La chica del dragón dorado

Cap 45: Que gran mes

Narra Tn

Estos días han sido irritantes, cansados y simplemente horrorosos. No es que hoy sea un día diferente a todos los demás de mi fastidiosa vida desde que me mude aquí, a Konoha. Es más, tengo un mal presentimiento que hoy será peor que el último mes. Hoy son las finales y algo me dice que terminaran siendo un fastidio.

Que ha pasado el último mes? Veamos. El viejo pervertido empezó a entrenar a Naruto en varias cosas básicas y bla bla. Lo impresionante fue que Jiraiya entreno a Naruto en el uso de un poco del chakra de Kurama, y no solo eso! El rubio hizo un pacto con los sapos, lo increíble fue que convocó al Jefe Sapo. Admito que, para apenas haber aprendido a convocar, fue impresionante.

Sin embargo, pensé que el que el viejo pervertido tuviera tan ocupado al rubio ruidoso sería algo bueno, ya que me quitaría a Naruto de encima, y así hubiera sido, si no fuera porque varias veces me tope con ellos y Jiraiya me arrastro a unos cuantos de sus entrenamientos. Podría haberme librado fácilmente, pero ese fatídico día, el Hokage me dijo que como castigo, debía ayudar a Naruto con su entrenamiento cada vez que Jiraiya me lo pidiera. Quien se cree el viejo? Ah, si no fuera porque prefiero no enemistarme con esta aldea, ya hubiera matado a su Hokage fastidioso.

Flash back

Mañana siguiente después de conocer al viejo pervertido

Los rayos del sol pegaban en mi rostro mientras me levantaba con gracia... pff, si, claro. Estaba dormida, roncando y probablemente babeando. Y planeaba seguir dormida hasta más de medio día si no fuera por un molesto toque a mi puerta. No pensaba atender, pero literalmente los siguientes 10 minutos los toques a la puerta no cesaron. Decidí levantarme y matar a quien estuviera tocando mi puerta. Morire por despertarme a las... siete!? Oh no no no, la muerte no es suficiente para quien me haya despertado tan temprano.

-Espero que estés preparado- dije con voz molesta y mirada fría mientras abría la puerta, encontrándome con un anbu que noté como se estremeció, dando unos cuantos pasos atrás por reflejo.

-Lord Hokage solicita su presencia- fue lo único que dijo el maldito anbu y se esfumo, troné la boca, cerrando mi puerta de golpe. No me importa que quiera ese viejo, me las pagará.

Con molestia y una pereza que seguro solo puede igualar Nube, tome una ducha y me arregle. En el camino me compre unos deliciosos dangos que si, me subieron un poco el animo, pero no lo suficiente como para no querer matar al viejo Hokage. El viejo se lo busco despertándome tan temprano, debe de estar preparado para recibir la peor de mis actitudes. Solo me paro así de temprano en días de misiones, y con Sasuke dormido como la bella durmiente y las finales tan cerca, dudo que vayamos a tener alguna en este mes. Como sea, llegue a la oficina del Hokage y patee la puerta fuertemente con enojo, entrando a la habitación.

-Ya me lo esperaba- dijo el viejo Hokage con un pequeño suspiro cansado sin pararse de su asiento... uh, y también esta el viejo pervertido. Genial, hoy seré asesina de viejos.

-La chica con la que peleaste ayer, es ella, no es así, Jiraiya?- le pregunto el Hokage con una pequeña sonrisa al viejo sapo, mientras posicionaba su mentón en sus manos entrelazadas, recargadas sobre la mesa.

-Así es, Hokage-sama- respondió Jiraiya en tono serio mientras no dejaba de verme con desconfianza, pero a la vez, cierta curiosidad. Quiero volver a mi cama, debería matarlos de una vez?

-Viejo, dime que necesitas ya. Mira que, estoy segura que sabes que no me tienes de buenas. Me levantas temprano, me haces esperar con tu plática, y me haces ver la cara de este anciano sapo- dije con irritación mientras llevaba mis manos a mis bolsillos. Note como el viejo pervertido iba a reclamarme algo furioso, pero el Hokage hizo una seña, deteniéndolo.