No fue una gran semana.
No sé si era por las hormonas o por que simplemente estaba triste.
-----El Lunes me levanté cansada, mal, apagada.
Casi ni me peiné y tampoco me maquillé.
Al entrar al coche mi miedo a la muerte volvió a apoderarse de mi mente y casi me derrumba. Iba de camino al hospital con las lágrimas en la garganta y sentía que no quería estar aquí, no quería pasar por esto, no quería morir, pero tampoco vivir, aquel día me hubiese gustado no haber nacido. Es una sensación difícil de explicar (mucha gente la entenderá por que demasiadas personas pasan por esto) es como querer todo y no querer nada, no querer morir pero tampoco vivir. Dejas de hacer cosas por si pudiese ser la última vez que las haces. Miras hacia el futuro con un miedo atroz a la soledad y a la oscuridad que serán las que lo invadan todo cuando no vuelves a parpadear. Esa ansiedad que te da morir provoca que no vivas, que solo pases por aquí de prestado, pero te impide disfrutar, y a mi me acompaña desde hace muchos años, demasiados como para poder asumirlo.
Aún recuerdo la primera vez que fui consciente de que estaba mal. Era una tarde de verano, estaba en la cama con mi hermana y ella me pidió jugar con ella.
Fue ahí cuando el miedo me invadió.
Me empezaron a llegar pensamientos de que igual era la última vez que jugaba con ella, que era la última vez que la veía, que la tocaba.
Me puse tan mal que le dije que no, que no quería, que lo dejábamos para más adelante, mañana si tal.
No pude jugar con ella por el miedo de que fuese la ultima vez.
Así llevo más de ocho años.
Tengo rachas buenas, buenas temporadas en las que me como la vida, en que la deboro con ansia, pero la mayor parte del tiempo es ella quién me engulle a mi.
No es bonito.
No es bueno.
Tengo 23 años.
Hace 8 de ese momento.
Ya me pasaba antes, ahora lo sé.
No he vivido por miedo a no hacerlo.
Entre eso, mis etapas autodestructivas y por raro que parezca, suicidas y los momentos en que la gente te hace sentir mal, creo que he sido feliz de verdad un año, solo un año, desde que fui consciente de todo esto, desde que empezaron las pesadillas. Un año. Un año de diecisiete.
UN PUTO AÑO.
Y como yo, millones de personas.
Gente que cree que no merece ser feliz o que simplemente no puede.
Es demasiada gente que sobrevive en vez de vivir.
Y vida solo hay una.
Pero es así.
Este país es así.
Esta sociedad es así.
Las enfermedades mentales son puro cuento, no se tratan, son simples excusas para llamar la atención.
Joder.
Vaya mierda acabo de escribir.
Hacía tiempo que no me abría tanto en canal.
Es la UCI, la puta UCI, que va a acabar conmigo.
Bueno, a lo que iba, el Lunes fue una mierda, simplemente por que todos esas sensaciones y miedos se adueñaron de mi.
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una TCAE en PRÁCTICAS
Non-FictionNatalia,una chica sin vocación,demasiado sensible y con infinidad de miedos, tiene que enfrentarse a todo lo que teme al entrar en ese hospital.