— Cob es suficiente. —Kevin comentó, llevándose una galleta a la boca de manera distraída. No recibió una respuesta por parte del mayor que lo hizo mirarlo confundido—. Coby, ¿estás bien?
— ¿Quién eres? ¿Por qué estás tan molesto?
Chittaphon miró en la misma dirección que el rubio de cabello un poco más corto que el suyo, sin ver nada más que los muebles que adornaban la sala.
— Puedo ayudarte, por favor déjame hacerlo. —rogó el rubio. Kevin miraba rápidamente entre Jacob, Ten y la sala, sin saber realmente qué hacer.
En realidad, él solo presenció una sola vez cuando Jacob vió un fantasma, fue cuando falleció su tía. Estaban en el hospital esperando por noticias de la mujer, Jacob había estado en su casa jugando con él cuando recibieron la llamada de que la mujer estaba en terapia intensiva por un choque de auto. Lo había visto actuar de la misma manera que ahora, viendo algo que él no podía ver.
Y, si era sincero, no sabía cómo ayudarle cuando esas cosas pasaban.
Finalmente se levantó, quitándole el agua caliente de sus manos para que no volcara y se quemara. Bae ni siquiera lo miró, sus ojitos mieles no se movían de ese lugar.
— Coby, no sé qué estás viendo, pero déjalo. Estás asustando a Ten. —y no era mentira, Ten parecía Casper en su lugar, su rostro pálido viendo en el mismo lugar que Jacob.
— Solo.. solo déjame averiguar qué quiere. ¿Si?
— Cob.. —insistió.
— Esa zorra loca nos mató.
Kevin casi se orina encima cuando oyó la voz provenir de Jacob, no era la dulce y suave que el mayor usaba.
Era gruesa, áspera y tenía un tono repleto de odio.
— ¡Nos mató! ¡Fue su maldita culpa! —Moon saltó en su lugar, comenzando a asustarse. Cob ya no estaba ahí con ellos, quién estaba frente a él era algo completamente diferente.
Pero.. ¿y si esa cosa se quedaba en su cuerpo? ¿Y si él jamás volvía?
La desesperación comenzó a crecer en el interior del pelinegro, tomó entre sus manos las muñecas del castaño, volteandolo en su dirección. Terminó por comprobar que no era él cuando vió unos ojos cargados de maldad, de una sed de venganza.
— ¡Y yo voy a matarlos a todos! —la risa horripilante que salió de la boca de Jacob hizo temblar a Kevin.
Quería salir corriendo del lugar, sí, pero también era su mejor amigo quién estaba frente a él. No podía dejarlo.
— ¡Jacob! ¡Jacob! —lleno de desesperación, Kevin comenzó a zarandearlo, buscando su reacción
Después de que Jacob pareció volver en sí, se tiró a los brazos de su mejor amigo con un llanto que no pretendía detenerse jamás. Era la primera vez que algo así le pasaba y se sintió asustado, no sabía cómo sacar a ese hombre de su cuerpo. Controló cada centímetro de él, sin dejarle tener el mandato de su propia anatomía.
Le había contado a Moon que vió cómo falleció el hombre, trabajaba en un edificio de enfermero, –no supo distinguir si era un hospital u otro lugar–, y éste se prendió fuego en la madrugada.
El hombre había muerto quemado.
Pasaron dos días hasta que Chanhee volvió a la casa, todos corrían a todas partes buscando ayudar de alguna manera al chico que tenía un cuello ortopédico. Changmin le insistía al mayor que debía estar en la cama todo el tiempo aunque eso no es lo que el doctor le mandó a hacer, mientras Sangyeon también insistía en que no debía siquiera mover un dedo, –en lo que respectaba a cocinar u limpiar–.
Y había alguien que parecia molesto con la atención que Choi recibía de los demás.
Haknyeon notó como Sunwoo miraba a Chanhee, además desde que encontraron al mayor parecía estar irritado todo el tiempo.
Y claro que él sabía perfectamente cuando lo estaba, se conocían desde pequeños porque sus familias eran amigas. Haknyeon aún recordaba cuando Doyoung y Johnny, los amigos de sus papás adoptivos, le presentaron a ese niño tan adorable que pronto se volvió su mejor amigo.
A veces se ponía sentimental respecto a eso, porque cuando eran pequeños Sunwoo era más bajito que él, e inclusive Hak se la pasaba burlándose de su estatura, ahora todo era al revés, Kim era más alto que él.
— ¿Por qué no estás tomando tus jugos? —Haknyeon le cuestionó, viendo su bolsa llena de éstos como si no hubiesen sido tocados desde que llegaron.
— Ya no quiero tomarlos. —le respondió, jugando con una pelotita que quién sabe donde sacó.
— Ya. ¿Qué rayos pasa contigo? —Ju cerró la heladera, posando sus manos en su cintura mientras su ceño se frunció.
— Nada, déjame en paz. ¿Quieres?
Haknyeon abrió su boca ofendido, viendo al menor marcharse hacia las habitaciones. Pero él no iba a dejar las cosas así, claro que no. Si seguía molesto con él entonces solo debía decírselo en la cara y listo. ¿Por qué hacía tanto escándalo?
Se encaminó decidido a los cuartos, ignorando a todo aquel que le hablase porque de otra manera terminaría distrayendose de su objetivo.
Abrió la puerta de su portazo, cruzándose de brazos parado en su lugar. Sunwoo soltó un suspiro que lo hizo querer golpearlo y mandarlo directamente a la mierda.
— ¿Estás molesto conmigo, cierto? Mira, puedes decirmelo si es así, ya estamos grandecitos.
— No estoy molesto contigo, Haknyeon.
— No me tratas como tu hyung, ¡estás molesto!
— ¡Que no! ¡No estoy molesto contigo!
— ¡¿Entonces que rayos te sucede?!
— Quiero besarte, Hak. —soltó de repente, mirándolo desde su lugar.
El mayor abrió su boca en repetidas ocasiones, parpadeando varias veces a la par.
¡¿Él había dicho qué?!
— Si esto es una excusa juro que..
— Ah, joder. Solo ven aquí y deja que te dé un estúpido beso de una maldita vez.
El mayor comenzó a balbucear cosas sin sentido, caminando de manera lenta hasta finalmente meterse en la habitación.
Sunwoo se sentó en el borde de la cama, esperando paciente hasta que Haknyeon se atreviera a acercarse más a él.
Ju debía admitir que muchas veces había imaginado besar los labios de Kim, porque, ¡vamos! ¿Quién no querría besar esos labios gruesos que se veían tan bien todo el tiempo? Pero también creía que si pedía un beso entonces luego su amistad se tornaría incómoda. Por lo cuál ahora mismo se sentía inseguro de si debía aceptar besarlo o no.
Sun tiró de su brazo cuando estuvo un poco más cerca, dejándole sentado en sus muslos.
— ¿Quieres que te bese o tienes miedo? —su tono burlón hizo que el más bajito lo golpeara en el hombro con molestia.
— No seas idiota.
— Entonces, ¿qué esperas, Hakkie? Bésame de una puta vez.
Con las ganas de hacer callar al menor, Haknyeon se aproximó, juntando sus bocas.
El castaño creyó que Sunwoo quería dejarle su tiempo cuando no lo sintió mover sus labios, así que él fue quién inició el beso. Cerró sus ojos dejándose llevar y sus manos se movieron hasta tomar las mejillas del menor.
Sintió un cosquilleo en su estómago cuando las manos contrarias tomaron su cintura, dejando caricias suaves en el lugar.
A diferencia de cómo le había hablado, Sunwoo mantenía el beso de una manera suave y sin prisa, no fue rudo y a Hak le gustó, pues de esa manera podía degustar mejor los labios gruesos de su menor, tomándose su tiempo para guardar el recuerdo de sus labios juntos encajando a la perfección.
Y, tal vez, estaba tan metido en ese beso que no se percató que Sunwoo aún mantenía sus ojos abiertos, viendo un punto fijo en la esquina de la habitación.
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OUIJA. the boyz, hyunjun
Hayran KurguTodo comenzó solo porque Eric estaba aburrido. ⚠️ posible muerte de personajes ㅤㅤㅤ22.08.20 ━ 01.04.21