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Gabriel encontró a Nathalie viviendo en una linda casa a unas pocas manzanas cerca del centro, se veía tranquila disfrutando de una bebida color naranja, mientras veía a su sobrino hacer una especie de danza que había aprendido hace unos pocos días.

─¡Señor A!─ grito con fuerza el joven al ver al hombre parado en la vereda viéndolos con algo de ternura

Nathalie se levantó de su asiento y vio al que alguna vez fue su jefe, al que consideraba su amigo y de quién estaba profundamente enamorada, ambos cruzaron sus miradas por unos segundos, hasta que ella se acercó inconcientemente.

─Nathalie─ susurró con toda la dulzura del mundo, para ella eso fue como una caricia

─Gabriel, cuánto tiempo─ acomoda su cabello ─¿Que te trae por aquí?

─Vi~Vine a verte a ti. . .

─¿A mí, por que?.

─Perdi Nathalie, Ladybug me detuvo está mañana, ya no soy quien solía ser y me di cuenta que era una persona horrible─ desvía la mirada ─Hice cosas que me arrepiento

─El pasado es pasado señor─ sonríe ─Arrepientase todo lo que quiera pero ya no podrá cambiar nada. . .

─¿De verdad?, solo quiero cambiar una cosa si estoy a tiempo.

─¿Cuál?.

─Tu partida. . .fui un patan porque me dolió mucho que me dejes, pero ya no soporto tenerte lejos, vuelve por favor.

─Nada me gustaría más─ borra su sonrisa ─Pero no puedo regresar a la mansión Agreste─ levanta su mano derecha y enseña un anillo dorado en su dedo anular, Gabriel retrocede ─Voy a casarme

─¿Con Trevor?─ ella niega

─Se llama Brandon, es un hombre realmente encantador─ Gabriel aparta la mirada otra vez ─Me dio la atención que siempre necesité y soy inmensamente feliz, no puedo pedir otra cosa, pero ánimos Gabriel, aún tienes a la señorita Argent, creo que a esta altura ya me superó en todo sentido

─No, nadie te puede superar aunque me convenza de eso─ aprieta sus puños

─¡Venga tía!, dile la verdad o va a morir aquí mismo de un ataque─ grito Arlo desde el fondo, Gabriel abre sus ojos, la mira y ella se ríe

─¿Que verdad?─ exigió hiperventilado

─Que no tengo ningún pretendiente─ ríe con más fuerza, Gabriel recupera el aliento, casi desfallece de verdad, incluso estaba blanco ─Tenia que devolverle todos estos años de dolor que causo, ¿acaso creía que iba a volver corriendo a su casa después de nuestro último encuentro?, tiene que estar loco si de verdad lo pensó

─¿Y el anillo de que es?─ trato de desviar el tema

─Mi bello sobrino me hizo un regalo─ le tira un beso a Arlo, este lo toma en el aire y lo lleva hasta su corazón, Gabriel sonríe

─¿Van a volver entonces?.

─¿Por qué debería volver?.

─Porque te necesito. . .

─¿Para que?.

─Para que mí vida tenga un poco más de vida, sin ti todo es oscuro.

─¿De verdad?, ¿que hay de su amiga, ella no le da la luz que necesita?.

─No, era una oportunista, cuando baje la guardia quiso aprovecharse de mi─ desvía la mirada avergonzado

─Parece que su asistente no hace bien su trabajo entonces─ arquea una ceja

─Si, pero no vengo en busca de un reemplazo para ella, vengo por algo mas─ rasca su nuca

─¿Que cosa?.

─Una novia─ soltó sin más, Nathalie se queda asombrada y da un paso hacía atrás mientras todas sus extremidades tiemblan

─No~No la va a conseguir a~aqui. . .

─¿No?, pensé que la tenía enfrente─ la mira con decisión, Nathalie ríe

─¿Que cosas dice?, jamás se fijaría en alaguien como yo─ da un paso más hacia atrás

─¿Por qué no?, eres una gran mujer, dulce y amable con una personalidad encantadoramente fría, solo un loco no se daría cuenta lo que tiene enfrente.

─Un loco o un ex supervillano─ aclaro

─Tal vez tengas razón, me llevo un tiempo darme cuenta, pero espero no sea tarde.

─¡No lo es!─ grito Arlo de fondo

─Traidor─ replicó está enojada mirándolo, el chico entro dentro de la casa para evitar la furia de su tía

─¿Que dices Nathalie?─ la toma de las manos ─¿Te gustaría ser mí novia?

─¿Así de pronto?─ se suelta y sigue retrocediendo ─¿Ahora que perdiste todo venís a mí como última opción?

─No, siempre fuiste mí primera opción y como un idiota me di cuenta tarde.

Un silencio se forma entre ambos, Nathalie desvía la mirada apenada, ella exagero todo años atrás, pero de todas formas aunque lo pensará, aunque se negara, estaba pérdida ante aquel hombre, parecía hechizada, unida a el de por vida.

─Me gustaría ser tu novia, hace años que mí único pensamiento es ese, volverme una contigo y hacerte feliz. . .pero ahora que pasa no puedo evitar pensar que solo soy tu premio consuelo, que solo sirvo para ti cuando lo demás falla, si Ladybug no te hubiera vencido no estarías aquí, estarías celebrando tu victoria con Emilie a tu lado mientras yo continuaba con mí miserable vida; y aún que jures y perjures que lo que digo no es así, no podré borrar ese sentimiento.

─Te cause mucho daño, lo reconozco, tal vez tengas razón en todo lo que dices, pero hay una sóla realidad, esa niña jamás me hubiera dejado ganar, es más astuta que yo, y en el fondo creo que no quería ganar, tuve muchas oportunidades de ganar y sin embargo seguí fracasando. . .la razón eras tu, solo necesitaba un gran empujón para venir a buscarte─ le da la espalda ─Entendere si quieres que me vaya y que no vuelva jamas, lo único que quiero es que seas feliz, porque nadie más que tu se merece eso─ ella lo toca y lo gira bruscamente

─Mirame y dime de verdad todo lo que sientes, deja de esconderte detrás de esa coraza que te formaste con los años, se sincero.

─Te amo.

Dijo únicamente con un brillo especial en sus ojos; los de Nathalie se humedecieron, las miradas hablaban más que mil palabras.

─Jamas quise decirte adiós Gabriel, espero entiendas que aunque fue por mí propio bien, la presencia de Julia fue como clavarme una daga en el pecho─ suspira y corta la conexión que se había formado a través de las miradas ─Me dolió más que cualquier cosa

─Fui un gran idiota, mí miedo a que de verdad sufras un daño irreparable, me cegó ante la realidad de tu pena, lo lamentó─ toma sus manos y las besa ─¿Me perdonarías por tan tonto error?

─Si dejas que Adrien tenga un poco de libertad, tal vez lo considere. . .

─Haria todo lo que me pidas.

─¿Me darías un bes entonces?─ rápidamente la jalo hacia el

─¿Uno solo?─ la besa rápidamente, ella se pone roja ─Mejor dos.

El segundo duro más tiempo, los dos se quedaron unidos, hasta que la falta de aire los hizo separarse, después de eso entraron en la casa y oficializaron su relación frente a Arlo.

Miraculous: No Quiero Decir AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora