Capitulo 20

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Los minutos se volvieron horas, las horas días, los días meses, y los meses se transformaron en años, exactamente en cuatro, hoy era el cuarto aniversario con Nathalie Sancoeur fuera de la mansión Agreste, siendo la asistente del pintor más prestigioso de la ciudad, viviendo con el y siendo la madrastra de su propio sobrino.

Las cosas habían cambiado mucho pero de cierta manera seguía todo igual; Gabriel intento muchísimos planes en el último tiempo y aunque les parezca algo obvió, fallo en todos y cada uno de ellos.

Finamente en un combate, cuando el enmascarado estuvo lo suficientemente desesperado como para salir de su guarida y enfrentar directamente a los héroes, este fue vencido y despojado de las dos joyas mágicas que tenía en su poder.

─¿¡Señor Agreste!?─ exclamó Chat Noir asombrado y temeroso

─¡Lo sabia!─ dijo Ladybug recordando la vez que pensó en el como la verdadera identidad de Hawk Moth ─Astuto de su parte auto akumatizarse

─¿Por qué?─ cuestiono el felino

El silencio rondo el área, el adulto no quería decir nada, estaba harto y avergonzado, solo quería que está travesía se termine de una buena vez, su vida cada segundo era más miserable, en cierta medida se dejó atrapar a propósito para poner fin al círculo vicioso en el que se encontraba.

─¡Conteste!─ grito el de negro fuera de si

─No soy un loco o un ambicioso, perdí a mí esposa hace unos años por culpa del miraculous del pavo real, estaba roto y le quitó su alma hasta que no quedo nada, sabiendo el poder que sus miraculous tenían, quería usarlos para traerla de regresó, pero ya no doy más─ agacha la cabeza

─¿No podía solo seguir adelante y ya?─ bufo el héroe ─¿Que tan retorcido tienes que ser para atacar a dos adolescentes y a media ciudad por traer a una mujer de regreso?

─No digas eso niño, si sabes lo que es el amor me entenderías, dime, ¿si te quitan al amor de tu vida, y la razón de tu existencia, no harías lo que fuera para tratar de volverla a ver?─ el chico mira a Ladybug ─No me culpes por tener las agallas

─Tal vez tenga gran coraje, pero hasta aquí llego, lo lamentó señor Agreste pero tengo que entregarlo a las autoridades.

─¡No!─ la interrumpió el de negro ─E~El tiene un hijo, quedaría solo y se le rompería el corazón, no podemos hacerle eso─ desvía la mirada

─Tienes razón, no había pensando en Adrien. . .

─Escuchen, no soy un hombre malo, sin mí miraculous no puedo hacer nada, prometo comportarme si dejamos esto entre nosotros─ sugirió Gabriel

─Aunque no me guste tiene razón, pero a la primera señal de sospecha juro que lo enviaré a la cárcel y no me temblará el pulso a la hora de contar la verdad.

─Gracias Ladybug. . .y lo lamento─ suspira

─Lo llevo a su casa señor.

Chat lo toma en brazos y con la ayuda de su bastón se aleja a gran velocidad hacia la mansión Agreste, deja al platinado allí y se va para recluirse en la punta de la torre Eiffel y permitirse llorar, este descubrimiento no era nada grato.

Por su parte Gabriel recorrió toda su casa en silencio, había perdido todo, a su esposa, la confianza de su asistente, el cariño de su hijo, y ahora incluso su miraculous, no había nada que pudiera sacarlo de esa sensación horrible de desprecio y desilusión.

─Que patético soy.

Susurró entrando en el atelier, como si fuera el destino en lo único que se centro su vista fue en el escritorio de vidrio que durante años Nathalie ocupó, su pecho dolió, lentamente se acercó a él, paso su mano por el dorso y se sentó en aquella silla incómoda en la que Nathalie pasaba horas y por la cual nunca se quejo.

─Aguantaste tanto.

Menciono melancólico mirando el área, abrió los cajones y descubrió una foto oculta entre unos papeles, una de ella y Adrien sonriendo afuera de uno de los tantos desfiles que el organizo, el no tenía nada parecido con su hijo, lo único que tenía era aquel cuadro fúnebre en el descanso de la escalera, pero nada más, al tomar la foto y girarla descubrió un escrito.

21 de septiembre, colección de primavera, Adrien insistió tanto que no me pude negar, le prohíben tantas cosas que me dio pena, creo que me empiezan a gustar las fotos.

Eso fue lo que leyó escrito detrás con la perfecta caligrafía de Nathalie, unas lágrimas rebeldes salieron de sus ojos y se deslisaron levemente por sus mejillas.

Al recomponerse dejo la foto en su lugar y siguió revisando los cajones, al final se encontró con una pequeña libreta negra que tenía anotaciones, algunas sin sentido y otras que lo dejaron pasmado, en las puntas de la hojas encontró corazones con las letras "G y N" encerradas dentro, en otros lados corazones rotos pintados con bolígrafo negro.

─Ella─ no logra decirlo ─Ella me amaba─ musitó perplejo ─Soy un estúpido─ se toma la cabeza ─Tengo que hacer algo, tengo que encontrarla

Se levanta y sale del atelier, afuera se encuentra con Adrien, este lucía molesto, su padre no sabía cómo enfrentarlo, se supone que el no sabe nada, pero la mirada del chico reflejaba rencor, como si el estuviera al tanto de todo y ahora lo odiara.

─Luego hablamos, tengo que ir por Nathalie, está vez enserio─ lo corre y salé

Gabriel se sube al auto y sale de la mansión tenía que encontrar a su asistente cuánto antes y aclarar todo esto, necesitaba oír de ella misma en persona que lo quería más que a un simple jefe.

Miraculous: No Quiero Decir AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora