuevo y listo

─Si piensas asi, ¿que haces aquí?.

─Buena jugada enano, estoy aquí porque me agradan, además no tengo dónde ir, detesto a ese tal Trevor y conozco a mí tía, ella pertenece aquí, ese bobo contaminó su cabeza.

El sonido del celular de Arlo interrumpió la conversación, este reviso de quién se trataba y al ver qué era Gabriel se alejo de Adrien.

Deja de olgazanear y ponte a trabajar necesito una distracción, es el momento de recuperar a tu tía y conseguir los miraculous en el proceso.

El teñido se disculpo con Adrien, dejo la habitación bajo una excusa barata, entro en el atelier preciono los botones secretos en el cuadro de Emilie y una vez en la guarida, se puso su traje, en pocos minutos un Sentimonstruo ya aterrorizaba la ciudad, héroes y villanos se pusieron a disposición, mientras Nathalie junto con Trevor buscaban un lugar seguro dónde esconderse.

Miraculous: No Quiero Decir AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora