Sentado en esa incómoda silla de hospital, Younghoon observó a Chanhee: estaba con su mirada pérdida, sin prestarle atención a nada.
Así había sido desde la noche anterior, cuando tomó asiento por primera vez en esa silla. El llanto había desaparecido, pero Kim lo prefería mil veces antes de verlo con su mente metida en su propio mundo, ajeno a todo lo que pasaba a su al rededor.
El único momento en que parecía estar prestando atención era cuando veía a algún doctor o enfermera aparecer por los pasillos.
Aún no les habían dicho nada con respecto a la autopsia de Changmin, por eso mismo seguían en el hospital, estuvieron allí toda la noche y madrugada, incluso aunque ambos supieran que Changmin fue apuñalado y se desangró hasta morir.
Lo que extrañó a Hoon del hospital fue que los doctores nunca mencionaron que llamarían a la policía y trataron el tema como si ya hubiesen pasado por lo mismo, como si ya fuese normal. Era algo perturbador pensarlo de esa manera, si era sincero.
Cuando marcaron las diez y media de la mañana, los padres de Changmin llegaron al hospital.
Fue él mismo quién se encargó de darles la triste noticia, pues sus amigos no se sentían cómodos con la idea de hacerlo ni mucho menos Chanhee. Así que él lo hizo, porque tenía en claro que los padres de Changmin merecían saberlo lo antes posible.
Al notarlo, Chanhee fue de inmediato hacia ellos, recibiendo el abrazo que la mujer le dió. Compartiendo la tristeza que ambos sentían por la pérdida. Por otro lado, Younghoon se acercó solo para hablar con el padre.
— ¿Aún no les han dicho cuando podemos trasladarlo hacia Seúl? —le preguntó el hombre, Younghoon vió su expresión cansada, las ojeras marcándose de gran manera en su rostro y sus ojos rojos que suponía fue por las lágrimas.
— No, aún no. Yo supongo que habrán estado esperando algún familiar suyo para decirlo —soltando un suspiro, el hombre asintió—. Lo lamento mucho, señor Ji.
Media hora más tarde, lo que Kim suponía fue verdad. Los doctores esperaban por algún familiar de Changmin. Hablaron con sus padres y les dijeron que había recibido más de cinco apuñaladas con intención de lastimar un órgano que fuese importante, pese a no lograrlo Changmin murió por la gran cantidad perdida de sangre. Y que podrían trasladar su cuerpo a Seúl en la tarde.
Al mediodía, Younghoon logró, con ayuda de los señores Ji, convencer a Chanhee de volver a la casa a ducharse y guardar tanto sus cosas como las de Changmin para volver a Seúl junto a los padres del chico fallecido.
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En la casa las cosas no estaban tranquilas, Jacob intentaba contactarse con un sacerdote que era amigo de su abuela para contarle lo sucedido, Kevin intentaba darle ánimos pese a haberlo perdido todo cuando vio a su amigo fallecido, por otro lado Sangyeon estaba ansioso pues no recibía ninguna respuesta a todos los mensajes que le envió a Chittaphon y tampoco estaba contestándole las llamadas. Mientras Sunwoo se había encerrado en la habitación de arriba una vez más y todos habían aceptado de inmediato, a excepción de Jacob quién dudó un poco el tener que llegar a ese extremo.
