Capitulo 14

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Desilusión, eso era lo que podía verse en el rostro de ambos chicos, al llegar al departamento se encontraron con este absolutamente vacío, Nathalie y su tonto acompañante habían dejado el lugar, huyendo cual cobarde de una pelea.

─Vez lo que te digo Adrien, siento que está en algo malo, ¿por qué huye?.

─No lo entiendo Arlo. . .¿que la hizo tomar esta decisión?─ cuestionó anonadado

─Ese estúpido─ gruño convirtiendo sus manos en puños ─¡La está manipulando!

─Tranquilo, la vamos a encontrar y traerla devuelta con nosotros.

─Eso espero─ suspira.

Ambos jóvenes regresaron a la mansión, por suerte el diseñador no se percató de su pequeña escapada, este estaba entretenido en su atelier diseñando, la frustración lo llenaba de inspiración, desgraciadamente todos sus bosquejos le recordaban a Nathalie, el platinado no entendía porque su asistente era dueña de sus pensamientos, nadie había podido ocupar su cabeza, la única que reinaba allí era Emilie, desde el día que dejó el mundo terrenal.

Tras saber qué su tía dejo el departamento en donde estaba escondida, Arlo decidió recostarse y tomar una siesta, su pecho dolía, estaba en verdad triste, amaba a su tía con toda su alma y saber que ella estaba por ahí dando vueltas acompañada de aquel nefasto hombre lo sacaba de quicio.

Adrien por su parte se volvió a poner el traje de gato y salió a patruyar por la ciudad para ver si encontraba a Nathalie, pero fue en vano, cansado de dar tantas vueltas se quedó en un tejado para descansar, sin darse cuenta que se encontraba en la casa de Marinette, de repente una dulce melodía se empezó a escuchar, la curiosidad mato al gato dicen, ya que este decidió asomarse para ver de quién se trataba, la imagen lo shockeo, en el interior estaba Luka sentado sobre una silla tocando la guitarra mientras Marinette lo observaba acostada en el suelo, algo dentro del joven héroe se despertó, no sabía con exactitud que era, podía decirse que se sentía mal, pero al mismo tiempo no, sin pensarlo se acercó tanto a la ventana para ver mejor que llamo la atención de ambos jóvenes, el de greñas teñidas paro la musica, se levantó, camino hasta la ventana y la abrió.

─Mira princesa, tenemos visitas─ dijo en tono alegre y aquel apodo despertó una rabia incontrolable en el felino

─¿¡Chat Noir, que haces aquí!?.

─Patruyaba, escuché la música y quise investigar, tocas muy bien─ mintió sintiéndose horriblemente

─Gracias, viniendo de ti me siento muy alagado─ sonríe

─¿Quieres pasar y seguir escuchando?─ sugirió la peliazul con un tono de tranquilidad tan sereno, que el gato acepto sin saber porqué

En pocos minutos el se encontraba también recostado en el suelo escuchando al pelinegro, de a ratos su vista se desviaba hacia la chica, ella era su compañera de clases, su primera amiga, siempre, por no decir toda la vida, la vio de esa forma, pero ahora, su pecho ardía ante la situación no entendía el porque y eso lo mataba, jamás había sentido tales cosas y menos por Marinette, lo peor de todo era que tiene novia, y ella jamás lo hizo sentir de tal modo.

─Y hasta aquí llego yo─ la voz de Luka lo saco de su trance ─Estoy exhausto llevo mucho tocando

─Lo siento, pero amo como tocas, podría escucharte por horas─ musitó la chica, se levanta y se acerca a el

─Y por ti tocaría hasta que mis dedos sangren, pero si lo hago no podría tocar más y antes de desilusionarte prefiero morir─ dijo en tono engalanado, el gato sintió ganas de vomitar, ella río

─Eres el mejor novio que existe─ besa rápidamente sus labios

─Bueno, viendo que te dejo en compañía, puedo irme tranquilo─ guarda su guitarra en el estuche ─Debo ayudar a mamá con algunas cosas, ¿señor Noir no le molesta cuidar a mí novia un rato mas?, sus padres salieron y odia estar sola

─N~No~No te preocupes─ respondio el muy nervioso

─Gra~Gracias─ replicó el rockero entre risas ─Te veo mañana─ la besa y sale de la habitación

─No tienes que quedarte─ hablo la chica sentándose frente a la máquina de coser ─Solo soy un poco egoísta para que el se quede un poco mas, pero no hace falta que me cuides, entiendo que tienes cosas que hacer

─Quiero quedarme─ soltó rápidamente, llamando la atención de la contraria ─Digo, puedo quedarme─ ella sonríe

─Muy bien, quédate─ esboza media sonrisa

─Gracias. . .perdón si reaccione así, estoy atravesando por muchos cambios y eres la primera persona con la que puedo interactuar. . .

─¿Que hay de Ladybug?.

─Solo es mí compañera, no hay espacio para otras cosas.

─Entiendo. . .¿y que es lo que pasa, problemas de amores?.

─No. . . mí única figura materna dejo mí casa y estoy preocupado, ni con mis poderes fui capaz de encontrarla.

─¿Hablas de tu madre?─ lo mira, el niega

─Mi madre nos dejó, y ella estuvo siempre para mí, pero ahora se fue y no la encuentro y temo por ella.

─Seguro volvera en algún momento, si es tan apegada a ti, no podrá estar mucho tiempo lejos.

─Espero tengas razón─ suspira

─Una costurera siempre tiene la razón, jamás fallamos─ guiña un ojo el ríe

─Gracias por este momento.

Desde abajo se siente un grito, la madre de Marinette le avisaba que ya estaba de regreso, la chica contesto afirmativamente y luego suspiro.

─Esa es mí señal─ el héroe se levanta ─Si no es molestia me gustaría volver a pasar por aquí cuando sea posible

─Cuando quieras, solo debes golpear─ mira la ventana

─Gracias Marinette─ se acerca a ella besa su mejilla y luego se va

La chica lo observa irse, cierra la ventana y baja al encuentro con sus padres, era momento de comenzar a preparar la cena y como es su momento favorito no se lo perdería por nada.

Miraculous: No Quiero Decir AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora