De una sociedad partida en dos, de familias de todo el mundo. Nos centraremos en una de estas. Con un trágico pasado, esta familia lastimosamente se sostiene en solo dos personas, los hermanos Mahiru. Uno de ellos que es uno de los mejores héroes pr...
Había pasado ya dos semanas y era el gran día del festival, todo este tiempo Azami fue a clases pero ahora con una mascarilla, solo hablaba con Midoriya y los maestros. En ningún momento se dirigió con su hermano ni Keigo y pidió al director y a los maestros no comunicarles nada.
Mientras que ella en casa de su abuela entrenaba siempre que llegaba, su abuela la obligaba a comer para que su bulimia no empeore. También la llevó al médico y le establecieron una dieta para que ella esté bien. Ya faltaba un día para el festival deportivo.
— Hey. ¿Estás bien? — dijo Keigo pinchando la mejilla de Higashikuni quien estaba distraído en sus pensamientos. Ambos estaban reunidos para hablar sobre las ofertas que harían en el festival.
— Es Azami no ah vuelto a casa en estas dos semanas. — dijo.
— Oh vamos amigo, es Azami ella estará bien, sabe cuidarse sola. Y esperemos que esté bien, tal vez esté en el el festival mañana.
— Sí.. Gracias Keigo. — dijo Higashikuni.
— Para eso estoy. — dijo Hawks y hubo un breve silencio.
— Bien, ahora deja de pincharme. — soltó seriamente Higashikuni.
— Sí, lo siento. — se disculpó Keigo nervioso.
...
— Bien, mañana es el festival, yo puedo... — se mencionó Azami hacia si misma mientras entrenaba su segundo quirk.
— No puedo. — dijo cuando no pudo crear una espada con su quirk.
— ¿Todo bien Azami? — mencionó su abuela entrando al patio.
— Sí, solo que no puedo controlar las flamas. — dijo y mostró sus flamas moradas a su abuela, la cual sonrió encarecidamente y se colocó frente a ella.
— Te ayudaré. Tal vez tenga cincuenta y tres años pero puedo moverme. — dijo entusiasmada a su nieta quien sonrió para ponerse en posición.
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— Hoy es el gran día, eh. — mencionó mi abuela mientras me servía mi desayuno. Panqueques y leche.
— Sí, estoy algo nerviosa.
— No tienes porque estarlo mi niña, estaré viéndote, cancele todas mis reuniones. Además ya te ayude ayer con lo que puedo seguro que estarás bien. — dijo sentándose conmigo a desayunar.
— Entonces me encargaré de estar en el primer lugar para hacerte sentir orgullosa abuela. — dije sonriendo mientras la veía.
— Tus padres y tu hermano estarían orgullosos de ti. — dijo y sentí mis ojos aguarse para subir la mirada al techo —. También lo estaría Higashikuni. Todos están orgullosos de ti, yo lo sé.
