MEDICINA INTERNA - SEGUNDA SEMANA

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Odio con todas mis fuerzas este lugar.

Lo odio como nunca odie nada antes.

Por su culpa mi pecho vuelve a tener doce años.

Vuelve esa presión horrible que no me deja vivir.

Vuelven esas pulsaciones extrañas, muy rápidas o muy lentas pero siempre demasiado fuertes.

Vuelve la respiración entrecortada de media noche y las lágrimas que me mojan el cuello con ellas.

Volvieron esos miedos horribles que me paralizan, que me anulan.

Creo que no voy a poder aguantar las cinco semanas que me quedan, no creo que pueda superarlas.

Siento todo como un castigo, me duele como un castigo. Quizás me lo merezca, posiblemente, de echo seguro que es el Karma, que me golpea con todo esto por haber vivido como lo he hecho. Seguro que es el universo el que ha respondido a todas las malas acciones que he cometido, a todo el egoísmo que emana de mi cuerpo. Estar allí, en esa planta, rodeada de esa gente que me utiliza y me desprecia, es mi castigo por haber hecho lo mismo en todas mis relaciones, y no solo en las amorosas.

No es bonito estar de esta parte, de parte del que se supone que es débil, de parte del sumiso. No es fácil acatar, no es fácil hacerlo con una sonrisa y menos es fácil tener que hacerlo siete horas al día, cinco días a la semana.

Soy la pobre chica que viene a aprender, la pobre chica que no sabe nada de la vida, la pobre chica de la que nos podemos aprovechar.

Soy todo eso que detesto, soy débil, son manipulable, influenciable.

Soy aquello que jamás me permití ser.

Soy un fraude.

Soy una vergüenza.


--------LUNES:

El lunes no fui al hospital, el abuelo estaba por ahí aun ingresado, con PCR positivo, aislado y en una planta casi hermética.

No quería estar por ahí por que sabía que no aguantaría estar tan cerca de él y a la vez tan lejos.

Así que no fui, me quedé en casa, todo el día, con tics nerviosos que me enfadaban y no me dejaban extraerme de la realidad. Me temblaba el ojo derecho y hacía algo raro con la boca y la nariz. También me dolía el pecho, mas que otros días, más que hoy aun que parezca que voy a explotar.

A medio día hablamos con él por teléfono. Su voz me calma, me cura y a mi hermana la hace llorar.

Mi hermana.

Ella fue criada por él, le enseñó a caminar, a hacer el corte de manga, a comer... le enseñó a vivir. Ella lo está pasando realmente mal, está sufriendo mucho, pero no lo dice, solo llora cuando lo escucha hablar.

El abuelo es su debilidad.


-------MARTES:

No estoy durmiendo bien, los tics no me dejan, hacen que me enfade conmigo misma, hacen que quiera tranquilizarme, pero no puedo, y eso me pone peor, mi incapacidad para controlarme.

Tampoco fui al hospital.

No podía, no quería.


---------MIERCOLES:

Ese día volví.

Volví por que mi madre me dijo que lo hiciera, por que supuestamente hoy mandaban a mi abuelo para casa.

una TCAE en PRÁCTICASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora