De una sociedad partida en dos, de familias de todo el mundo. Nos centraremos en una de estas. Con un trágico pasado, esta familia lastimosamente se sostiene en solo dos personas, los hermanos Mahiru. Uno de ellos que es uno de los mejores héroes pr...
Kuni me dijo que me tapara los ojos, así que aquí estamos, sentados en el sofá, en silencio y yo sin ver nada. Sentí algo peludo en mi pierna derecha, al igual que escuché una respiración algo agitada. ¿Es un perro o un gato? No me quiero ilusionar.
— Bien, abre los ojos.
Apenas Higashikuni me dio la señal ví un perro en mi pierna, era un Pomerania si no me equivoco, es tan lindo. Demasiado, lo tomé con cuidado y ví a mi hermano el cual sonreía.
— Después de lo que pasó el año anterior supuse que te gustaría tener a alguien cerca, y como yo y Keigo normalmente estamos de turno. Aquí está. Puedes ponerle el nombre que quieras. Keigo vendrá con las cosas de él.
Un nombre simple, que se pueda recordar... ¡Oh! Ya lo tengo.
— ¿Qué tal Bam? — hablé.
— ¿Bam Bam o Bam? — preguntó mi hermano.
— No lo sé tú dime. — dije mirando ahora al cachorro. Se quedó en un pequeño silencio mirando al canino que tenía en brazos.
— Bam Bam suena mejor. — mencionó la voz de Keigo en nuestra ventana desde afuera haciendo que mi hermano y yo lo viéramos.
Sonreí ante lo que dijo Keigo y miré al cachorro el cual movía su cola, le gustó su nombre al parecer. Hace mucho no sentía tanta calidez.
— Bienvenido a casa, Bam Bam. — dije sonriendo.
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Esta vez casi no pude dormir debido a la emoción que tenía por tener una mascota, esta vez el cachorro durmió con mi hermano, porque Higashikuni dijo que estaba muy emocionada y bla bla bla. En fin, ya me despedí de Bam Bam, lo cual fue difícil porque lo quería llevar conmigo, pero en fin, por suerte hoy era el día libre de Higashikuni y Keigo así que no había problema. Lo malo es que soñé con ella otra vez... no creo que sea algo bueno. Tenemos una conexión y eso es lo que me preocupa.
— ¡Mahiru..!
Reaccioné y ví que estaba distraída, Aisawa-sensei me estaba llamando y yo no cuenta.
— ¿Presente..? — mencioné y el suspiró pesadamente para hablar.
— No te distraigas. — habló.
— Sí.. — ví de reojo a los demás, me estaban mirando, joder, que incómodo.
— Bien, como les decía tendremos un entrenamiento de rescate dirigido por mí y otros dos héroes. Así que lo único que deben hacer es colocarse sus trajes y alistarse.
Ah, ¿una excursión o que?, ah no, dijo entrenamiento, sería mejor un campamento. Solo digo. Aunque tal vez esté todo repleto de insectos, iugh. Odio los bichos, son asquerosos, dan miedo.
